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Ecuador: octubre 5, 2024

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Ecuador, octubre 05, 2024
Ecuador Continental: 12:55
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Más de 50.000 cubanos han llegado a Estados Unidos con ‘parole’ humanitario en lo que va de año

El País .- El programa de la Administración de Biden permite una entrada legal al país a quienes, entre otros requisitos, cuenten con un patrocinador. La isla vive el mayor éxodo desde el triunfo de la Revolución En la mañana del pasado 22 de septiembre, Delvis Alejandro Paz, de 23 años, abordó un avión de American Airlines desde el Aeropuerto de La Habana y en apenas 40 minutos aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Miami. A los pocos días, compartió en Facebook una foto de su primer corte de pelo en Estados Unidos y dejó un mensaje a todos los que esperan ser beneficiados, como él, con el programa de parole humanitario para cubanos: “Gente, no se desanimen”, escribió. “Les deseo mucha suerte a todos y que puedan llegar a este gran país”. Esta semana, el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) anunció que un total de 52.053 cubanos fueron autorizados para viajar de manera legal al país a través del programa de parole humanitario puesto en marcha por la Administración de Biden en el mes de enero, con el fin de frenar la migración ilegal a través de la frontera sur con México. Huyendo de la crisis económica que afecta Cuba, más de 300.000 cubanos llegaron a territorio estadounidense en los últimos dos años, superando los grandes éxodos anteriores de la historia desde el triunfo de la Revolución Cubana: el Mariel, en 1980 (125.000), la Crisis de los Balseros, en 1994 (34.00) y Boca de Camarioca en 1965 (unos 5.000). Delvis Alejandro Paz a su llegada al aeropuerto de Miami el 22 de septiembre.CORTESÍA Hasta el momento han llegado a Estados Unidos 50.185 cubanos de los beneficiados con el programa que también está disponible para nacionales de Haití, Nicaragua y Venezuela. Según las estadísticas de CBP, más de 240.000 personas de estas cuatro nacionalidades fueron beneficiadas hasta finales de septiembre de 2023. Cuba fue el tercer país más con más permisos concedidos, detrás de Haití (96.445) y Venezuela (73.092), y por delante de Nicaragua (44.298). Los requisitos del parole El programa, que otorga 30.000 visados mensuales a ciudadanos de los cuatro países antes mencionados, les permite una entrada legal a EE UU con la posibilidad de obtener permiso de trabajo, siempre que cuenten con un patrocinador que los pueda amparar económicamente en territorio estadounidense al hacer la solicitud a través del formulario I-134A, y cumplan con los requisitos de entrada legal al territorio. Aunque el parole humanitario ha supuesto para muchos cubanos una oportunidad para sortear las peligrosas y muy costosas travesías a través de Centroamérica, o la alternativa a cruzar en balsas rústicas el Estrecho de la Florida, también es cierto que desde sus inicios ha tenido no pocas críticas. Entre otras cosas, se le achaca la desorganización y la demora de los procesos, o la separación que han tenido que sufrir muchas familias y que involucra a menores de edad. La cubana Kenia Nápoles Martínez, de 39 años, llegó a Miami el pasado 29 de septiembre tras una larga espera y el temor de no saber cuándo volvería a ver a su esposo. El 30 de marzo, cuatro personas de la familia fueron beneficiadas con el parole humanitario, pero su niña de ocho meses quedó fuera. Tras varios días sin saber qué hacer, tomaron la decisión de que su esposo se fuera a Estados Unidos, mientras ella permanecía en Cuba al cuidado de la niña. Afortunadamente, Martínez pudo salir del país con su hija tras poco más de seis meses, pero aún hay muchas familias que padecen la separación a causa de fallos en el proceso llevado a través de de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS). “El programa ha sido una bendición para muchas familias, incluso para mí que no tenía otra manera de llegar aquí”, asegura Nápoles, quien ahora reside en Miami Gardens, en el sur de Florida . “Pero este tema de la separación familiar es una grieta en el programa, que se debe solucionar”. En una situación similar estuvo durante siete meses Yuneisis Nova, de 40 años. Tras ser aprobada su solicitud en febrero, tuvo que esperar por su hija de 11 años, quien no fue confirmada hasta el mes de mayo. Ahora vive en Orlando, en Florida central, y a pesar de la incertidumbre de los meses en Cuba está agradecida con el programa. “Yo solo podía venir si cruzaba fronteras”, asegura. “Reunirme otra vez con mi esposo y mi hijo que estaban aquí ha sido un bálsamo, una tranquilidad en nuestras vidas”. Por su parte, Blas Núñez-Neto, subsecretario de Seguridad Nacional, dijo al medio local América TeVé que Estados Unidos atenderá todas las solicitudes de parole y pidió paciencia a los solicitantes ante la alta demanda y la cantidad de aplicaciones que reciben mes por mes. Aunque en su nuevo reporte las autoridades estadounidenses no especificaron cuántas solicitudes habían recibido hasta el momento, el pasado mes de mayo informaron que hasta finales de abril tenían más de 1,5 millones de peticiones de estos cuatro países, y desde Cuba habían recibido más de 380.000 solicitudes, según datos de la cadena CBS. El parole no ha sido acogido por una veintena de estados republicanos de Estados Unidos, que presentaron una demanda contra la administración Biden para eliminarlo, ya que, según alegan, “incumple la ley, no responde realmente a razones humanitarias y no promueve ningún beneficio público significativo”. No obstante, aún hoy es una incertidumbre el rumbo que tomará el programa. Hasta ahora sigue siendo un alivio para muchos cubanos y una manera legal de emigrar, además de otras disponibles para ciudadanos de la isla como la visa de inmigrante, que requiere la reclamación por parte de un familiar en Estados Unidos, y el Programa de Reunificación Familiar (CRFP), que desde 2007 permite a ciudadanos estadounidenses elegibles y residentes permanentes legales solicitar un permiso de ingreso para sus familiares en Cuba.

