Vistazo .– El gigante asiático importa el 72% del crustáceo de Ecuador. Las exportaciones a China se dispararon desde el 2018. Para abrir piscinas se han destruido manglares. Estos ecosistemas cubrían 350 mil hectáreas en la Costa; hoy quedan 108 mil hectáreas; 200 mil fueron taladas para hacer camaroneras y construcciones. En el golfo de Guayaquil es evidente el avance de las piscinas que acabaron con el mangle. Mientras Ecuador es el mayor exportador mundial de camarones, casa adentro los pequeños productores asumen costos que no les permiten desarrollarse ni tener ganancias. Se desconoce si se han incorporado regulaciones ambientales en el TLC con China o si se han previsto controles de calidad o la responsabilidad del fabricante para maquinaria y equipos electrónicos, que podrán ingresar de China sin aranceles. “El mejor camarón del mundo”, así lo promociona el Ministerio de Producción del Ecuador al crustáceo producido en el país. La industria acuícola ecuatoriana es la responsable de la alta calidad de los camarones que ingresan a mercados muy regulados como Estados Unidos o Europa, acompañada por el impulso estatal directo como el subsidio a los combustibles (diésel para generar electricidad) o la concesión de piscinas camaroneras en playas y bahías; algunas cuestionadas por talar manglares para abrir las camaroneras. En este camino de desarrollo camaronero, los gobiernos de turno han desarrollado varias iniciativas para reducir la huella ecológica de producir camarón. Una muestra es el crédito firmado con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en septiembre del 2023, para electrificar las camaroneras y disminuir el uso de diésel en el funcionamiento de las bombas de aireación y otras necesidades energéticas de las camaroneras. El electrificar las camaroneras fue uno de los anhelos del expresidente Lenin Moreno, quien dispuso que se implemente un plan en el 2018. Sin embargo, solo se concretará con el préstamo de la CAF. El otro puntal para el éxito del camarón ecuatoriano es la inversión en tecnología y desarrollo. En esta industria, desde los 90 los laboratorios de larvas de camarón mantienen investigaciones y mejora genética, la mayoría privada; se puede decir que es un esfuerzo de particulares. Una muestra, fue el anuncio del Ministerio de Producción del Skretting Aquaculture Guayas Center para el desarrollo e innovación del camarón, una multinacional presente en 10 países. Al revisar las cifras del comercio exterior del Ecuador, se puede afirmar que a los exportadores de camarón les ha ido muy bien. Lejos quedaron las secuelas de la mancha blanca, una enfermedad que en 1998 devastó las piscinas camaroneras y contribuyó a la crisis económica que terminaría dos años más tarde con la dolarización. Para septiembre del 2023, el Banco Central del Ecuador (BCE) anunció que las exportaciones de camarón superaron a las petroleras y, por supuesto, al banano. Entre enero y julio del 2023, el BCE publicó que las exportaciones de camarón alcanzaron los USD 4.396 millones de dólares, mientras las exportaciones de petróleo fueron de 4.082 millones; USD 314 millones más por camarones. El 2023 terminará sobre los 7.000 millones de dólares. En los siguientes gráficos se puede divisar el incremento de las exportaciones de camarón, tanto en toneladas como en dólares. Se puede observar un incremento constante de aproximadamente el 15% anual, entre los años 2000 y 2014; desde esta fecha, las exportaciones a China empiezan a crecer de forma casi exponencial. El mayor salto se produjo entre 2017 y 2019, pasando de 100.000 toneladas a dos millones de toneladas. Y en el 2022 fueron 3,9 millones de toneladas. Actualmente desde Ecuador se exporta a casi el triple que a Estados Unidos (20%) y este país representó en el 2022 el 59% de las exportaciones. CHINA, EL PRINCIPAL MERCADO ¿Qué pasó para que Ecuador pase de ser una “Banana Republic” a “Camarón Republic” “Shrimp republic” un tigre exportador de camarones? La respuesta pasa por China, el principal mercado de los crustáceos ecuatorianos con una escala en Vietnam. La reducción de aranceles en China y una mayor tecnificación ayudaron a que la industria camaronera se convierta en un tsunami exportador. En enero del 2017, Ecuador se adhirió al Acuerdo Comercial Global de la Unión Europea con Colombia y Perú, pero las exportaciones se han mantenido sin grandes incrementos. Uno de los factores son las regulaciones a los productos y la trazabilidad. Una muestra de los requisitos férreos de la UE es la tarjeta amarilla que se impuso a los productos pesqueros ecuatorianos por no controlar la cadena de la pesca ilegal; ante la cual hay avances, pero no los suficientes para levantar esta amonestación. En 2017, China también anunció que reduciría el arancel de importación para 186 productos entre ellos el camarón al 2%, una rebaja considerable si se tiene en cuenta que en el 2006 ese arancel era del 6,2%. Esta reducción de aranceles coincide con la mayor presencia de China en América del Sur y en especial en Ecuador, tanto en obras de infraestructura, compras anticipadas de petróleo e incursiones de su flota de aguas distantes a Galápagos. La eliminación del arancel coincidió con la abrupta disminución de las exportaciones de camarones a Vietnam. Al revisar las estadísticas, se observa que las exportaciones a ese país cayeron en picada, una vez que China controló el contrabando de camarón ecuatoriano que se vendía como producido en Vietnam. Los datos de las exportaciones del Banco Central, así lo confirman. El apetito de China por camarones de calidad, buen sabor y más grandes, disparó la producción y las exportaciones. Para hacerle frente a este incremento de la demanda se utilizaron nuevas formas de producir camarones que estaban ensayándose desde el 2014. Desde ese año, las camaroneras ecuatorianas, que desarrollan tecnología desde 1980, aplicaron una novedosa forma de producción camaronera en condiciones controladas al milímetro, en áreas cubiertas. CAMARONERAS SE EXPANDEN A TIERRAS ALTAS El camarón se cultiva en piscinas similares a los invernaderos que se observan en la Sierra del Ecuador; igual que en ellos se vigila la humedad, la temperatura del agua, acidez y salinidad… Estas nuevas camaroneras se instalaron en zonas altas, lejos de las playas