Las fuertes lluvias caídas los últimos días en la región austral del país, alejan uno de los graves problemas de los últimos meses: los racionamientos eléctricos.
Gracias a estos aguaceros, los ríos que alimentan los embalses de las centrales hidroeléctricas llegaron a sus niveles óptimos.
Ante esta situación, el Gobierno Nacional suspendió los apagones, al menos hasta el 29 de febrero.
Además de las lluvias, expone como razones las acciones implementadas para el manejo eficiente de los embalses, y los resultados del plan nacional de ahorro.
Según datos del Operador Nacional de Electricidad (Cenace), en cuanto al Complejo Integral de Paute, los embalses de las centrales Mazar y Amaluza se encuentran en sus cotas más altas, lo cual permite que generen 690 gigavatios-hora.
Además, se ha recortado drásticamente la importación diaria de energía desde el sistema colombiano y peruano, a solo 5 GWh/día en enero.
En este sentido, el despacho de energía en este mes se ha compuesto de: 70% en generación hidroeléctrica y energía renovable no convencional; 25% en generación térmica (gas natural y combustibles líquidos); y 5% en importación.
Con el fin de asegurar y garantizar el suministro de energía a los ecuatorianos, desde la segunda quincena de enero y hasta marzo de 2024, se programan mantenimientos en varias centrales del parque generador; los cuales resultan fundamentales dada la operación exhaustiva de los sistemas de generación durante el período de estiaje.