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Menos electricidad, menos leche y menos carne: la crisis energética y de alimentos se agrava en Cuba

El País .-La isla sufrirá nuevos apagones y enfrenta un colapso del transporte por falta de combustible La crisis que desde hace años padecen los cubanos afronta un nuevo giro de tuerca. La admisión de la gravedad de la situación llegó esta semana de las mismas autoridades. Los ministros de Economía y de Energía y Minas comparecieron en el programa oficial televisivo Mesa Redonda, la tarima desde la que se anuncian cada una de las calamidades de los últimos veinte años. Con tono marcial, ambos dirigentes dejaron saber que el país no cuenta con el dinero suficiente para comprar alimentos en el exterior y que el escenario, incluyendo el suministro energético, puede empeorar en las próximas semanas. Confirmaron, básicamente, que habrá menos de todo lo poco que ya tenían los habitantes de la isla: menos leche, menos café, menos carne de cerdo, menos transporte público y menos horas de electricidad. La “economía está en una situación compleja”, dijo el viceprimer ministro y ministro de Economía Alejandro Gil Fernández, quien durante el programa emitido el miércoles no ofreció cifras pero admitió los retrasos en la entrega de alimentos racionados de manera mensual a cada hogar cubano, la falta de leche para los niños y la falta de pan. Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, anunció por su parte que habrá apagones durante octubre por un déficit de hasta 700 megawatios, lo que equivale al 20% del consumo nacional, y un empeoramiento del transporte debido a la falta de combustible. El ministro explicó que de las 120.000 a 130.000 toneladas de diésel mensuales que necesita el país, 1.000 toneladas se destinarán a la producción de electricidad. “Tenemos suministradores y países que no han podido cumplir y que han incumplido contratos. Hemos tenido que salir a comprar casi el combustible del día”, dijo. “Estamos en una situación apretada, pero vamos a ir levantando”. Tras reconocer el profundo estancamiento en que se encuentra la economía cubana y culpar al embargo económico de Estados Unidos y al incremento del precio de los alimentos en el mercado internacional, los ministros admitieron que el país necesita enfocarse en la producción nacional: “Depender cada vez más de lo que seamos capaces de producir”, afirmó Gil Fernández, quien además pidió al pueblo cubano que mantenga la confianza en la revolución. “Sabemos que es dura la vida”, insistió. “Pero confianza, que la única salida es la revolución y el socialismo”. Muchos cubanos no vieron nada nuevo en las últimas declaraciones de los ministros, y así lo han dejado saber en redes sociales. “Es más de lo mismo”, asegura a EL PAÍS Dani González desde La Habana. “Lo que sí sé es que ningún dirigente pasa por lo que pasamos nosotros, el pueblo. Me siento decepcionado de todo lo que nos han prometido y no han cumplido”. Desde antes de la transmisión televisiva del miércoles habían salido a la luz pública medidas de contingencia adoptadas en algunas provincias del país, entre las que se anunciaban la afectación de las horas de electricidad en los hogares cubanos, el ajuste del horario laboral, la readecuación del trabajo a distancia, la reducción del uso de luminarias o la reestructuración de los horarios escolares. “No creo que esta sea una situación excepcional”, dijo a EL PAÍS el economista cubano Mauricio de Miranda. “Estamos en una opción casi cero desde hace mucho rato. La economía cubana tiene una crisis estructural que lleva más de tres décadas, la economía cubana no ha salido de la crisis”. El Gobierno ha intentado rescatar sin éxito la famélica economía cubana en los últimos años con una serie de medidas entre las que destacan la llamada Tarea Ordenamiento, que contempló la unificación monetaria; las aperturas de tiendas en divisa, la apertura a los inversionistas extranjeros en algunas empresas de capital mixto; la constitución de pequeñas y medianas empresas (mipymes) o la bancarización de las operaciones financieras, por mencionar algunos. No obstante, el pueblo ha padecido una escasez que algunos solo comparan con el llamado Periodo Especial, tras la extinción de la ayuda de la URSS. En los últimos dos años de crisis se han largado del país más de 300.000 cubanos, el éxodo más grande en la historia del castrismo. La situación de escasez en la que ya estaba sumido el país vino a agravarse con la crisis sanitaria por covid-19 y la caída drástica del sector más importante de la economía: el turismo. A finales de julio el mandatario Miguel Díaz-Canel dijo que Cuba no logrará los 3,5 millones de turistas internacionales que aspiraba recibir este año. No obstante, el país sigue empeñado en destinar sus pocos recursos a este sector, algo que los especialistas consideran un desacierto. “El destinar la mayoría de los recursos al turismo ha sido un grave error, porque con la escasez de recursos financieros que tiene la economía cubana, con la muy limitada capacidad de inversión, se han desatendido sectores esenciales como es el caso de la agricultura y el sector industrial”, señala De Miranda. Los cubanos enfrentan un escenario bastante crítico, que en los últimos años se ha traducido en un creciente descontento social. Alimentos que antes eran frecuentes en la mesa como la carne de cerdo, ahora escasean. Llueven las quejas por la falta de combustible, incluso para los carros fúnebres. Los altos precios de los productos son incompatibles con los bajos salarios. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OACDH) mostró el pasado mes de septiembre en su VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba que la pobreza extrema en el país se incrementó drásticamente en un año. Según apuntan, el 88% de los cubanos vive con menos de 1,9 dólares diarios y el 48% ha dejado de comer por falta de dinero para comprar alimentos. “Se impone la necesidad de un debate nacional sobre el futuro del país”, sostiene De Miranda. Según el economista, a corto plazo la solución podría estar en permitir el fomento de la producción del sector privado. “Hay que permitir que todo el que tenga recursos para emprender, lo haga. Y que de esa

