El candidato a la Alcaldía de Guayaquil por la lista 1 plantea la creación de un Consejo Cantonal de Seguridad para definir acciones urgentes en ese tema. Cuatro problemas identifica Jimmy Jairala Vallaza, aspirante a la Alcaldía de Guayaquil por la alianza Centro Democrático-Partido Socialista (listas 1-17), en la ciudad: inseguridad, falta de reactivación económica, movilidad y drogas. Y, con base en ese diagnóstico, fruto de encuestas con brigadas juveniles y recorridos puerta a puerta, Jairala elaboró su plan de trabajo. ¿Por qué se animó? Estuve dedicado tres años al proyecto Un café con J. J. (…) Introdujimos el concepto de noticiario de radio para televisión. Con las cámaras de mi productora usted puede ver el espacio por YouTube y en Facebook en Vivo, y así en las redes empezamos a tener seguidores. Me gustó, y se me desvaneció de la mente la idea de hacer política. De hecho, en la campaña en que el partido decidió apoyar a Andrés Arauz (correísmo) yo no participé en ninguna actividad. El 5 de mayo pasado se dio la convención del partido y me pidieron que aceptara la candidatura. Yo dije: “Voy a escuchar si el ciudadano quiere”. Y eso me llevó a hacer un proceso de encuesta ciudadana que terminó en el plan de gobierno municipal. ¿Cómo fue esa consulta? Era un grupo de diez jóvenes que llegaba a los barrios antes que yo en las mañanas; hacían un barrido y encuestaban, consultando cuáles eran las necesidades de la gente. Yo iba en las tardes; evaluábamos, y en todos los barrios encontramos las coincidencias de que los problemas más grandes eran la inseguridad, la necesidad de reactivación económica, la movilidad y las drogas. Con base en los problemas que halló en esas encuestas, ¿cuáles son sus propuestas para resolverlos? Empecemos por seguridad… En Guayaquil no funciona el Consejo Cantonal de Seguridad; lo han confundido con la Corporación de Seguridad Ciudadana, que es una fundación. En el Consejo, según la ley, están representantes del Gobierno, delegados de ministros, la academia, los colegios profesionales, dirigentes de barrios… Es una gran asamblea donde se toman decisiones; no se concentra en la doméstica decisión de los que son parte de la Corporación. Este Consejo tiene que tomar decisiones importantes dentro de sus competencias, como recuperar los espacios públicos que están en manos de microtraficantes y consumidores. ¿Cómo se recuperan? Con arte, con bailoterapia, con la participación de la comunidad, con una Policía Comunitaria cercana a los vecinos: mandémosla a trabajar con los barrios, a cuidar los parques, los accesos a las escuelas… Y analicemos la posibilidad de que puedan usar armas no letales, pero en el combate a la inseguridad, no a los comerciantes informales (…). También hay que seguir con la colaboración a la Policía, pero de manera eficiente, no como es ahora. ¿Qué propone en reactivación económica? Hay varias formas de reactivar la economía. En Guayaquil hay por lo menos 200.000 negocios que no tienen permisos de uso de suelo, porque no se ha cambiado una ordenanza caduca que le impide al Municipio darlos, por ejemplo, a una tienda de abarrotes que se ha levantado en el garaje de una casa. Si ya es una realidad y son personas que tienen 20 años así, es necesario regularizarlos sin cobrarles. Esto va a permitir que tengan acceso a líneas de crédito, de BanEcuador o las que consiga el Municipio con fondos no reembolsables. Reactivar la economía significa que, si se van a hacer obras en los barrios, la gente de ellos pueda participar como mano de obra. Y, definitivamente, la mejor fórmula de reactivación es devolverle la seguridad a Guayaquil. (…) La economía también se reactiva con la movilidad, y por eso planteamos construir un tren aéreo eléctrico, que es silencioso, amigable con el ambiente, rápido… Ese es el tercer tema… Sí, y es parte de la reactivación económica. ¿Por qué? Pues porque en la primera fase hay 19 estaciones, y en cada una van a funcionar pequeños centros comerciales que reactivarán la economía del barrio y donde habrá la posibilidad de incluir a emprendedores. ¿Cómo funcionaría este tren? La estación central en la primera fase sería en Monte Sinaí, porque es un sector donde no hay transporte público. La idea es empezar en sectores deprimidos. Luego están las estaciones Valle Hermoso, Prosperina, Casuarina, Entrada de la 8 y la Florida. Las paradas estarán a 1,5 o 1,8 km de distancia. En la primera fase son seis. En la segunda fase, Prosperina, Espol, Universidad del Pacífico, Jardines del Salado y Puente Portete. Y la tercera, Santa Teresita, Muisne, Santa Martha, Trinitaria 2, Trinipuerto, Trinitaria 1, Integración Sur y La Pradera. Esto no es todo, es una parte (…). Pero, mas allá de que en enero lo presentemos completo, no quiere decir que vamos a imponer las rutas. (…) Ahora, hay otro trazado que conectaría la estación de la Universidad del Pacífico con el nuevo aeropuerto pasando por la vía a la costa, que es lo que estamos preparando. ¿Cómo se podría financiar? Se puede financiar de varias formas: como una alianza público-privada o concesionado el servicio a 30 años; no puede ser menos, para que sea económicamente rentable para el inversionista. ¿Qué pasará con la Metrovía? Estamos apuntando a que en algunas estaciones del tren elevado se pueda conectar con la Metrovía; pero otra Metrovía, no lo que tenemos ahora, sino con vehículos climatizados, como tiene que ser (…). El ciudadano que se baja en la estación de la Universidad del Pacífico o Prosperina, en los mismos alimentadores del tren, llega a la estación más cercana de la Metrovía y puede continuar a otros puntos de la ciudad. Esto se llama transporte integral. Si hay que revisar las condiciones de los acuerdos con los transportistas, hay que hacerlo. ¿Y qué ha pensado para la Aerovía, que no está funcionando? La Aerovía es una caja de Pandora, porque no se sabe qué nos vamos a encontrar.