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Ecuador: noviembre 9, 2024

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Ecuador, noviembre 09, 2024
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Cuentas de redes sociales de Nelson Market anuncian cierre por situación económica

El Universo .- Publicación causó sorpresa. En local de Entre Ríos se indicó que no podían dar información sobre el anuncio. Nelson Market anuncia a través de sus redes sociales el cierre de operaciones de la empresa Nel & Marg después de 43 años de estar en el mercado. La decisión tomó por sorpresa a clientes que preguntaban si era en serio o una broma por el Día de los Inocentes. En el local de Samborondón se indicó que no podían dar información al respecto. El comunicado publicado en Facebook y en Instagram indica que con pesar y debido a la difícil situación económica que atraviesa el país la empresa tomó la decisión de cerrar sus puertas y agradece a sus clientes. “Lamentamos cualquier inconveniente que esto pueda causarles y estamos disponibles para asistirles con cualquier necesidad que tengan durante este periodo de transición”. “Esperamos que puedan comprender que esta decisión ha sido tomada con el propósito de salvaguardar el bienestar a largo plazo de la empresa y de todos aquellos involucrados”, agrega. En las próximas semanas anuncia que se realizarán los procesos necesarios para cerras todas las operaciones de manera ordenada y cumplir con sus obligaciones. Nelson Market empezó como una pequeña despensa, un emprendimiento, en 1980 en el cantón Samborondón. Sus locales se dedican a la venta de un sinnúmero de productos desde frutas hasta todo tipo de bebidas. Además, del servicio a domicilio.

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El Gobierno cubano anuncia un paquete de medidas económicas que encarecerán la vida en la isla

El País .- El primer ministro, Manuel Marrero, asegura que subirán el combustible, algunas tarifas eléctricas o el transporte. El dirigente reconoce “dificultades” con los precios y que no se ha hecho lo suficiente para el desarrollo de la economía A punto de terminar un año fuertemente marcado por la falta de alimentos o insumos médicos, la inflación, una ola migratoria nunca antes vista, y una crisis generalizada que ha afectado la vida diaria de los cubanos, el Gobierno de La Habana ha anunciado un paquete de medidas económicas para 2024 que encarecerá la vida de las familias de la isla a corto plazo. Durante su intervención en el segundo período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su X Legislatura, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, expresó que estaban insatisfechos por “no haber avanzado lo necesario” este año. Luego de, como ya es costumbre, culpar de la situación cubana al embargo económico que desde hace décadas mantiene el Gobierno de Estados Unidos sobre la isla, los rezagos de la pandemia y la crisis global, el dirigente reconoció que no se ha logrado un incremento sostenible de las producciones nacionales y que el Gobierno pudo haberlo hecho mejor: “Podíamos haber hecho más cosas. Persisten insuficiencias propias y problemas subjetivos que afectan la capacidad de programas y proyecciones económicas”. “Necesitamos un Ministerio de Economía y Planificación más fortalecido”, sostuvo. Añadió además que era necesario fortalecer el trabajo del Ministerio de Finanzas y Precios, aludiendo a las “dificultades”, en referencia a los altos precios de los productos debido a la inflación y la escasez en el país, y “rectificar políticas que no nos han permitido avanzar”. También reconoció que el país no está trabajando para incrementar la diversificación de bienes y servicios, y que es insuficiente la participación de la inversión extranjera en el desarrollo de la economía. A su vez, el primer ministro anunció una serie de medidas como el aumento de los precios del combustible, el de la electricidad para ciertos hogares o el alza de las tarifas del transporte. “No tendrán un gran efecto inmediato ni resolverán todos los problemas, pero avanzaremos con la convicción de que es el camino correcto para mejorar la situación actual”, afirmó Marrero. Los cubanos temían el alza de los combustibles desde que hace unos días el presidente Miguel Díaz-Canel hablara de un posible aumento del costo de la gasolina. “¿En qué país del mundo se pueden comprar nueve litros de gasolina con un dólar?”, dijo Marrero, sin hacer mención a los bajos salarios en un país con una moneda cada vez más debilitada y donde el salario mínimo de 2.100 pesos cubanos (CUP) equivale a unos ocho dólares. Asimismo, el funcionario aclaró que el Gobierno incrementará en un 25% las tarifas eléctricas para hogares cubanos considerados altos consumidores, que excedan el consumo de los 500 kWh. Como un derivado de la subida de los precios del combustible, Marrero reconoció que aumentarán las tarifas del transporte. Además, se subirán los precios a la tarifa de agua no metrada, la de los usuarios que no tienen contador para medir, a 21.24 CUP, porque, según el funcionario, la tarifa de 7 CUP actual (menos de un centavo de dólar) no estimula el ahorro. El próximo año, igualmente, se incrementará el precio del cigarro y el tabaco, el del cilindro de gas licuado, así como los de la medicina verde (las plantas medicinales) en el país. En cuanto a las remesas, uno de los principales sostenes de la economía y que cargan en sus espaldas los exiliados cubanos, indicó que era una prioridad del país recuperar esos flujos, así como incrementar el ingreso de divisas, recuperar el turismo e impulsar la producción de níquel, tabaco y ron. Marrero explicó que, en aras de incentivar la producción nacional, se reducirá en un 50% el pago de aranceles a la importación de materias primas y bienes intermedios; y en cambio se elevarán las tasas arancelarias a la importación de algunos productos cubanos como cigarros, rones y cervezas. También subrayó que se impulsará el comercio electrónico con pagos desde el exterior y que se implementarán medidas para que las empresas no estatales puedan realizar sus importaciones con pagos desde Cuba. La exención arancelaria para la importación de alimentos, aseo y medicamentos, que debía expirar el próximo 31 de diciembre y que autoriza a los cubanos importar artículos sin carácter comercial, sin límites en su valor y exenta del pago de los aranceles de aduanas, será nuevamente prorrogada. No obstante, Marrero añadió que el Gobierno trabajará en aumentar la oferta en las tiendas en MLC (de Moneda Libremente Convertible) para que los cubanos puedan acceder a la red de tiendas nacionales. En las primeras solo se puede comprar con tarjetas de crédito respaldadas con dólares u otras divisas extranjeras. A los trabajadores de los sectores de Salud y Educación Marrero les anunció que se aumentará el pago por guardias nocturnas, por años de servicio y cantidad de trabajo. El primer ministro también se refirió a la crisis migratoria por la que 400.000 cubanos han abandonado la isla en los últimos dos años. Dijo que en mucho de lo antes mencionado “están las causas que provocan el éxodo de profesionales y jóvenes del sector estatal al no estatal y la tendencia a buscar proyectos de vida en el exterior”. Según él, las medidas anunciadas tienen el propósito precisamente de “restaurar los requisitos macroeconómicos que permitan garantizar un entorno favorable para el crecimiento económico, el desarrollo y el proceso de construcción socialista”.

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Milei inicia el desguace del Estado argentino imponiendo 300 reformas en un solo decreto

El País .- El presidente ultraderechista deroga leyes sin pasar por el Congreso, elimina decenas de controles estatales y habilita la privatización de empresas Javier Milei ha iniciado formalmente el desguace del Estado argentino. Rodeado de sus ministros, el Presidente de ultraderecha presentó este miércoles un decreto que deroga leyes, elimina decenas de regulaciones estatales, habilita la privatización de empresas públicas como la petrolera YPF y abre la puerta a las operaciones en dólares. También da el puntapié inicial para flexibilizar el mercado laboral y el sistema de salud. Las nuevas normativas estarán vigentes al menos hasta que el decreto sea revisado por el Congreso, donde el oficialismo está en minoría. Para rechazarlo es necesario el voto negativo de ambas Cámaras. En un discurso leído de 15 minutos, Milei enumeró 30 de las cerca de 300 reformas que contiene el texto que se publicará en el boletín oficial. Entre ellas está la derogación de las leyes que obligaban a las empresas a garantizar el abastecimiento interno de alimentos y a los supermercados a señalizar los precios más bajos de algunos productos básicos. También elimina las normativas de promoción industrial en zonas desfavorecidas, la ley de alquileres que fijaba aumentos semestrales para los inquilinos y la legislación que impide la privatización de empresas públicas. Desde hoy, los clubes de fútbol podrán ser sociedades anónimas, los extranjeros no tendrán límites para comprar tierras y se podrán hacer operaciones en dólares sin impedimento alguno. El sistema de salud sufrirá también cambios importantes. Los seguros privados podrán fijar libremente los precios a partir de ahora, mientras que los seguros vinculados a los sindicatos (conocidos como obras sociales) tendrán un marco regulatorio más flexible. Además, se establece la receta médica electrónica con el objetivo de agilizar trámites y reducir costos. El decreto abre el protegido mercado argentino al mundo al eliminar muchas de las reglas que ponían trabas a las importaciones y a las exportaciones. La industria argentina, que ha gozado durante años de escasa competencia interna, será uno de los sectores más perjudicados, como ya ocurrió durante la década neoliberal de Carlos Menem (1989-1999). Milei inició su discurso, retransmitido por cadena nacional de radio y televisión en horario de máxima audiencia, con una larga diatriba contra los políticos —a los que tildó de ser una “casta” endiosada— y la izquierda, a la que volvió a acusar de provocar millones de muertos en todo el mundo. El ultraderechista enviará además al Congreso una serie de leyes con cambios que no pueden hacerse por decreto presidencial. “Los diputados deberán elegir entre ser parte del cambio u obstruir el proceso de reformas más ambicioso de los últimos 40 años para que Argentina vuelva a ser una potencia mundial”, amenazó. No esperará a marzo, cuando comienza el año legislativo, sino que convocará a sesiones extraordinarias. Uno de los caballitos de batalla de Milei es la desregulación del mercado laboral argentino, que mantiene normas muy beneficiosas para los trabajadores en blanco, el 30% del total. Varios Gobiernos han intentado reformar la legislación laboral y han fracasado, pero el nuevo presidente quiere volver a probarlo. El decreto ataca aquellos flancos de la normativa que no necesitan pasar por el Congreso, como el aumento del período de prueba antes de las nuevas contrataciones y mecanismos de indemnización alternativos a los actuales. Cacerolazos Milei llegó a la presidencia con el voto récord del 56% de los argentinos y usa ese respaldo para pedir a los legisladores que aprueben el cambio de rumbo “que la gente votó”. Pero gobierna en una sociedad muy polarizada y con sindicatos y organizaciones poderosas que están dispuestos a plantar cara en las calles a cualquier recorte de derechos. La primera manifestación tuvo lugar en la tarde de miércoles, cuando más de diez mil personas tomaron el centro de Buenos Aires en medio de un enorme despliegue policial para protestar contra el gran recorte del gasto público anunciado, de unos 20.000 millones de dólares. Horas después, tras escuchar la lectura del decreto presidencial, la protesta se reavivó entre la clase media urbana. Vecinos indignados expresaron su rechazo haciendo sonar cacerolas desde los balcones de Buenos Aires y de otras grandes ciudades del país. De a poco, los manifestantes se reunieron en las avenidas principales de cada barrio y cientos de ellos decidieron marchar juntos hasta las puertas del Congreso, donde muchos conductores tocaban la bocina en señal de apoyo. Este tipo de manifestaciones se popularizaron en 2001, cuando estalló la peor crisis económica y social de la historia reciente de Argentina. La oposición condenó con dureza un decreto que busca transformar de la noche a la mañana a Argentina en un estado liberal. Desde el peronismo, una de las voces más críticas fue la del gobernador bonaerense Axel Kicillof: “[Milei] se propone privatizar todo, desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes de fútbol y el patrimonio de los argentinos. Todo esto, sin pasar por el Congreso que podría sesionar y discutirlo. Le faltó decir “democracia: ¡afuera!”, señaló. La izquierda pidió a los sindicatos que convoquen a una huelga general. El Congreso puede rechazar el decreto de necesidad y urgencia de Milei con el voto mayoritario en cada una de las cámaras. Si sólo una de ellas lo aprueba, el decreto es válido, al igual que si no es tratado por alguna. Mientras esto ocurre, las nuevas normativas tienen vigencia.