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Con sus tropas exhaustas, Putin busca ahora militares cubanos para combatir en Ucrania

Infobae .- Es el último aporte de la alianza política entre La Habana y Moscú. La ONG Prisoners Defenders denuncia que es un simple envío de “mercenarios”. El Kremlin ofrece una paga y la posibilidad de acceder a la ciudadanía rusa. Los soldados de la isla caribeña ya se entrenan en Bielorrusia.   Pasó casi un año y medio desde aquel 24 de febrero de 2022 en el que Vladimir Putin dio luz verde al Ejército ruso para invadir a la vecina Ucrania. El resultado, a día de hoy, no es en absoluto lo que preveía el jefe del Kremlin, quien estimaba que en cuestión de semanas tendría el control de Kiev. Hoy sus tropas están exhaustas, fracasaron en su intento de llegar a la capital, y por estos días hacen frente a una brutal contraofensiva de las fuerzas ucranianas para recuperar el terreno perdido. El presidente ruso sabe que para persistir en el poder necesita de una victoria. Por eso, en los últimos meses apeló a diferentes estrategias de último momento para reforzar a sus debilitadas fuerzas armadas. Una fuerzas armadas que, además, cada vez están más alejadas de los mercenarios del Grupo Wagner, cuyo jefe, Yevgeny Prigozhin, ya no oculta sus diferencias y objeciones con el ministro de Defensa, Sergei Shoigu. En medio de este complejo panorama, el Gobierno ahora saca provecho de su alianza con Cuba para reclutar militares. El mes pasado medios de la región de Kazán informaron que emigrantes cubanos empezaron a enrolarse en las filas del Ejército ruso. Según los reportes de la prensa local, los aspirantes buscan beneficiarse de la legislación promulgada por el Kremlin que permite a los extranjeros que prestan servicio militar la posibilidad de solicitar la ciudadanía rusa por la vía rápida. Una legislación que Putin se vio obligado a promover tras el masivo éxodo de jóvenes rusos por el decreto que firmó el jefe de Estado para obligar a los ciudadanos de entre 18 y 27 años a unirse al Ejército para luchar en Ucrania. Además, siempre de acuerdo a los reportes locales, los ciudadanos extranjeros que hayan firmado un contrato con el Ejército recibirán un pago único de 195.000 rublos (2.419 dólares), y los residentes de la región de Ryazan, otros 200.000 (2.482 dólares) del presupuesto regional. Quienes participen de la guerra en Ucrania, en tanto, tendrán derecho a pagos de 204.000 rublos (2.531 dólares) mensuales. El medio Ryazan Vedomosti informó que a fines de mayo los cubanos fueron enviados a la zona de la “operación militar especial”, término con el que el Kremlin se refiere a la invasión a Ucrania. La prensa rusa, incluso, citó al mayor Dmitry Zaitsev, jefe de la selección para el Servicio Militar, quien se refirió a estos casos. Según explicó, los envíos de reclutas “se realizan diariamente” y sostuvo que desde comienzos de año fueron trasladadas más de 450 personas. No obstante, no especificó cuántos cubanos forman parte de ese grupo. Ciudadanos cubanos firman sus contratos de servicio con las Fuerzas Armadas de Rusia (Ryazan Vedomosti) Si bien reconoció que