CBSnews .– Kim Knor ha practicado paracaidismo la mayor parte de su vida. El primer salto de la residente de Colorado fue en 1959, cuando tenía 20 años. Knor dice que estaba en Chicago cuando escuchó por primera vez a un grupo de reservistas del ejército hablar sobre un club de paracaidismo. Casi de inmediato se despertó su interés y pronto, Knor se dio cuenta de que este equipo la necesitaba tanto como ella los necesitaba a ellos. «No tenían ningún equipo estadounidense para los campeones del mundo. Había hombres pero no mujeres», dijo Knor. Y se puso en marcha: haciendo paracaidismo por Estados Unidos, Europa y más allá. Haciendo mejores amigos e incluso mejores recuerdos. «Cuando conseguí un trabajo en Washington, el tipo que abandonó mi paracaídas en 1962 era de Yugoslavia y un amigo nuestro en Washington nos volvió a juntar y nos casamos en tres meses», dijo Knor. Un día, el marido de Knor tuvo un grave accidente probando paracaídas. Después de eso, juró que ya no haría paracaidismo. Y no lo hizo durante 37 años. «Mi marido murió y los niños estaban creciendo y luego los nietos empezaron a llegar y yo comencé a saltar de nuevo», dijo. Knor tiene casi 600 saltos en su haber y dice que espera completar 1000 saltos en su vida. A sus 84 años continúa buceando y compartiendo esta experiencia con sus seres queridos. «El salto de hoy es emocionante porque voy a llevar a mi nieto más joven a dar su primer salto», dijo Knor. «Simplemente sigo la tradición de que todos los miembros de nuestra familia salten con ella por primera vez», dijo John Norsen, nieto de Knor. Kim Knor, centro, con instructor de paracaidismo, izquierda, y su nieto John Norsen, derecha. Knor dice que animaría a cualquier persona de cualquier edad a practicar paracaidismo. «¡Me siento fantástica! Quiero decir, esto es para lo que vivo», dijo. «Cada vez que la vida se vuelve demasiado difícil o demasiado triste, ¡simplemente da un salto y todo estará bien!»