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Milei anuncia una devaluación del peso del 50% y grandes recortes del gasto público

El País .- El Gobierno argentino paraliza la obra pública, reduce los subsidios al transporte y a la energía y cancela la publicidad oficial. Javier Milei devaluó el peso un 50% y encendió la motosierra. El Gobierno ultraderechista de Argentina anunció la paralización de nuevas licitaciones de obra pública, el despido de todos los funcionarios que lleven menos de un año en sus funciones, la reducción a partir de febrero de los subsidios a la energía y al transporte y una drástica bajada de las transferencias de fondos federales hacia las provincias. El presidente del país sudamericano quiere recortar unos 20.000 millones de dólares el gasto público, una suma equivalente al 5% del PIB, y lo hará lo más rápido posible. “No hay plata”, volvió a repetir el ministro de Economía, Luis Caputo, al anunciar las primeras medidas económicas en un mensaje grabado que leyó en un papel. El tipo de cambio oficial pasó de 400 pesos por dólar a 800, una devaluación súbita del 50%. El valor pone fin a la ficción del valor que sostuvo el Gobierno de Alberto Fernández a través de múltiples restricciones cambiarias, pero no libera el mercado de cambios ni elimina la brecha con las cotizaciones alternativas que coexisten en Argentina, que superan los mil pesos por dólar. El miércoles se verá la reacción de esos tipos de cambio que se mueven sin control del Estado. Sin ancla de precios Devaluar en una economía que lleva años de controles de precios y cepo cambiario sin un plan paralelo que contenga la subida de los precios puede ser un remedio muy peligroso. El plan supone que será la recesión económica, con el consiguiente derrumbe del consumo, la que ponga freno a las remarcaciones de precios. La escalada se aceleró desde el lunes, a la espera de las medidas económicas prometidas por Milei. En una carnicería del acomodado barrio porteño de Palermo, los empleados modificaron dos veces el precio el lunes y volvieron a subirlo otra vez este martes, del 25%. En pequeños supermercados de barrio y verdulerías también se han registrado fuertes aumentos. La escalada se aceleró a partir del lunes. Otros sectores, en cambio, quedaron semiparalizados a la espera de conocer el valor del tipo de cambio oficial. Es el caso del de la construcción, donde los proveedores hace más de una semana que ponen excusas a los clientes para evitar venderles materiales antes de conocer el nuevo valor del dólar oficial. “Pedí un presupuesto para un techo de zinc y a los tres días me dijo que si lo quería el precio era el doble porque los proveedores mayoristas no estaban vendiendo a la espera de tener precio”, cuenta un arquitecto que no quiere ser identificado. “Algunos tienen que vender sí o sí, pero los que pueden aguantan”, agrega. Arranque desorganizado Las medidas económicas iban a anunciarse el lunes, pero se pospusieron al martes. El mensaje se grabó a media tarde y estaba previsto que se retransmitiese a las cinco. El Gobierno envió un enlace con la web de la retransmisión, pero a pocos minutos de la hora anunciada, ese enlace dejó de funcionar. La grabación fue finalmente emitida con dos horas de retraso. Durante los primeros diez minutos, Caputo dio una clase de economía liberal. Atribuyó todos los males de Argentina a su “adicción al déficit fiscal”, es decir, a gastar más de lo que ingresa y repitió la amenaza hecha por Milei en su discurso inaugural: si no hay un recorte de gasto público drástico puede haber una hiperinflación del 15.000 en caso de no hacer un ajuste fiscal drástico. “Imaginemos que la leche pase de valer 400 pesos a 60.000 pesos en un año. Nuestra misión es evitar esta catástrofe”, dijo el ministro en la larga introducción. A continuación, anunció una batería de diez medidas. Además de la devaluación, la que tendrá un mayor impacto en el bolsillo de los argentinos será la reducción de los subsidios al transporte público, la luz, el gas y el agua. El poder adquisitivo de muchas familias ha caído en picado desde 2018 y afrontar ese nuevo gasto no será nada fácil. También van a estar en apuros muchas provincias si dejan de recibir fondos nacionales, otra de las medidas anunciadas. La motosierra de Milei se dirigirá hacia el Estado. Caputo avanzó que no se renovarán los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año de vigencia. Este lunes ya se anunció que se haría una revisión exhaustiva de contratos de los trabajadores de la Administración nacional. El empleo público supone alrededor del 18% del empleo total de Argentina, aunque durante la pandemia de covid-19 ascendió al 20%, según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec). Se trata de un porcentaje muy superior al de otros países de la región como Chile (12%) o México (13%). En Argentina, las tres administraciones —nacional, provincial y municipal— suman casi 3,5 millones de trabajadores. Por otro lado, se anunció la suspensión de la publicidad gubernamental por el plazo de un año. “No hay plata para gastos que no sean absolutamente necesarios”, remarcó Caputo. Según sus datos, en este 2023 esa publicidad superó los 30.000 millones de pesos (más de 75 millones de dólares en la cotización oficial hasta ayer). Como ya se había anticipado, se paraliza además la obra pública: el Estado no licitará nuevos proyectos. El objetivo es que a partir de ahora sea el sector privado y no el público el que esté a cargo de la construcción, en un sistema de concesiones similar al chileno. Reacción del FMI Las idas y vueltas con la comunicación aumentan las dudas sobre un Gobierno inexperto que da sus primeros pasos con mal pie. La confianza de los mercados se pondrá a prueba mañana, cuando abra el mercado de cambios después de dos días de festivo cambiario encubierto. Los conocidos como dólares financieros se cambiaron este martes a casi 1.050 pesos por dólar, mientras que en las calles

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Alberto Fernández: “No supimos sintonizar con la sociedad argentina”

El País .- El presidente de Argentina recibe a EL PAÍS a menos de tres semanas de entregar el poder al ultraderechista Javier Milei El peronista Alberto Fernández (Buenos Aires, 64 años) entregará en el 10 de diciembre el bastón de mando a su sucesor en la Presidencia de Argentina, el ultra Javier Milei. Ha estado al frente del país durante cuatro años convulsos, marcados por la pandemia de la covid-19, la ruptura con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y una economía endeudada, sin reservas y con una inflación de más del 140%. “Fue un momento muy difícil el que me tocó vivir”, asegura Fernández al hacer balance de su gestión, sin esquivar la responsabilidad de su Gobierno por no haber logrado “sintonizar con la sociedad argentina” y abrir la puerta al ascenso de la ultraderecha. Le cuesta incluso encontrar un día feliz a lo largo de su mandato. Recibe a EL PAÍS en su despacho de la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino, donde ya ha comenzado la mudanza. Aún cuelgan de las paredes los cuadros de los grandes próceres del país sudamericano con los que reemplazó los de arte contemporáneo que había elegido su predecesor, el liberal Mauricio Macri. Pregunta. ¿Cómo fue la reunión que mantuvo el martes con Javier Milei? Respuesta. Fue una reunión de tipo institucional. Busqué sacarle dramatismo a una reunión institucional donde una fuerza política deja el poder y otra fuerza política se hace cargo. Fue una charla cordial, donde claramente no pensamos igual pero pudimos escucharnos. P. Lo que él propone son medidas muy radicales. Dada su experiencia, ¿qué posibilidades tiene de llevarlas a cabo? R. Él básicamente entiende que todo el problema se concentra en el déficit fiscal, que hay que bajarlo drásticamente, que para eso hay que dejar de hacer obra pública, de invertir en educación y en salud y, si no alcanza el dinero, hay que vender las empresas del Estado. Esto es menemismo puro. Él reivindica mucho a [Carlos] Menem (1989-1999). Nosotros ese tiempo ya lo hemos vivido y las consecuencias no fueron buenas. P. ¿Por qué tanta gente está dispuesta a dejar pasar la experiencia menemista de los noventa? R. Hay motivos que tienen que ver con el presente. El proceso inflacionario que estamos viviendo lastima el bolsillo de la gente y enoja mucho. Puedo entender que mucha gente, en ese enojo, votase lo contrario a los que estaba sin entender qué significaba. P. ¿Por qué están tan enojados los argentinos? R. Porque este presente es muy difícil. La Argentina este año perdió 23.000 millones de dólares como consecuencia de la sequía. Los precios en la Argentina se vinculan al dólar y si faltan dólares eso se traslada a los precios de todos los bienes y servicios. El proceso inflacionario es muy nefasto. P. ¿Se podría haber hecho otra cosa para evitar llegar a esto? R. Faltándote 23.000 millones de dólares no se puede hacer nada. Es como si te quitaran de tu sueldo el 30%, es muy difícil poder hacer algo. P. Había un lugar común en la política de Argentina que decía que el peronismo era una vacuna contra el surgimiento de figura disruptivas como Fujimori o Bolsonaro. La llegada de Milei parece decir que el peronismo ha perdido esa capacidad…. R. (interrumpe) Son fenómenos post pandemia. La pandemia ha dejado efectos psicológicos en la sociedad muy difíciles. Hemos visto morir 15 millones de personas y en ese ese momento tan trágico la derecha de todo el mundo se fortaleció, también en Argentina. P. Pero en Argentina no fue la derecha tradicional la que se fortaleció, porque surgió un personaje distinto. R. Acá la derecha se llama antiperonismo y el antiperonismo tiene aproximadamente el 40 de los votos. Esta vez llegó a 55%. P. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dijo que había que crear nuevas canciones para el peronismo. ¿Cuál sería ese nueva canción, tras la derrota? R. Me preguntaron si me sentía responsable de la derrota y lo que creo que acá no hay que buscar un responsable. Está claro que el que gobierna tiene una responsabilidad en todo esto. Está claro que hubo algo que no supimos sintonizar con la sociedad e hizo que la sociedad no nos acompañe. Tenemos que tener un sincero debate, que no es un debate contra nadie. Acá todo el mundo está pendiente si yo la trató mal a Cristina, si Cristina me trata mal a mí. P. O si no la trata. R. Sí, pero el problema que yo tengo no es Cristina, es la derecha. Algunos se ofenden más, se ofenden menos, por algo que uno dice tratando de explicar una situación, pero el verdadero problema lo tenemos ahí. Ya habrá un momento para que podamos juntarnos todos y decir qué salió mal, qué hicimos mal, qué fue lo que no pudimos sintonizar con la sociedad argentina, en qué fallamos. P. ¿Cuál es su hipótesis sobre por qué fallaron? R. Una primera hipótesis es que tuvimos demasiado debate público interno. También que el año de la sequía fue un año catastrófico para la economía argentina. Dejemos claro que en 2021 y 2022, Argentina creció 16 puntos y los salarios empezaron a recuperarse, pero vino la sequía y nos arruinó todo todos los planes. En 2022 sobrecumplimos las metas con el FMI, pero en 2023 se nos hizo imposible. P. Argentina ya arrastraba una crisis política previa a la sequía, al menos desde el rechazo del kirchnerismo al acuerdo fue firmó con el FMI. R. Eso es parte de los debates internos. P. Fueron más que debates, hubo una ruptura interna. R. No fue ruptura, porque siempre preservé la unidad y todos hicimos esfuerzos para preservarla. Lo peor que nos puede pasar es que nos rompamos. Estamos en un momento muy doloroso y si hablamos llenos de este dolor es muy posible que lastimemos a otros y a nuestra fuerza. Yo no quiero romper nada, yo quiero unir. P. El expresidente Macri, como aliado de Milei, ha dicho que en la calle enfrentar a los orcos que se opongan a las medidas del nuevo Gobierno. ¿Qué piensa? R. Verifica una vez más que es un caradura. Macri debería llamarse