el pago es un buen incentivo para los movilizados, Zaitsev manifestó que la principal motivación para aquellos que deciden unirse al Ejército ruso para combatir en Ucrania es “ayudar a la Madre Patria en tiempos difíciles”. “Los jóvenes expresaron su deseo de participar en el Nuevo Orden Mundial en el territorio de Ucrania. Vale la pena señalar que, después de eso, los residentes de Cuba podrán obtener la ciudadanía de la Federación Rusa”, agrega la información divulgada por los medios locales. Pero la verdad detrás de este reclutamiento de soldados cubanos no estaría relacionada a un sentir de amor y fidelidad con la “Madre Patria” rusa, sino con una oscura y secreta alianza entre dos regímenes aliados. Este miércoles 14 de mayo la organización no gubernamental Prisoners Defenders aprovechó su informe mensual sobre la situación de los presos políticos en Cuba para advertir sobre esta cooperación militar entre Moscú y La Habana, que representaría una intervención directa de la dictadura de Miguel Díaz-Canel en la guerra en Ucrania. La ONG que vela por los derechos humanos en la isla recordó que el régimen castrista desde el inicio de la invasión apoyó públicamente a la Rusia de Putin, y hasta alabó las ilegítimas anexiones del Donbás. Pero esa estrecha relación en los últimos meses se habría extendido con el envío de soldados cubanos para colaborar con las debilitadas tropas rusas. “Con el fin de poner un broche a esta nueva alianza con Rusia, Cuba ya está enviando soldados a Ucrania”, afirma Prisoners Defenders en su reciente informe. A mediados de mayo la agregada militar cubana, Mónica Gómez, firmó una serie de acuerdos con sus pares de Bielorrusia, país aliado de Putin que, incluso, alberga armas nucleares rusas en sus fronteras. El principal eje de esos acuerdos se centra, de acuerdo a lo informado por Minsk, “en el entrenamiento del personal militar cubano en la República de Bielorrusia” y el “fomento de la cooperación militar entre los dos países”. La agregada militar cubana, Mónica Gómez, firmó en mayo una serie de acuerdos con el Ejército de Bielorrusia “El ejército cubano es uno de los pocos en el mundo que quizás no necesite recibir formación de las tropas de Alexander Lukashenko, salvo si la formación tiene como fin entrar en combate usando el armamento moderno suministrado por Rusia”, señala el informe de la ONG, aunque reconoce que “tiene toda la lógica” en la situación actual, y luego de que los propios medios rusos se hicieran eco de los militares cubanos enviados a luchar en Ucrania. Pero Prisoners Defenders advirtió una particularidad: “Sólo hay que tener a mano la Ley de Cuba para saber que ningún militar cubano puede salir de la isla y entrar en dicho conflicto sin haber sido enviado por su gobierno con el pasaporte ‘oficial’. Es decir, son soldados ‘alquilados’ a Rusia por el gobierno de Cuba, pues de otra manera no pueden salir de la isla por Ley”. El activista cubano-español Javier Larrondo es presidente de la ONG que tiene su sede en Madrid. En diálogo con Infobae se refirió a este reclutamiento de soldados cubanos y

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