El gobierno nacional se ha trazado la meta de incrementar la producción petrolera a corto plazo, a fin de mejorar los ingresos y, de ese modo, cubrir la brecha fiscal.
Actualmente, Ecuador produce 487.000 barriles por día. El objetivo es subir esa cifra a 550.000 barriles, para el próximo año, y llegar a los 700.000 en dos años o más, en el evento de que Daniel Noboa sea reelecto.
Como parte de este incremento, el régimen planteará una moratoria de 5 años al cierre del bloque ITT, situado en el parque Yasuní, que de acuerdo a la consulta popular del año pasado, debe ser clausurado a un alto costo.
Solo este bloque genera cerca de 80.000 barriles por día, que podrían aumentar con una pequeña inversión.
Reservas ahí, pero es necesario incrementar la capacidad de refinamiento del país, mediante ampliación y mejoramiento de las actuales refinerías. Sin embargo, la falta de recursos obliga a buscar mecanismos que permitan realizar esta inversión.
La opción sería permitir que Petroecuador de cabida a accionistas privados, que no solo aporten capitales frescos, sino que obliguen a una mayor eficiencia.
De concretarse, el costo de los derivados bajaría, con el consiguiente alivio para los subsidios que cubre el Estado.
El tema se vuelve prioritario, pues la demanda mundial de petróleo crece cada vez más, y hay estados emergentes, como Guyana, que producen crudo, y pueden arrebatarnos el mercado.
Alrededor del 70% de los 487.000 barriles que produce actualmente Ecuador, se destinan a la exportación, con una facturación anual de unos 10.000 millones de dólares, lo que supone aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto.