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Massa arrincona a un Milei apagado en el último debate presidencial en Argentina

El País .- El ministro peronista expone las contradicciones ideológicas del ultraderechista, que apenas saca provecho de la crisis económica que pesa sobre su rival. El domingo se celebra la segunda vuelta Si un debate tiene alguna posibilidad de definir una elección, ninguno mejor que el celebrado este domingo en Argentina entre los dos candidatos a la Presidencia. El peronista Sergio Massa aporreó sin compasión durante dos horas a su rival, el ultra Javier Milei. El actual ministro de Economía concentró sus esfuerzos en exponer las contradicciones de Milei en la campaña, lo atosigó a preguntas que exigió contestar “por sí o por no”, puso en duda su estabilidad emocional y cerca estuvo de hacerlo perder los estribos. Milei ocupó la mayor parte de su tiempo en defenderse. Tildó a Massa de mentiroso y de ser parte de “la casta” que “ha empobrecido al país”, mientras agitaba el fantasma de un posible fraude en las elecciones del domingo próximo. Pero perdió, como un amateur, la oportunidad de sacar provecho de la crisis económica que dejará el kirchnerismo al presidente que llegará a la Casa Rosada el 10 de diciembre. El formato de este debate definitivo, que permitió las interrupciones y el diálogo entre los contrincantes, favoreció con claridad al peronista desde el inicio. Por algo es un político profesional con más de 30 años de experiencia, que fue candidato a presidente en 2015 despotricando contra el kirchnerismo (obtuvo el 21% de los votos) y ahora volvió al ruedo bajo la misma ala que tanto repudió. Milei, que saltó a la política hace poco más de dos años desde la televisión, padeció la falta de reflejos políticos y debió asirse a sus muletillas de campaña mientras perdía el tiempo respondiendo ataques. Javier Milei, durante el debate este domingo en Buenos Aires.POOL (VIA REUTERS) Massa se concentró en los cambios de opinión de su rival. Tras quedar segundo en la primera vuelta electoral, el ultra tomó distancia de sus propuestas más polémicas, como la libre portación de armas, el fin de las ayudas sociales o terminar con la educación pública. Massa le achacó también su alianza con Patricia Bullrich, tercera en el primer turno del 22 de octubre, y su jefe político, el expresidente Mauricio Macri (2015-2019). “Por sí o por no, ¿vas a eliminar los subsidios? Por sí o por no, ¿vas a dolarizar la economía? Por sí o por no, ¿vas a privatizar ríos y mares? Por sí o por no, ¿vas a eliminar el Banco Central? Por sí o por no, ¿vas a arancelar las universidades?”. “No me vas a condicionar, ustedes son unos mentirosos”, le respondió Milei, atosigado por lo que por momentos fue más una suerte de entrevista. “No vamos a tocar las tarifas. Vos nos reventaste los ingresos, si tuviéramos los ingresos de antes de la convertibilidad [del peso con el dólar, en 1991] tendríamos cuatro veces más que hoy. ¿Sabés por qué voy a terminar con la inflación? Porque es la forma en que ustedes nos roban a nosotros, el Gobierno de delincuentes que vos integrás”, le respondió. “Milei, el debate es largo, no te pongas agresivo”, le contestó Massa. “No te agredí, solo expreso con pasión lo que nos está pasando”, le dijo el ultra. Los primeros minutos del debate marcaron el tono de lo que serían las dos próximas horas. Milei estuvo titubeante, pero nunca llegó del todo a perder los estribos, pese a los esfuerzos de su contrincante. Siempre a la defensiva, sufrió la regla que le impedía tener apuntes. También el formato de los seis minutos. Ese era el tiempo del que disponía cada uno para desarrollar sus temas y perdían segundos cuando interrumpían al rival. Massa aprovechó la norma: disparaba preguntas cortas que dejaban sin tiempo a Milei, mientras él disponía más tarde de sus minutos para cerrar el bloque a gusto. “Entiendo que hiciste tu carrera en televisión, pero lo que está en juego hoy es el futuro de la nación. O te contradecís en la base que presentaste a la justicia electoral o en lo que decís esta noche. Estamos ante alguien que miente esta noche o mintió durante toda la campaña”, le achacó Massa a su rival. “Sos un mentiroso”, le respondía Milei a repetición. Sergio Massa, durante el debate este domingo en Buenos Aires.POOL (VIA REUTERS) El bloque de derechos humanos y convivencia democrática era una buena oportunidad para Massa, que inexplicablemente dejó pasar. El ultra propone la libre portación de armas y lleva de candidata a vicepresidenta a Victoria Villarruel, una negacionista del terrorismo de Estado. El debate, sin embargo, viró hacia la propuesta de Milei de reprivatizar el sistema de pensiones y sus constantes ataques a lo que llama “la casta política”. Fue en ese momento que Massa resumió cuál ha sido la estrategia de su campaña: “Esto no es entre [Mauricio] Macri o Cristina [Kirchner], Javier; esto es entre vos o yo. Ellos ya tuvieron su oportunidad, y los argentinos deciden sobre eso”. El bloque Seguridad fue, sin dudas, el que más benefició a Massa, que lleva años enarbolando la bandera de la mano dura contra la delincuencia, pese a pertenecer a un Gobierno que descree de ella. “El Estado se ocupa de la seguridad”, arrancó Milei, “pero como todo lo que hace el Estado lo hace mal, Argentina es un baño de sangre. No creemos en la lógica de que el delincuente es una víctima”. “Me alegra que por fin que coincidimos en algo”, le respondió el peronista, y usó su tiempo para explicar su política de seguridad en Tigre, el municipio del extrarradio de Buenos Aires del que fue alcalde entre 2007 y 2013. Massa instaló entonces cientos de cámaras de seguridad y se jactó de reducir al mínimo el delito en su distrito. Sergio Massa explicaba sus propuestas mientras Javier Milei esperaba su turno, este domingo en Buenos Aires.POOL (GETTY IMAGES) Para el final, Massa dijo que quiere ser presidente “para superar” la crisis, convencido “de que ahora viene el crecimiento”. Milei ya había perdido la oportunidad de sacar ventaja

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Argentina elige presidente bajo la amenaza de la ultraderecha

