La Conferencia Episcopal Ecuatoriana expresó su preocupación por las graves condiciones de violencia que reinan en el país. En un comunicado, la institución exhortó a la población, “hombres y mujeres de buena voluntad que vivan en Ecuador”, a unirse por el fin de esta crisis. “Vivimos momentos de zozobra en nuestro país. La delincuencia organizada está sembrando, en la cotidianidad de nuestras vidas, caos y desesperación. La violencia, venga de donde venga, debe encontrarnos unidos, mirando hacia adelante, y con la fortaleza necesaria para que el Ecuador sea lo que siempre ha sido, un lugar de paz, de trabajo, de fraternidad”, señaló el comunicado de la CEE, difundido en las redes sociales. La iglesia pidió “no caer ni en el pánico estéril que hace el juego de los violentos, dando crédito a cualquier imagen alarmista compartida en redes sociales, ni en la ingenuidad de bajar los brazos, creyendo que esta lucha es solo de quienes nos gobiernan”. El organismo advirtió que toda actividad reñida con la ley, “en cualquier instancia de la sociedad y del Estado, debe ser considerada como una traición a la Patria, a los valores más sagrados de nuestra ecuatorianidad y a Dios que será el Juez de nuestras vidas”. También dejó en claro que Ecuador es país de fe. “Desde niños aprendimos que todos somos hermanos, llamando Padre a Dios; a Él le confiamos, una vez más, la integridad de cada ecuatoriano de bien, y la estabilidad del Estado como garantía de que la paz volverá lo antes posible”. Finalmente, y tomando en cuenta que en este 2024 celebramos los 150 años de la Consagración de nuestro país al Sagrado Corazón de Jesús, “nos comprometemos con la vida y la justicia y le pedimos a Él que “salve al Ecuador”.