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Ecuador: abril 24, 2025

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Ecuador, abril 24, 2025

La Asamblea General de la ONU condena por 31º año consecutivo el embargo de EE UU a Cuba

El País .- La resolución fue adoptada por una abrumadora mayoría de miembros, con los votos en contra de EE UU e Israel y la abstención de Ucrania La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado este jueves por abrumadora mayoría condenar el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba por 31º año consecutivo. De los 193 miembros de la organización, 187 votaron a favor, dos en contra (EE UU e Israel) y uno, Ucrania, se abstuvo. Así que más que el conteo final, similar al de los últimos años (hubo el mismo número de síes en 2019 y dos menos, 185, el año pasado) ha resultado conocer la identidad de los detractores del texto. El rechazo de EE UU, que impuso el bloqueo a Cuba en 1960, se daba por descontado. Israel, que parece corresponder al total respaldo de Washington en su guerra contra Hamás, se alineó totalmente en contra de la proposición. La abstención de Ucrania, un país también en guerra que la semana pasada se abstuvo en una resolución de la Asamblea por un alto el fuego humanitario en Gaza, ha destacado en el mar de votos en verde que mostraba la pantalla de votaciones de la Asamblea. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, exhortó al plenario de la organización antes de la votación a apoyar “la razón y la justicia”, la Carta de la ONU y el derecho internacional, y exclamó: “Dejen a Cuba vivir en paz, Cuba estaría mejor sin el bloqueo”. Rodríguez sostuvo que el bloqueo “es un acto de genocidio (…), un acto deliberado de guerra económica” con el propósito de debilitar la economía cubana, provocar hambre y desesperación en su pueblo y derrocar el gobierno. A diferencia de las del Consejo de Seguridad, las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, pero reflejan la opinión generalizada y constituyen también de alguna forma un termómetro moral, lo que da a Cuba año tras año una nueva razón para condenar el castigo y demostrar el aislamiento de que es objeto por Estados Unidos, así como las consecuencias nefastas que para su población tiene el bloqueo. La resolución refleja, sobre todo, un consenso mundial sobre la cuestión. Una postura, recuerdan algunos expertos, que no es sólo una cuestión de relaciones internacionales, sino que está profundamente arraigada en el derecho internacional y en los principios de las Naciones Unidas. La resolución de la Asamblea General también se ajusta a los principios de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, que subraya la importancia de cumplir las obligaciones de los tratados de buena fe y especialmente la prohibición de medidas coercitivas para obligar a un Estado a someter sus derechos soberanos. De ahí que las implicaciones de la Ley Helms-Burton, que codificó el embargo estadounidense, puedan llegar a cuestionar el principio de soberanía estatal y libertad de comercio y navegación establecido en el derecho internacional consuetudinario, según los especialistas. El bloqueo fue impuesto en 1960 tras la revolución encabezada por Fidel Castro y la nacionalización de propiedades de ciudadanos y empresas estadounidenses. Fue reforzado dos años después. La resolución plantea “la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

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Cuba denuncia un “ataque terrorista” con cócteles molotov contra su embajada en Washington

El País .- El Gobierno de Cuba calificó este domingo de “ataque terrorista” el lanzamiento de dos cócteles molotov contra su embajada en Washington, aunque según las primeras informaciones, no hubo daños al personal diplomático. “La embajada de Cuba en EE UU fue objeto de un ataque terrorista”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en su cuenta X, antes Twitter. El ataque se produce una horas después de que el presidente Miguel Díaz-Canel regresara a La Habana tras haber pasado toda la semana en Nueva York, donde asistió a la Asamblea General de Naciones Unidas y mantuvo una intensa actividad diplomática como presidente pro tempore del G77+China. El grupo celebró su cumbre anual la pasada semana en Cuba, con la presencia de representantes de 116 países y 12 entidades multilaterales, entre ellos, el secretario general de la ONU, António Guterres. Durante la visita de Díaz-Canel en Nueva York, se registraron diversas manifestaciones de cubanos en el exilio en contra de su presencia en la cita de Naciones Unidas. “Los grupos anticubanos acuden al terrorismo al sentir impunidad, algo sobre lo que Cuba ha alertado a autoridades estadounidenses reiteradamente”, dijo Rodríguez en sus redes sociales. Al rechazo de Cuba se unió en la noche del domingo Venezuela, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil. “Condenamos este nuevo ataque terrorista en contra de la integridad soberana de Cuba, y nos solidarizamos con su pueblo y autoridades”, manifestó. Es la segunda vez que se registra un ataque violento contra la sede diplomática de Cuba en Washington desde su reapertura en 2015. En abril de 2020, un hombre disparó en varias ocasiones al edificio con un fusil de asalto y provocó daños a la estructura. En aquella ocasión, Rodríguez culpó a EE UU de propiciar el ataque, alegando que “hay una conexión indisimulable y inocultable entre la política agresiva de odio y de instigación a la violencia que sigue el gobierno de Estados Unidos”. El ataque es un capítulo más a las tensas relaciones entre EE UU y Cuba. Donald Trump incluyó a la isla en el listado de países patrocinadores del terrorismo ―que sólo comparte con Siria, Corea del Norte e Irán― y echó por tierra el deshielo que inició Barack Obama durante su Administración.