El País.- Javier Milei, un negacionista de la dictadura que promete dolarizar la economía, encabeza los sondeos frente a opciones más moderadas de peronistas y conservadores Argentina enfrenta las elecciones de resultado más incierto desde el regreso a la democracia, hace 40 años. La irrupción de Javier Milei, un candidato que entró por la ventana a la escena política hace poco más de dos años, ha trastocado todas las previsiones. Con una agenda que impulsa la dolarización y la reducción del Estado, negacionista del cambio climático y la dictadura y contrario al aborto legal, Milei encabeza los sondeos de la primera vuelta presidencial que se celebra este domingo. Tiene enfrente al ministro de Economía, Sergio Massa, candidato del peronismo en una versión cada vez más alejada del kirchnerismo, la fuerza que domina la política argentina desde hace dos décadas, y a Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, la alianza que en 2015 llevó a Mauricio Macri a la Casa Rosada. La exministra de Seguridad de aquel Gobierno fallido ha perdido la estrella de la opción de un cambio, valor que le ha arrebatado Milei. Los argentinos están cansados de las crisis económicas recurrentes y las promesas incumplidas por un Estado con aspiraciones de benefactor que pierde recursos día a día y cada vez pide más y ofrece menos. De ese caldo de cultivo ha salido el votante de Milei, donde abundan jóvenes, sobre todo varones, convencidos de que vivirán peor que sus padres. Los seguidores del ultra achacan sus frustraciones al Estado y a sus administradores: los políticos. Hacia allí ha apuntado los cañones Milei, en un coctel muy efectivo de frases simples que acompaña con un gran despliegue en redes sociales y una estética de campaña vinculada al rock and roll más duro. Cuando un estadio comienza a cantar eufórico “la casta tiene miedo” o “dolarización, dolarización” sube la adrenalina y queda poco espacio para las sutilezas. La verba incendiaria de Milei, con llamados a “aniquilar” el Estado con una motosierra, ha echado raíces sobre todo entra las clases baja y media baja. Los enemigos de Milei son la “lacra” del kirchnerismo, pero también la derecha liberal clásica, a la que acusa de inepta y tibia. En las elecciones primarias obligatorias de agosto, Milei sumó siete millones de votos, el 30% de los emitidos, y quedó por delante de Juntos por el Cambio y el peronismo. Si este domingo repite el resultado, pasará a la segunda vuelta, agendada para el 19 de noviembre. Si, en cambio, obtiene el 45% o alcanza el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo, será presidente. Los rivales de Milei tienen poco para ofrecer. Sergio Massa, el elegido por el peronismo gobernante, carga con el lastre de la gestión económica. Sus resultados son catastróficos. La inflación interanual se acerca al 140%, cuatro de cada 10 argentinos son pobres y las reservas del Banco Central están en rojo. El descalabro económico es tal, que la semana previa a las elecciones muchos comercios cerraron sus puertas por no tener precios de referencia para sus productos. Un acuerdo de última hora con China dio un respiro al Gobierno con el aporte de 6.500 millones de dólares de libre disponibilidad que le permitirá llegar con la economía a flote al menos hasta el 10 de diciembre, cuando asume el nuevo Ejecutivo. El candidato presidencial por el peronismo, Sergio Massa, saludaba el martes al público del acto de cierre de campaña de su coalición en la provincia de Buenos Aires.JUAN IGNACIO RONCORONI (EFE) Massa ha hecho campaña tomando toda la distancia posible del presidente, Alberto Fernández, una figura que se ha hundido en la irrelevancia política, y de Cristina Kirchner, ausente de la campaña electoral por voluntad propia. Pese a todas las dificultades, la candidatura de Massa sigue con vida y los sondeos auguran incluso que podría pasar a la segunda vuelta. Al final del día, tiene detrás al peronismo, una maquinaria que, aunque en declive, aún mantiene su poder de fuego y a un votante fiel. La cuesta de Bullrich es más empinada. Su alianza, Juntos por el Cambio, no vio venir al tsunami Milei y el segundo puesto que obtuvo en las primarias la sumió en el desconcierto. Los argentinos descontentos con el peronismo en su versión kirchnerista ya no consideran que el macrismo sea la esperanza de algo nuevo. Macri entregó el Gobierno en 2019 con un 50% de inflación y con más pobres que cuatro años antes. Bullrich, su heredera, estructuró su campaña alrededor de las ideas de seguridad y orden, sin percibir que la profundidad de la crisis económica había cambiado las prioridades de los votantes. En ese escenario de incertidumbre llegó Milei con sus promesas de romperlo todo para erigir desde los escombros, aunque no quede claro cuál es su plan definitivo. Argentina atraviesa un momento bisagra. La irrupción de Milei es evidencia de la crisis de un modelo de democracia que se sostenía sobre el eje peronismo-antiperonismo. El candidato ultra rompe el equilibrio con disparos hacia ambos bandos y se coloca fuera de esa relación dialéctica que, aunque conflictiva, ha garantizado la gobernabilidad durante 40 años. La única duda que carcome a los electores es la capacidad de gestión que tendrá, en caso de ganar la presidencia, el recién llegado. Sea cual sea el resultado, estará en minoría en las cámaras de diputados y senadores. Su partido no tendrá, además, ni uno solo de los 24 gobernadores que controlan el poder territorial argentino. El lunes se sabrá también si el peronista Axel Kicillof logra retener o no el poder en la provincia de Buenos Aires. El mayor distrito electoral del país no prevé una segunda vuelta y los sondeos son favorables al político kirchnerista, aunque sea por una mínima ventaja. La candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, cerraba el jueves su campaña en la periferia de Buenos Aires.MARTIN COSSARINI (REUTERS) El éxito encontró desprevenido a Milei, que durante el último mes ha apurado la construcción de puentes con el mundo político y empresarial que no le tiene confianza. Se ha rodeado para ello de políticos con historia, muchos

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Argentina se acerca a las elecciones con una economía incendiada

El País .- La devaluación del peso en los mercados paralelos y el aumento de la inflación hacen pensar en una difícil transición hasta el 10 de diciembre Argentina se acerca a una de las elecciones más inciertas de su historia reciente, con la economía convertida en un campo minado que deberá desactivar el próximo presidente. Gane quien gane el 22 de octubre, se anticipa una transición muy compleja hasta su asunción, el 10 de diciembre. A diferencia de los últimos comicios, tres candidatos —y no dos— se disputan la jefatura de Estado: el ultra Javier Milei, el ministro de Economía Sergio Massa y la conservadora Patricia Bullrich. El peronista Alberto Fernández, con la popularidad por los suelos, renunció a buscar la reelección y cedió la candidatura oficialista a Massa, quien ha perdido la pelea contra la inflación —roza el 140% interanual— pero busca ganarla en las urnas. No lo tiene nada fácil. Todas las encuestas anticipan la victoria del candidato del partido de ultraderecha La Libertad Avanza, quien alimenta la zozobra económica en busca de más apoyo popular y acumula denuncias en los tribunales por sus declaraciones incendiarias. El ganador o ganadora debe obtener el 45% de los votos o el 40% a 10 puntos de distancia del segundo para ser elegido presidente el 22 de octubre. De no ser así, competirá contra el segundo más votado en segunda vuelta el 19 de noviembre. El candidato Javier Milei en un mitin de campaña.NATACHA PISARENKO (AP) Milei, diputado desde 2021, ha sido el protagonista de esta campaña electoral. El duro mensaje de este economista ultraliberal contra la casta política —a la que tilda de ladrona, parasitaria e inútil— le permitió atraer el voto de millones de personas hartas de años de deterioro económico y social y convertirse en el candidato más votado en las primarias del 13 de agosto. Ganó en 16 de las 24 provincias del país. Desde entonces, Milei se ha mantenido en cabeza en intención de voto, aunque el fracaso de los sondeos en las anteriores elecciones deja margen para la sorpresa. El candidato antisistema creció a través de las redes sociales, por fuera del radar de los medios y de la red territorial de la que disponen los partidos tradicionales. “Nunca hubo un cartel de Milei acá, no lo vimos venir, entró por la ventana”, señalaba días atrás un referente de la Villa 21-24, el barrio popular más grande de Argentina, durante una recorrida. Milei obtuvo un gran apoyo de los sectores más vulnerables, tradicionalmente afines al peronismo, aunque también de votantes de clase media y alta. Su promesa de podar con motosierra el gasto público no asusta a una ciudadanía cansada de vivir con una inflación que devora los salarios. Buenos Aires, en disputa En las últimas semanas, Milei ha recorrido provincias que ganó en primarias sin haber pisado. Es el caso de Salta, en el noroeste de Argentina, donde arañó el 50% de los votos. El economista cerró allí su campaña federal —que ha bautizado como “tour de la libertad”— el pasado jueves antes de concentrarse esta última semana en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral, que aporta casi el 40% de los votos. La provincia bonaerense es el territorio más disputado. A diferencia de otras regiones, que optaron por anticipar sus elecciones provinciales y municipales, el 22 de octubre Buenos Aires vota presidente, legisladores, alcaldes y gobernador provincial. El kirchnerista Axel Kicillof, que busca la reelección, fue el más votado en las primarias y confía en retener el control de este distrito clave. Kicillof tiene a su favor la división de la oposición: en Buenos Aires no hay segunda vuelta y el domingo que viene se conocerá el ganador. Le juegan en contra, en cambio, una situación económica que empeora semana a semana y los escándalos que han salpicado a su equipo más cercano. Su jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, renunció al cargo y a su candidatura a concejal del municipio de Lomas de Zamora tras la difusión de imágenes que lo mostraban a bordo del yate de lujo Bandido en Marbella en compañía de la modelo Sofía Clérici. Las fotografías se viralizaron pocos días después de que se diese a conocer un nuevo aumento de la pobreza en el país sudamericano: cuatro de cada diez argentinos son pobres y uno de cada diez ni siquiera tiene ingresos suficientes para comprar alimentos. Tanto Milei como Bullrich esperan robarle votos por un escándalo que las bases kirchneristas consideran parte de una campaña sucia contra ellos y las opositoras blanden como un nuevo ejemplo de corrupción mientras avanzan las causas pendientes contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. La economía, centro de la campaña Massa, segundo en los sondeos, intenta evitar fuga de votos por derecha a Milei, por el centro al peronista disidente Juan Schiaretti y por izquierda a Myriam Bregman, una de las oradoras destacadas en los debates presidenciales. Sin logros que mostrar tras un año al frente del Palacio de Hacienda, Massa teme además el impacto que tendrá en las urnas el último estallido de la economía argentina: la brusca devaluación del peso en los mercados paralelos. A principios de octubre, un dólar se cambiaba por 800 pesos en las calles de Buenos Aires, pero la divisa estadounidense tocó un techo de 1.050 pesos antes de retroceder por debajo de los mil el jueves, último día hábil en Argentina. Sergio Massa durante el debate presidencial.AGUSTIN MARCARIAN (REUTERS) Faltan cuatro jornadas cambiarias antes de las elecciones del 22 de octubre y se prevé que el Gobierno ordenará nuevas redadas policiales para intentar desalentar operaciones en el mercado informal, el único que opera sin restricciones. Será más difícil que pueda frenar el nuevo aumento de precios derivado de la última depreciación de la moneda. Tras un dato de inflación récord en septiembre, del 12,7% mensual y el 138,3% interanual, se espera uno todavía peor para octubre. La espiral inflacionaria es la punta del iceberg de los grandes desequilibrios macroeconómicos de un país con déficit fiscal, abultada emisión monetaria, una deuda externa que no puede pagar y sin

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Menos electricidad, menos leche y menos carne: la crisis energética y de alimentos se agrava en Cuba

