Más voces se suman a la propuesta de abrir la puerta al sector privado, para que participe en el sector eléctrico.
En diálogo con “Punto de Orden”, el presidente de la Cámara de Energía del Ecuador, Roberto Aspiazu, advirtió que es fundamental reformar el marco legal vigente, para que la clase empresarial pueda invertir en esta actividad.
Aspiazu recordó que de acuerdo a cifras oficiales, el 85% de la generación eléctrica actual proviene de las centrales hídricas. Y en estas circunstancias, en los periodos de estiaje vivimos problemas como el actual, en que padecemos racionamientos.
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A su criterio, hay que crear un modelo de transición, que brinde espacio para que los generadores privados participen, y sean parte de la oferta y la demanda, tanto en costos como en tarifas.
El directivo hizo notar que actualmente, el subsidio a las planillas eléctricas representa para el Estado un gasto anual de 1.540 millones de dólares, debido a la diferencia del costo de generación (15,1 centavos el kilovatio/hora), y el valor tarifado (solo 9 centavos).
En estas condiciones, dijo, el país no está en condiciones de amortizar el costo de su estructura energética, y mucho menos de crear nuevas.
Proyectos represados
Además, los proyectos renovables no convencionales, como energía solar o eólica, si bien son interesantes y representan fuertes inversiones, siguen paralizados por trabas burocráticas, y en el mejor de los casos recién arrancarían el próximo año.
Para Aspiazu, el Gobierno Nacional está actuando con responsabilidad frente a la crisis, pero la situación lo ha desbordado, debido al mal estado del parque térmico.