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Lavrov defiende la presencia rusa en Nagorno Karabaj para “fomentar la confianza” entre Armenia y Azerbaiyán

El País .- “Occidente quiere ‘ucranizar’ a la comunidad internacional”, ha dicho el ministro de Exteriores ruso en la última sesión de la Asamblea General de la ONU, donde ha pedido el fin de las sanciones a Cuba, Venezuela y Siria Relegado a la sesión de cierre de la 78ª Asamblea General de la ONU, reunida esta semana en la sede del organismo en Nueva York, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha intervenido este sábado ante el plenario, encajado entre los representantes de Azerbaiyán e Indonesia. En décimo lugar en el orden de discursos, en el quinto día de sesiones, el discurso de Lavrov se ha centrado en señalar los conflictos en curso en el mundo, que atribuyó, casi sin excepción, al afán neocolonialista de un Occidente “supeditado a EE UU”. Sobre la crisis internacional más candente, la de Nagorno Karabaj, ha propuesto medidas para fomentar la confianza entre Armenia y Azerbaiyán, incluidas las misiones de mantenimiento de la paz rusas en el enclave separatista armenio, donde Bakú lanzó esta semana una ofensiva. Sobre la dotación de las fuerzas de interposición, Lavrov señaló que su número “se decidirá sobre el terreno”. Aunque el orden del día aún contempla la intervención de una veintena de los 193 países miembros de la OTAN, el discurso de Lavrov ha puesto prácticamente punto final a una convocatoria deslucida por la ausencia de los jefes de Estado de las principales potencias, desde el Reino Unido o Francia a la India, y en la que la voz del sur global tampoco resonó con la intensidad que se esperaba. Con contadas referencias a Ucrania, Lavrov ha asegurado que la fórmula de la paz es “completamente inviable” y que el abandono ruso del acuerdo del Mar Negro, que permite la exportación de cereal ucranio, se debe “al incumplimiento de promesas hechas a Moscú”. “No rechazamos las propuestas [de la ONU para resucitar el acuerdo], simplemente creemos que son poco realistas”, ha declarado. Rusia se retiró en julio del pacto forjado un año antes por la mediación de la ONU y Turquía. El incombustible Lavrov, que ocupa la cancillería rusa desde 2004, conoce muy bien la ONU: fue desde 1994 hasta ese año representante permanente de Rusia ante el organismo multilateral. El orador ha denunciado los intentos del “conjunto de Occidente” por impedir el surgimiento de “un nuevo orden mundial” definido también por “la alianza entre Rusia y China”, una idea que reiteró varias veces. El mensaje repetido de Occidente a la comunidad internacional, apuntó Lavrov, equivale a decir “cualquiera que quiera hacer las cosas sin nuestro permiso, no lo podrá hacer”. El intento de crear contrapesos en foros como la ASEAN o los BRICS, cuyos miembros “defienden su derecho a vivir en una arquitectura multipolar”, se ve sometido a juicio del Kremlin por la realidad de “la pax americana” que quieren imponer, “urbi et orbi”, Estados Unidos y Occidente, en contra de un mundo multipolar. “No queremos vivir bajo el yugo de nadie”, dijo Lavrov. En sus contadas alusiones a la guerra de Ucrania, que ya ha pasado el ecuador de su segundo año, Lavrov denunció “los más de 170.000 millones de dólares gastados por la OTAN en apoyar a Kiev desde febrero de 2022″, así como el rechazo de la comunidad internacional -del “neocolonialista Occidente”, en sus palabras- a las propuestas rusas de distensión en 2021. Tras un repaso a la historia de la ONU desde su fundación en 1945, sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, Lavrov exigió “el fin inmediato del bloque a Cuba, el hostigamiento económico a Venezuela y las sanciones impuestas a Siria”, mientras se felicitaba por el retorno de Damasco “a la familia árabe”, en alusión a su reingreso en la Liga Árabe, así como por la mejora de relaciones entre Turquía y Siria. “Pero Occidente quiere ucranizar la comunidad internacional”, se quejó, optando por dejar que se enquisten conflictos como el israelo-palestino o el de Libia. También criticó la postura de la UE en el que enfrenta a Kosovo con Serbia, o la mediación impuesta de Bruselas en el enfrentamiento de Nagorno Karabaj. Sobre este conflicto, Lavrov hizo especial hincapié en la defensa de la misión militar rusa. El jefe de la diplomacia rusa señaló que ha llegado el momento de adoptar medidas para fomentar la confianza entre Armenia y Azerbaiyán en el enclave separatista, y que las tropas de Moscú contribuirán a ello. El canciller ruso acusó a Occidente de intentar imponerse como mediadores entre los dos países, lo que, según él, no es necesario. “Ereván y Bakú han resuelto realmente la situación”, sostuvo Lavrov. Hungría, más cerca del Kremlin Como hiciera hace un año, Lavrov se reunió en la tarde de este viernes con su homólogo húngaro, Peter Szijjártó, al margen de la Asamblea, según confirmó este último al canal público de la televisión húngara M1. Fue un encuentro de cierto calado político, ya que Hungría ha criticado duramente las sanciones contra Rusia de la Unión Europea, a la que pertenece, abriendo así una fisura en el cerrado apoyo europeo a Ucrania. La bilateral ha dado sus frutos: Szijjártó visitará Moscú en octubre y durante la visita discutirá cuestiones energéticas con el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak. “Visitaré Moscú para participar en la Semana de la Energía Rusa del 11 al 13 de octubre. Como saben, consideramos la cooperación energética como la parte más importante de nuestra interacción actual”, ha explicado el jefe de la diplomacia húngara en una entrevista con la agencia de rusa de noticias TASS tras su reunión con Lavrov. Una visita que probablemente causará resquemor en Bruselas. El canciller húngaro no fue el único que conversó con Lavrov en los márgenes de la Asamblea General. Su homólogo iraquí, Fuad Hussein, anunció este viernes mediante un comunicado que el primer ministro, Mohammed Shia al Sudani, visitará Moscú en las próximas semanas. El anuncio siguió también a la bilateral de ambos.

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