El País .-La isla sufrirá nuevos apagones y enfrenta un colapso del transporte por falta de combustible La crisis que desde hace años padecen los cubanos afronta un nuevo giro de tuerca. La admisión de la gravedad de la situación llegó esta semana de las mismas autoridades. Los ministros de Economía y de Energía y Minas comparecieron en el programa oficial televisivo Mesa Redonda, la tarima desde la que se anuncian cada una de las calamidades de los últimos veinte años. Con tono marcial, ambos dirigentes dejaron saber que el país no cuenta con el dinero suficiente para comprar alimentos en el exterior y que el escenario, incluyendo el suministro energético, puede empeorar en las próximas semanas. Confirmaron, básicamente, que habrá menos de todo lo poco que ya tenían los habitantes de la isla: menos leche, menos café, menos carne de cerdo, menos transporte público y menos horas de electricidad. La “economía está en una situación compleja”, dijo el viceprimer ministro y ministro de Economía Alejandro Gil Fernández, quien durante el programa emitido el miércoles no ofreció cifras pero admitió los retrasos en la entrega de alimentos racionados de manera mensual a cada hogar cubano, la falta de leche para los niños y la falta de pan. Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, anunció por su parte que habrá apagones durante octubre por un déficit de hasta 700 megawatios, lo que equivale al 20% del consumo nacional, y un empeoramiento del transporte debido a la falta de combustible. El ministro explicó que de las 120.000 a 130.000 toneladas de diésel mensuales que necesita el país, 1.000 toneladas se destinarán a la producción de electricidad. “Tenemos suministradores y países que no han podido cumplir y que han incumplido contratos. Hemos tenido que salir a comprar casi el combustible del día”, dijo. “Estamos en una situación apretada, pero vamos a ir levantando”. Tras reconocer el profundo estancamiento en que se encuentra la economía cubana y culpar al embargo económico de Estados Unidos y al incremento del precio de los alimentos en el mercado internacional, los ministros admitieron que el país necesita enfocarse en la producción nacional: “Depender cada vez más de lo que seamos capaces de producir”, afirmó Gil Fernández, quien además pidió al pueblo cubano que mantenga la confianza en la revolución. “Sabemos que es dura la vida”, insistió. “Pero confianza, que la única salida es la revolución y el socialismo”. Muchos cubanos no vieron nada nuevo en las últimas declaraciones de los ministros, y así lo han dejado saber en redes sociales. “Es más de lo mismo”, asegura a EL PAÍS Dani González desde La Habana. “Lo que sí sé es que ningún dirigente pasa por lo que pasamos nosotros, el pueblo. Me siento decepcionado de todo lo que nos han prometido y no han cumplido”. Desde antes de la transmisión televisiva del miércoles habían salido a la luz pública medidas de contingencia adoptadas en algunas provincias del país, entre las que se anunciaban la afectación de las horas de electricidad en los hogares cubanos, el ajuste del horario laboral, la readecuación del trabajo a distancia, la reducción del uso de luminarias o la reestructuración de los horarios escolares. “No creo que esta sea una situación excepcional”, dijo a EL PAÍS el economista cubano Mauricio de Miranda. “Estamos en una opción casi cero desde hace mucho rato. La economía cubana tiene una crisis estructural que lleva más de tres décadas, la economía cubana no ha salido de la crisis”. El Gobierno ha intentado rescatar sin éxito la famélica economía cubana en los últimos años con una serie de medidas entre las que destacan la llamada Tarea Ordenamiento, que contempló la unificación monetaria; las aperturas de tiendas en divisa, la apertura a los inversionistas extranjeros en algunas empresas de capital mixto; la constitución de pequeñas y medianas empresas (mipymes) o la bancarización de las operaciones financieras, por mencionar algunos. No obstante, el pueblo ha padecido una escasez que algunos solo comparan con el llamado Periodo Especial, tras la extinción de la ayuda de la URSS. En los últimos dos años de crisis se han largado del país más de 300.000 cubanos, el éxodo más grande en la historia del castrismo. La situación de escasez en la que ya estaba sumido el país vino a agravarse con la crisis sanitaria por covid-19 y la caída drástica del sector más importante de la economía: el turismo. A finales de julio el mandatario Miguel Díaz-Canel dijo que Cuba no logrará los 3,5 millones de turistas internacionales que aspiraba recibir este año. No obstante, el país sigue empeñado en destinar sus pocos recursos a este sector, algo que los especialistas consideran un desacierto. “El destinar la mayoría de los recursos al turismo ha sido un grave error, porque con la escasez de recursos financieros que tiene la economía cubana, con la muy limitada capacidad de inversión, se han desatendido sectores esenciales como es el caso de la agricultura y el sector industrial”, señala De Miranda. Los cubanos enfrentan un escenario bastante crítico, que en los últimos años se ha traducido en un creciente descontento social. Alimentos que antes eran frecuentes en la mesa como la carne de cerdo, ahora escasean. Llueven las quejas por la falta de combustible, incluso para los carros fúnebres. Los altos precios de los productos son incompatibles con los bajos salarios. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OACDH) mostró el pasado mes de septiembre en su VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba que la pobreza extrema en el país se incrementó drásticamente en un año. Según apuntan, el 88% de los cubanos vive con menos de 1,9 dólares diarios y el 48% ha dejado de comer por falta de dinero para comprar alimentos. “Se impone la necesidad de un debate nacional sobre el futuro del país”, sostiene De Miranda. Según el economista, a corto plazo la solución podría estar en permitir el fomento de la producción del sector privado. “Hay que permitir que todo el que tenga recursos para emprender, lo haga. Y que de esa

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El FMI aprueba el desembolso de 7.500 millones de dólares para Argentina

El País .- El directorio ejecutivo del Fondo aprueba exenciones por incumplimiento de los objetivos debido a una “sequía sin precedentes y a desviaciones de las políticas”.   El Gobierno argentino recibe un salvavidas económico a dos meses de las elecciones generales. El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional aprobó este miércoles el desembolso pactado de 7.500 millones de dólares, que fortalecerá las magras reservas del Banco Central de la República Argentina. Los fondos llegan en un momento crítico para el peronismo gobernante: los episodios de saqueos de los últimos días han reavivado el miedo a una nueva caída de Argentina en el precipicio.   El FMI autorizó el desembolso tras aprobar la quinta y sexta revisión del acuerdo firmado con el país sudamericano para refinanciar la deuda que arrastra desde 2018 y que no ha podido devolver en los plazos establecidos. En un comunicado, el FMI admitió que Argentina incumplió los objetivos de acumulación de reservas y de reducción del déficit fiscal debido a una “sequía sin precedentes y a desviaciones de las políticas”. Aún así, votó a favor del nuevo paquete de ayuda económica para “salvaguardar la estabilidad y afianzar la sostenibilidad a medio plazo”.   En el medio plazo está la cita electoral del 22 de octubre y, de ser necesaria, la del 19 de noviembre. En esa segunda fecha se celebraría la segunda vuelta entre los dos candidatos a presidente más votados si ninguno de ellos gana con más del 45% de los votos o el 40% con diez puntos de distancia del segundo. De repetirse los resultados de las primarias del 13 de agosto, la batalla final sería entre Javier Milei, postulante por el partido de extrema derecha La Libertad Avanza que obtuvo el 30% de los votos, y Patricia Bullrich, representante de la coalición conservadora Juntos por el Cambio, que quedó a menos de dos puntos de distancia. Sin embargo, el 27% de los votos que respaldaron al peronismo gobernante y la incógnita que representa el 31% del electorado que se abstuvo dejan abiertas todas las opciones.   El Gobierno daba por sentado que el directorio ejecutivo del FMI aprobaría el acuerdo pactado en julio por su equipo técnico después de meses de duras negociaciones. La entrada de divisas supone un alivio pasajero. “Este desembolso garantiza un marco de estabilidad para la Argentina hasta fines de noviembre”, anunció en comparecencia de prensa el ministro de Economía y candidato a la presidencia por el peronismo, Sergio Massa. En ese momento, cuando ya se conocerá el nombre del presidente electo, el organismo internacional deberá aprobar la séptima revisión del acuerdo, de la que depende el desembolso de otros 2.700 millones de dólares. Sin reservas en el banco central, Argentina golpeó a numerosas puertas para hacer frente a sus últimos vencimientos de deuda. Recibió un préstamo de mil millones de dólares del CAF – Banco de Desarrollo de America Latina y el Caribe y otro equivalente a 770 millones de dólares de Qatar, que serán devueltos cuando reciba la inyección del FMI. China aportó los fondos restantes gracias a un intercambio de monedas.   Reuniones con candidatos Massa viajó a Washington para reunirse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. La semana pasada, el organismo internacional mantuvo reuniones virtuales con los equipos de Bullrich y de Milei para conocer sus propuestas económicas. Los dos rivales opositores han anticipado que eliminarán las restricciones cambiarias impuestas por el Gobierno, que han fragmentado el mercado en múltiples cotizaciones, que oscilan entre los 365 pesos por dólar según el valor oficial a los 735 pesos por dólar a los que se cambia en el mercado paralalelo o blue. En medio está el tipo de cambio de los llamados dólares financieros, a los que recurren particulares y empresas para conseguir divisas mediante operaciones bursátiles.   El ministro de Economía informó que el FMI autorizó al Gobierno a intervenir en el mercado cambiario para sostener el valor de los dólares financieros y transmitir así “una situación de control de una de las variables de intranquilidad”. Además, anticipó que el viernes dará a conocer medidas destinadas a paliar el golpe por el aumento generalizado de precios tras la devaluación del 18% del peso el lunes posterior a las elecciones primarias.   Alberto Fernández afronta la recta final de su presidencia con la popularidad por los suelos y el país al borde de un nuevo incendio. “Les pido a todos los argentinos que cuidemos mucho la tranquilidad y la paz social”, dijo este miércoles en alusión a los saqueos que tienen en vilo al país y por los que ya hay cerca de un centenar de detenidos. Massa agregó que se compensará económicamente a los comerciantes afectados y se supervisará el trabajo de los jueces y fiscales a cargo de las causas abiertas por robos en distintas provincias para que apliquen todo el peso de la ley. “Lo que no nos puede pasar es que esos delincuentes entren por una puerta de la comisaría y salgan por la otra” dijo el candidato peronista en tono electoral.   El vencedor en las urnas asumirá como presidente de Argentina el 10 de diciembre, a 40 años de la recuperación de la democracia. Recibirá un país con la inflación más alta de las últimas tres décadas —se prevé que ronde el 140% a fin de año— y más del 40% de la población con ingresos por debajo de la línea de pobreza.

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Hospitales de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, en riesgo por deuda del IESS

Primicias .- El director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, Juan Xavier Cordovez, dijo a PRIMICIAS que si el IESS no cancela una parte de la deuda de USD 90 millones, deberán eliminar servicios hospitalarios. La situación de la Junta de Beneficencia de Guayaquil es crítica, al punto de que si el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no paga al menos parte de los USD 90 millones que le adeuda a la institución por prestaciones de salud, deberán tomar decisiones.   Pero no todo es queja. El director de la Junta, Juan Xavier Cordovez, dijo a PRIMICIAS que han presentado una opción para que el IESS haga un anticipo de USD 30 millones por las prestaciones ya entregadas.   Y que además auditen de inmediato lo que les deben de 2023, es decir USD 24 millones. De lo contrario, la Junta de Beneficencia de Guayaquil, fundada el 29 de enero de 1888, deberá eliminar servicios en hospitales como el Roberto Gilbert, Vernaza y Neurociencias.   ¿Cuál es la situación real de los hospitales que regenta la Junta de Beneficencia de Guayaquil, tras la deuda de USD 90 millones que tiene el IESS con la institución? Esta es una lucha que emprendimos hace dos años, porque confiábamos en que se honrara la deuda que tiene el Estado y el IESS con la Junta de Beneficencia. Esto ha tenido a la institución sumergida en problemas que incluso, en un momento dado, ha llegado al punto de cerrar los servicios. Y que gracias a la banca hemos logrado mantener en funcionamiento a la institución, porque para nosotros lo más importante es seguir prestando el servicio a las casi 5.000 personas que se acercan a la Junta todos los meses y a las cuales atendemos. El 90% de ese número está en la pobreza extrema. ¿En qué momento la Junta estuvo al borde de fracasar y acudió a la banca? Fue en 2020, justo en la pandemia de Covid-19. En aquella época, el IESS nos debía USD 50 millones y la banca nos hizo el préstamo, lo que nos mantuvo con vida. Hoy en día, nos deben USD 90 millones, casi el doble, durante estos dos años. Y esto ha llegado al punto de que es insostenible para la institución mantener los servicios que damos. ¿Cuáles son esos servicios? Por ejemplo, el Hospital del Niño Roberto Gilbert, que tiene la única unidad para quemados de la ciudad, junto al Hospital Vernaza. Son unidades indispensables y que regenta la Junta. El Hospital del Niño es de referencia nacional y mundial. Aquí recibimos niños de todo el país. El Vernaza es líder en trasplantes a escala nacional. ¿Qué pasó con la maternidad Alfredo Paulson? La maternidad está cerrada hace casi dos años con la esperanza de reabrirla y repotenciarla. Ese es uno de los problemas que hemos sufrido en este periodo. No lo hemos podido hacer porque no tenemos el dinero. Íbamos a convertirla en un hospital de especialidades de primer nivel, pero reabrirla nos cuesta USD 25 millones. ¿Y el hospital de Neurociencias de Guayaquil? Este hospital fue fundamental en todo el proceso de pandemia y pospandemia. Los problemas psicológicos fueron los más registrados por el Covid-19, de 2020 en adelante. Y está permanentemente lleno. ¿Cómo han logrado seguir operando, pese a los problemas financieros? Es que la Junta no es solo salud, tenemos muchos radios de acción. Recorremos todo el país con misiones solidarias, atendemos temas dentales y hacemos de 300 a 800 operaciones mensuales gratuitas. Tenemos hogares para adultos mayores, áreas de educación y deporte, no solo en Guayaquil. Ahora estamos llevando un programa muy importante de nutrición infantil en Santa Elena. Para seguir funcionando, la Junta propone que se pague un anticipo de USD 30 millones y el pago de prestaciones de enero a mayo de 2023 por USD 24 millones. ¿Qué respuesta han tenido? La Junta ha tratado de buscar una manera para que nos salgan los pagos. El problema es que siempre que los hacemos se interponen problemas operativos. La solución que hemos encontrado es que nos paguen estos casi USD 55 millones, con lo que básicamente se pondría la deuda a los niveles que tenía cuando empezó el Gobierno (de Guillermo Lasso). El gran brinco de la deuda ocurre en este Gobierno, es decir de USD 50 millones a USD 90 millones en dos años, en lugar de bajar de USD 50 millones a USD 30 millones, que era lo que esperábamos. Con esta falta de dinero, ¿cuál es el peligro real de los hospitales? Esto está poniendo en riesgo las atenciones en los hospitales del Niño, Vernaza y Neurociencias y para esto ya no tenemos oxígeno. Por eso le hemos dicho al presidente del Consejo Directivo del IESS (Alfredo José Ortega) que la situación ha llegado a un punto crítico total. Tenemos casi 24 meses de deuda, como ninguna otra institución. ¿Por qué le hacen eso a la Junta?, porque esa no es la situación de otras instituciones, que tienen de tres a 12 meses de tiempo de deuda. Cuando entró el nuevo Gobierno, lo primero que hicieron fue eliminar a todos los auditores. Por ende, dejaron de auditar, no pagaron nada y la deuda comenzó a crecer inmediatamente. El director general del IESS, Diego Salgado, ha dicho que desde julio de 2022 han cancelado a la Junta USD 58.615.743 y que próximamente les pagarán USD 20 millones de “una deuda histórica no generada en esta administración”. Lo escuché, pero en ese mismo periodo en el que pagó esos USD 58 millones, nosotros hemos dado USD 100 millones en inversión, de servicio. Por lo que nos queda debiendo USD 40 millones todavía. Entonces no es que ha pagado, sino que ha pagado menos de lo que ha recibido él mismo (en prestación de servicios). Parece que hay confusión en las cifras. En el sector salud tenemos casi 4.000 empleados, debemos cumplir con las medicinas, con los servicios, con todas las industrias que están alrededor de los hospitales, lo que significa USD

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La reactivación económica de Venezuela se estrella con la fragilidad del crédito

El País .- Las cifras comienzan a recuperarse luego de la quiebra de la economía en 2018, pero siguen muy lejos de los niveles deseables, atascadas por las altas tasas de inflación y la crónica incertidumbre.   Venezuela es, en este momento, el país que tiene la tasa crediticia más baja de América Latina, y esta circunstancia deja el funcionamiento de su economía con uno de sus motores naturales averiados. La debilidad del crédito bancario en el país sigue representando –junto al levantamiento de las sanciones, el regreso al financiamiento internacional y la recuperación de su industria petrolera- uno de los obstáculos más notorios para que el país retome las tasas de crecimiento previas a su profunda crisis social y política.   Hay consenso entre los actores económicos -incluyendo al Gobierno chavista- en torno a la necesidad de recuperar la tasa de financiamiento de proyectos productivos, pero las altas tasas de inflación y la debilidad de la economía luego del derrumbe del ciclo 2014-2020 le colocan claros límites a este objetivo. La banca venezolana, la quinta en tamaño de América Latina hasta el año 2012, tras haber sido azotada por cuatro años de hiperinflación, sobrerregulaciones y amenazas, es hoy una de las más pequeñas de toda la región.   En 2022, los préstamos y financiamientos para consumo y desarrollo de proyectos de la banca nacional mostraron una clara recuperación – promediando, de acuerdo con cálculos de la consultora Ecoanalítica, unos 1.000 millones de dólares-, pero su nivel sigue siendo diminuto, muy lejos de su ritmo histórico, que llegó a ubicarse en 15.000 millones. En 2016, en plena crisis de hiperinflación, las cifras de financiamiento de la banca privada tocaron la ridícula cifra de 400 millones de dólares.   “La hiperinflación, la depreciación de la moneda, y el consecuente debilitamiento de la banca, además de importantes problemas de sobrerregulación por parte de las autoridades, han ocasionado este derrumbe”, señala Asdrúbal Oliveros, economista y socio directivo de la firma Ecoanalítica.   El portal informativo Hispanopost señalaba que, hace poco, algunos banqueros se reunieron con las autoridades venezolanas con el objeto de explorar la posibilidad de autorizar el volumen de créditos a través de la reducción del encaje legal. Todo indica que, de momento, el Banco Central de Venezuela no podrá hacer mucho más para complacer estas demandas.   Un alto ejecutivo bancario que prefirió mantener su nombre en la reserva confirmó la existencia de ésta y otras conversaciones con las autoridades. “Se les ha dicho que hay que bajar el encaje. En el Banco Central de Venezuela entienden que el crédito no se está alimentando de los depósitos, sino del patrimonio de los bancos. El BCV está haciendo grandes intervenciones para mantener el tipo de cambio. Con la dolarización vinieron los créditos indexados, dolarizados, en 8 por ciento, y préstamos al 16 por ciento de interés. Eso hace que mientras los depósitos bajen, el crédito comience a subir”. “Para frenar el precio del dólar, el Gobierno aplica una política monetaria restrictiva con un elevado encaje que impide a los bancos prestar más del 70% de los depósitos que reciben del público”, observa el economista y exministro de minería Víctor Alvarez. “El elevado encaje deja sin liquidez a los bancos para financiar la producción y el consumo. Por eso en Venezuela no hay créditos hipotecarios, tampoco para comprar automóviles, y ni siquiera para comprar artefactos electrodomésticos. Y el límite de la mayoría de las tarjetas de crédito gira en torno a los 20 dólares. Los bancos están descapitalizados y patrimonialmente no pueden afianzar un elevado volumen de créditos”.   La consecuencia inevitable es que esta restricción, afirma Alvarez, es el freno al consumo privado, “componente clave de la demanda agregada que mueve la producción y reactiva la economía”. “Las tasas de crédito tuvieron un repunte importante, de casi el 90% en 2022, pero lo curioso es que eso sigue siendo insignificante”, dice José Manuel Puente, economista y académico del Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA.   Puente afirma que la reducción de las tasas inflacionarias es una condición necesaria, pero no suficiente, para apuntalar la recuperación de los préstamos, y afirma que, para que el crecimiento en el país sea sostenido, será necesario “un programa adecuado de estabilización macroeconómica con ayuda financiera internacional. Es imposible que los préstamos de la banca a los sectores productivos aumenten mucho con tasas reales negativas como las que existen en Venezuela: un promedio de 40% en un país que tiene una inflación superior al 200%”.   Venezuela necesita conjurar el grave problema inflacionario que todavía padece para emprender una recuperación económica que le regrese protagonismo a la banca nacional y dinamice su economía. Las políticas restrictivas de la liquidez que adelanta el Ejecutivo tienen un sesgo recesivo, que ata a los bancos de pies y manos.   “El crédito bancario seguirá aumentando, quizás de forma inercial”, pronostica la fuente vinculada a la banca. “Falta mucho. Para que el aumento sea vigoroso, se necesitan más depósitos y generar ganancias por la vía de la devaluación: te presto 100, me tienes que pagar eso, más 16%, más la depreciación. Eso obliga a pagar 232. De esos, 116 son lo pactado, y el resto mi ganancia. Si no hay depreciación, las ganancias de la banca se reducen”.

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La economía venezolana busca espacios para crecer entre el ‘efecto Chevron’ y el techo de la crisis política

El País .– La ampliación de licencias de multinacionales devuelve vitaminas al fisco venezolano, pero persisten graves cuellos de botella ante el colapso del crédito y las sanciones   Los venezolanos vieron el pasado mes de junio cómo los precios aumentaban un 8,5%, según el cálculo del Observatorio Venezolano de Finanzas. La inflación acumulada en el país, hasta la mitad del año, es, de acuerdo con el mismo organismo, del 100,75%. Y hay cierto consenso entre los analistas económicos en que pueda alcanzar un 200% a fines de año. El promedio de tres dígitos, si bien tiene proporciones aterradoras, es muy inferior al que sufrió el país en su historia reciente, por ejemplo en 2018, el momento cumbre de la hiperinflación y del éxodo masivo de ciudadanos.   Luego del histórico derrumbe de la economía registrado entre 2014 y 2020, que se llevó consigo el 80% de su Producto Interno Bruto como consecuencia de una caída drástica de la producción petrolera, Venezuela busca desesperadamente espacios para expandirse. Y esa expectativa, de momento, parece condenada a tener un techo: su propia crisis política.   La economía venezolana crece, apuntalada en una mejora de su PIB petrolero, pero a un ritmo claramente insuficiente. A finales del año pasado se registró una depreciación cambiaria que casi congela de nuevo la actividad productiva, agravada por nuevos hechos de corrupción en el Gobierno. El país necesita tener varios años con tasas de crecimiento de dos dígitos para poder recobrar su vieja fisonomía.   Hoy, el inventario acumulado ha hecho posible que muchas cadenas comerciales –Farmatodo, Central Madeirense, Excelsior Gamma, Beco– enfrenten las adversidades haciendo ofertas, tocados por la necesidad de mover su mercancía. Las importaciones, tradicionalmente muy altas, han tenido un descenso. La contracción del consumo ha puesto contra la pared a muchos usuarios, que deben escoger cuál necesidad atender, y que por eso con frecuencia abandonan la lealtad a las marcas. Los productos nacionales, menos abundantes, son también más caros.   El salario mínimo mensual equivale a apenas 5 dólares. Las escalas salariales del sector privado son mucho más razonables, y a menudo complementadas con bonos en dólares, pero se quedan cortas. Nicolás Maduro ha decretado aumentos de bonos complementarios que entrega el Gobierno, junto a bolsas de comida. Son muchas las personas que tienen dos y tres trabajos, cada uno de ellos muy mal pagado. Comienza a ser frecuente encontrar gente que vive del dinero enviado por sus parientes en el exterior.   En los agentes económicos hay alguna expectativa ante el impacto del llamado “efecto Chevron”, ahora que esta multinacional ha obtenido licencia para ampliar sus operaciones en el país y ha aliviado las arcas venezolanas. La alicaída producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) parece recobrar algún vigor con las gestiones de Pedro Tellechea. Las compañías mixtas Sinovensa y Petromonagas han recuperado terreno. Es claro el interés de otras operadoras internacionales de crudo por obtener licencias de producción en el marco de las sanciones internacionales. El país se acerca a los 800.000 barriles diarios de producción, lejos de sus tradicionales 3 millones de barriles del pasado. Las licencias a Eni y Repsol a la producción de gas nacional tendrán un impacto positivo en el fisco. El Gobierno de Maduro ha mejorado su recaudación en impuestos y aplica una dura voracidad fiscal a algunas actividades económicas.   “Al entrar 2023, vino un frenazo en las ventas y eso tumbó las ilusiones de mucha gente. Veníamos de un excelente año. Se han venido recuperando, pero por debajo de lo esperado, y mucho menos que en tiempos anteriores”, afirma Rafael Montaña, empresario dedicado a la comercialización de alimentos, especialmente café a nivel nacional. “El empresario de este momento lucha es por mantenerse en el marcado, así sea en las mismas condiciones”.   El mercado de la que fue la cuarta economía latinoamericana se ha reducido dramáticamente desde 2014. César Petit, economista exjefe del Departamento de Análisis Económico del Banco Central de Venezuela, hoy analista financiero de la firma BancTrust and Co, afirma que, en un nuevo contexto de incertidumbre política, muchos planes de inversión privada pueden postergarse.   Tamara Herrera, economista y directora de la firma Síntesis Financiera, opina que la puesta en vigor del Impuesto a las Transacciones Financieras, a finales del de 2022, tuvo un grave efecto en el desempeño económico. “El mayor de los problemas del país es que necesitamos incentivos para invertir, y financiamiento interno y externo. Nada de eso existe”, afirma. “Sin crédito bancario no hay producción ni consumo. Las necesidades de fondo de la economía requieren cambios profundos”.   En medio del filtro informativo promovido por el Banco Central de Venezuela y las autoridades del país, los actores económicos trabajan para crear sus propios monitores de análisis e incorporar técnicos que les permitan elaborar una data confiable en torno a donde están parados.   “Este equipo de asesores ecuatorianos que asiste al gobierno mantiene desde 2018 los mismos cuatro elementos de política económica, alternando la intensidad de uno y otro”, afirma Herrera. “El enfoque es restringir la cantidad de bolívares en la circulación para que la gente no compre dólares y bajar la presión del tipo de cambio. La hiperinflación pasó, pero esta política tiene efectos recesivos, y las tasas inflacionarias siguen muy altas”.   Las diferencias entre el nivel de vida de Caracas y el interior del país son muy notorias. En la capital se sienten mucho menos los problemas con los servicios públicos. “Para llegar a lo que antes vendía en una semana, debo trabajar un mes”, afirma Euclides Do Nascimiento, hijo de emigrantes portugueses que administra una bodega en Boleíta, zona industrial al este de Caracas. “Viene mucha gente al negocio a pedir comida, ayuda. No puedo complacer a todo el mundo, les tengo que decir que se vayan.”   “No parece muy probable que venga una nueva flexibilización de las sanciones internacionales”, observa Petit. “Si María Corina Machado sigue subiendo en las encuestas y Maduro se ve perdido en unas elecciones, pueden venir una radicalización que cree una crisis y afecte

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El centro de San Francisco se vacía en una lenta decadencia

El País .- El cierre de negocios minoristas, el aumento de delitos contra la propiedad y la crisis de las tecnológicas profundizan el éxodo de barrios que fueron vibrantes. La torre Salesforce domina el paisaje de San Francisco. Con sus más de 300 metros de altura, el edificio reclama un puesto destacado del centro de la ciudad. Pero la imponente edificación con forma de misil y con una instalación lumínica en lo más alto tiene un problema: está prácticamente vacía. La compañía de gestión empresarial, la principal empleadora en la urbe de las tecnológicas, sufre desde hace meses dolores de cabeza para que sus 12.000 empleados vuelvan a la oficina. Después de haber decretado en 2021 la muerte del horario laboral de nueve a cinco, Salesforce ha dado marcha atrás a un modelo híbrido entre presencialidad y teletrabajo. Este mes prometió donar 10 dólares a organizaciones sin ánimo de lucro por cada trabajador que acuda físicamente a la torre entre la calle Mission y la primera avenida. Salesforce asegura que desde febrero ha logrado que el 40% de su plantilla vuelva a la oficina.   Solo unas manzanas más allá, sobre la segunda avenida, se encuentran las ruinas de Alexander. La librería independiente celebró en abril 32 años desde que abrió sus puertas en una de las zonas más turísticas de San Francisco, a solo unos pasos de Embarcadero, en la orilla oriental de la ciudad. Su vitrina luce hoy un gran letrero color naranja con la palabra “cerrado”. “Lamentamos tener que cerrar y dejar a San Francisco sin una librería más, especialmente en este barrio”, dice una nota pegada en la puerta para los despistados que no se enteraron de la liquidación en sus tres pisos de 50.000 títulos con un 25% de descuento.   El local a la izquierda de la librería anuncia que está en alquiler y cuenta con equipo de cocina a la espera de que alguien se anime a poner un restaurante en una zona que era vibrante hace algunos años. La historia se repite con el edificio a la derecha, una antigua sucursal bancaria. La inmobiliaria Jones Lang LaSalle anuncia que tiene disponibles casi 1.000 metros cuadrados. Este tipo de carteles puede verse en decenas de edificaciones en varias manzanas a la redonda.   La zona ha dejado de ser buen negocio. Mike Stuppin, uno de los dueños de la librería, asegura que esas manzanas han perdido en los últimos años la mitad de su tráfico peatonal. “Ha sido todo un desafío colocar esas propiedades desde la pandemia por el aumento del teletrabajo y también por algunos problemas que San Francisco ha tenido en los últimos años”, afirma en un correo el corredor inmobiliario Ben Lazzarechi, quien tiene en su portafolio varias propiedades en la zona.   Un informe de finales de junio elaborado por una consultora del sector de bienes raíces estima que un tercio de las oficinas del centro de la ciudad estaban vacías al cierre del segundo trimestre. “Este porcentaje ha crecido periodo tras periodo a lo largo de tres años”, señala Max Sander, otro analista del sector. Este especialista menciona que los edificios desocupados podrían abrir un boquete de 200 millones de dólares [unos 183 millones de euros] en el presupuesto de la ciudad hacia 2028 si continúa la tendencia. El escenario ha sido comparado por algunos integrantes del Consistorio como el avistamiento de un iceberg que podría provocar una catástrofe en las finanzas de la ciudad.   Es difícil cifrar cuánta gente ha perdido el centro de San Francisco. Antes de que estallara la pandemia de covid-19, las autoridades calculaban que unas 245.000 personas trabajaban allí. En febrero pasado, un informe encargado por el Ayuntamiento aseguró que por lo menos 147.000 personas habían dejado de ir a la zona por el cambio de dinámicas forzado por la emergencia sanitaria. Algunos han vuelto, pero aquella cifra no contempla otra crisis, la económica. Decenas de tecnológicas han realizado recortes desde el año pasado. De acuerdo con la página web Layoffs.fyi, decenas de empresas, entre ellas Amazon, Meta, Google y el propio Salesforce, han despedido a unos 200.000 empleados en lo que va de 2023, aunque no todas las plazas estaban basadas en la ciudad. Un hombre pasa en bicicleta delante de varios locales cerrados en el barrio de Chinatown en San Francisco, el pasado 24 de mayo. La agonía del centro de San Francisco se nota en especial en los negocios minoristas. La crisis se agravó a mediados de junio. Westfield, uno de los centros comerciales más importantes de San Francisco, anunció entonces que tras 20 años dejará de operar el negocio a unos pasos de Union Square, una de las paradas obligadas para los turistas que visitan la Bahía de San Francisco. La compañía ha dejado de pagar el préstamo de 558 millones de la propiedad, que tiene 140.000 metros cuadrados de tiendas y oficinas. Y ha anunciado que busca traspasar el negocio a otro grupo empresarial. De momento, nadie se ha interesado.   Como justificación, Westfield citó las “difíciles condiciones de operación del centro”, que se han traducido en una caída de ventas (en parte por el aumento de las compras on line), ocupación y tráfico peatonal. Los grandes almacenes Nordstrom, que ocupaban el 20% del espacio, han informado de que no renovarán su contrato de arrendamiento y cerrarán sus puertas después de 35 años.   El ciclo de la ruina Aunque no las menciona, las condiciones adversas a las que hace referencia Westfield son bien conocidas. De hecho, se conocen entre los locales con el término “doom loop”, donde un problema desencadena otro provocando un ciclo de ruina. Entre estos está la crisis provocada por una población de casi 8.000 personas sin techo en la ciudad, que tiene unos 800.000 habitantes. Se concentran en el barrio de Tenderloin, enclavado en pleno centro. El abuso de sustancias estupefacientes, que puede observarse a plena luz del día, la crisis de salud mental de muchos afectados y el aumento de la delincuencia juvenil, causan dificultades a los

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El milagro económico boliviano cruje por la falta de dólares

El País .- El Banco Central no informa de sus reservas desde hace cuatro meses, lo que ha empezado a alimentar el temor de los ahorristas y la especulación de los importadores.   “Compro dólares”. Muchos comercios de las grandes ciudades bolivianas han fijado este cartel en sus vidrieras. La divisa estadounidense se ha convertido en el bien más escaso en el país. Tanto, que el Banco Central no informa de sus reservas en divisa desde hace cuatro meses. Se supone que son exiguas, y como todo lo que es escaso sube de precio, el dólar se ha empezado a comprar por fuera del sistema financiero. En ese mercado paralelo cuesta un 15% más que el precio oficial.   Vender y comprar dólares por encima del valor fijado por el Estado está prohibido y varias personas han sido detenidas temporalmente por hacerlo. Aun así, nadie en las tiendas con los carteles piensa en comprar a un precio que ya no es real para los ciudadanos comunes. La devaluación está oficialmente descartada, pero ha ocurrido de hecho. Nadie espera que el tipo de cambio y, con él, la dinámica económica, vuelvan a ser los de antes.   Los economistas de oposición conjeturan que Bolivia seguirá el camino de su vecina Argentina, que sufre un constante deterioro de su tipo de cambio, con un mercado paralelo afianzado desde hace más de una década que dobla la cotización oficial. En Bolivia no hay inflación, pero la falta de dólares está elevando los precios de los productos importados, que son muchos en un país muy poco industrializado. No es la única dificultad para los importadores. Para evitar la fuga de dólares al extranjero, que en parte explica la caída de las reservas internacionales del Banco Central, las transferencias de divisas deben pagar el 10% del monto enviado, un porcentaje que hay que sumar a los costos de importación.   Hasta ahora, el golpe le ha llegado sobre todo a la clase media y no a los amplios sectores populares que respaldaron al presidente Luis Arce en las elecciones de hace dos años y medio. Pero los problemas se están acumulando. Los medicamentos, por ejemplo, que vienen de Chile, Colombia y la India, están subiendo y, algunos, escaseando. Es cuestión de tiempo para que el alza de facto del dólar se traslade al costo de vida. Las autoridades aseguran que eso no pasará.   Otro bien clave que está racionado en determinados rangos de consumo es el diésel. El Gobierno afirma que esto se debe a la necesidad de controlar el contrabando de este combustible, que, aunque se importa en su mayor parte, está subvencionado. El litro cuesta 50 centavos de dólar en Bolivia, más de un dólar menos que el promedio mundial. El contrabando de combustibles a los países vecinos sangra el presupuesto público en unos 250 millones de dólares anuales. La oposición cree que el racionamiento se debe a la falta diésel que el Gobierno ya no tiene cómo importar. Hay denuncias de que la administración de Arce está dejando las facturas de las empresas importadoras sin pagar. Se sabe que algunas grandes empresas mineras y agropecuarias están importando diésel directamente, a pesar de que el precio internacional es mayor.   Otra dificultad de la balanza de pagos boliviana es la caída de las exportaciones desde agosto del año pasado. La causa está en la bajada del valor internacional de varias materias primas que produce Bolivia y por una menor producción de gas. El país está extrayendo un 33% menos de gas de lo que producía en 2014. El déficit comercial resultante (más importaciones que exportaciones) se ha prolongado por ocho meses, así que, con el Banco Central sin reservas, el Gobierno no tiene de dónde sacar divisas. Encima, algunos exportadores privados no repatrian sus divisas porque temor a que queden “atrapadas” en unos bancos sedientos de dólares y por la alta tasa que tendrían que pagar para sacarlas de nuevo del país.   El presidente Arce fue el ministro de Economía de los tres Gobiernos de Evo Morales, entre 2006 y 2019. Arce es el gran rostro del “milagro boliviano”, el periodo de mayor prosperidad de la historia del país, cuando, entre otros récords, se acumularon reservas internacionales por el 50% del PIB. Arce ha llegado a ser considerado el mejor economista del país, pero ahora parece estar desprovisto de soluciones.   Arce ha negado en los últimos meses que Bolivia enfrente una crisis interna. Prefiere hablar de los efectos, en su visión pasajeros, del mal momento económico mundial. Como, por razones ideológicas, aún no considera recurrir al Fondo Monetario Internacional, su Gobierno ha empezado a buscar soluciones. La última, para atacar las restricciones cambiarias, fue aprobar la “ley del oro”, que autoriza al Banco Central vender 22 toneladas de sus reservas para obtener unos 1.200 millones de dólares. Esta ley, afirma el Gobierno, evitará que Bolivia caiga en cesación de pagos este año. Pero el país necesita una cifra igual o mayor, con la que no cuenta, para tratar de cambiar las expectativas de los bolivianos, que hoy son las que expresan los carteles de “compro dólares”.

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Libre uso de armas, privatizaciones y el fin del aborto legal: el programa de Javier Milei para gobernar Argentina

El País .– El diputado de ultraderecha se perfila como tercera fuerza en las presidenciales de octubre y marca la agenda del debate político Al grito de “los zurdos tienen miedo”, Milei convocó a una multitud el pasado domingo en uno de los eventos más esperados de la Feria del Libro de Buenos Aires. La noche no parecía estar para celebraciones. El domingo también hubo elecciones en tres provincias del país y su partido apenas figuró. La única candidata que aupó, una pastora evangélica que se postuló a gobernadora en Tierra del Fuego, quedó tercera con apenas el 7% del padrón, tres veces menos que los votos en blanco. Mientras terminaba el conteo, el diputado libertario, que lidera en muchas encuestas presidenciales en Argentina, presentó un libro ante una sala llena que enloqueció apenas atravesó la puerta. Milei había renunciado hace dos semanas a apoyar candidaturas en las provincias por falta de recursos y sus pocos candidatos se evaporaron en el aire. Poco importaba. Su partido busca centrarse en la batalla más grande: las primarias de agosto y las presidenciales de octubre.   En la línea de Jair Bolsonaro o Donald Trump, las propuestas de Milei de eliminar el Banco Central para dolarizar la economía, privatizar las empresas estatales, o liberar la venta de armas –y la de órganos– han marcado el debate público en los últimos meses. Este martes por la noche, una abogada publicó extractos de su programa de Gobierno en Twitter y las propuestas se convirtieron en el gran tema de debate. El fin del aborto legal y la educación sexual en las escuelas, un sistema de salud público de pago, o la unión de los sistemas de Seguridad y Defensa para que el Ejército tenga un despliegue mayor en el territorio nacional son algunos de los caballos de batalla de un candidato que saltó de la televisión al Congreso en solo cuatro años y hoy seduce a un tercio de los argentinos.   La Libertad Avanza, el incipiente partido que da cara a la ultraderecha argentina, se presentó el pasado 10 de mayo ante la justicia electoral para ser reconocido como persona jurídica. El debate electoral arde en Argentina, pero con las primarias de agosto como primer horizonte a la vista, aún no se han definido programas. El de Milei saltó a la luz porque fue incluido entre los documentos que se presentaron ante el juzgado encargado de darle personería a su partido.   “No queda más tiempo, por eso proponemos el cambio estructural que la Argentina necesita hoy para volver a ser potencia”, dice el programa de Milei. La Libertad Avanza propone un repaso histórico de una Argentina que fue “tierra prometida” de la migración europea del siglo XIX, que “se mantenía gracias al esfuerzo, trabajo y motivaciones de ascenso social de su clase media trabajadora”, hasta un país que Milei considera destruido por “los gobiernos populistas y totalitarios que marcaron el cambio de época de mediados del siglo pasado y coadyuvaron para la relajación de esa metodología de vida y trabajo”.   El candidato de ultraderecha propone un plan de tres etapas para promover “un fuerte recorte del gasto público”, que incluye la privatización de las empresas del Estado, eliminar los subsidios y recortar el gasto en pensiones para promover un sistema privado, como el que rigió en los años noventa y desmanteló el kirchnerismo . En Salud y Educación, dos banderas del Estado argentino que bajo su Gobierno formarían un ministerio conjunto, Milei planea empezar a cobrar los servicios que den los hospitales públicos e implementar un sistema de “cheques educativos” para dejar de financiar al ministerio de Educación y que los padres inviertan el dinero en escuelas privadas. La libre venta de armas de fuego y la transición hacia un sistema penitenciario de gestión público-privada que se militarizaría hasta completar el giro, son algunas de sus propuestas de Seguridad.   Milei también propone una reforma laboral que elimine las indemnizaciones por antigüedad, derogar la ley de tierras rurales que impide vender a extranjeros parcelas que tienen fuentes de agua importantes o que están en zonas de seguridad de fronteras, “proteger al niño desde la concepción” y cobrar los gastos médicos de los residentes extranjeros que demuestren solvencia económica.   Para revertir la crisis económica que padece Argentina, la prioridad de Milei será “liberar inmediatamente todos los cepos cambiarios” y eliminar las retenciones a exportaciones. Su idea estrella de “quemar” el Banco Central para eliminar el peso argentino solo se daría tras el final de un plan proyectado a 35 años.   Un partido sin estructura nacional lopara pelear por la presidencia Milei repunta en las encuestas incluso a pesar de sí mismo. El candidato de la ultraderecha argentina gana popularidad a gritos de “echar a patadas en el culo” a “la casta política”, pero la falta de una estructura nacional para su partido le ha llevado a formar alianzas con viejos conocidos en todo el país. Entre ellos Ricardo Bussi, legislador de la provincia de Tucumán, hijo de un represor de la dictadura militar y político profesional desde 1987; o el diputado de La Rioja Martín Menem, sobrino del expresidente neoliberal Carlos Saúl Menem e hijo de otro legislador histórico de su provincia. Menem también fue el segundo candidato a gobernador provincial apoyado por Milei en las ocho elecciones que el país ha visto desde abril. Salió tercero con el 15,56% de los votos.   La última incorporación a sus listas ha sido la de su compañera en el Congreso, la abogada Victoria Villarruel, como su candidata a la vicepresidencia. Hija y nieta de militares, Villarruel saltó a la luz pública como defensora de los militares acusados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura. “Hay que reformar inevitablemente la ley de defensa nacional para que los militares puedan operar dentro del territorio”, defendió esta semana en una entrevista televisiva junto a Milei. Según las últimas encuestas, están entre los favoritos para encabezar las primarias abiertas que se celebrarán en agosto, mientras el peronismo Gobernante y la oposición

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