Un contingente de soldados fue desplegado a la parroquia El Chical, en Carchi, para realizar una operación militar. Cuando llegaron, los uniformados encontraron unos bultos abandonados en un paso fronterizo que conecta con Colombia. Esto ocurrió a las 23:30 del 19 de octubre del 2022. Tras revisar los bultos, los militares encontraron un revólver, 94 cápsulas detonantes y 862 envases con anfo, que es un explosivo de alta potencia utilizado para la elaboración de trampas explosivas o también conocidas como minas antipersonales. Un informe estadístico de Fuerzas Armadas señala que, desde enero hasta el 31 de octubre del 2022, se han decomisado 1 356 de esas minas artesanales antipersonales, especialmente en provincias que se encuentran en la frontera norte. Por ejemplo, el pasado 5 de octubre, soldados decomisaron 750 minas antipersonales en Sucumbíos. Esta incautación se dio durante operaciones de vigilancia ejecutadas por personal de Fuerzas Armadas (FF.AA.), en la parroquia 10 de Agosto, del cantón Lago Agrio. Allí se localizaron bultos que contenían los explosivos. Según las primeras pesquisas, ese material hubiese sido trasladado a Colombia. Investigaciones oficiales señalan que ese tipo de trampas explosivas son usadas por los grupos armados irregulares de Colombia. Además, informes de Inteligencia militar muestran que esos artefactos son muy apetecidos por esos grupos ilegales del vecino país para colocarlos en los perímetros de sus bases de descanso, lugares de entrenamiento e incluso en los laboratorios de procesamiento de droga. Círculo de seguridad El objetivo es crear círculos de seguridad para evitar que la fuerza pública colombiana o personas ajenas a la agrupación ilegal se acerquen a esos sitios. De hecho, si alguien llega a pisar esas minas antipersonales, detonaría y esa persona quedaría gravemente herida, podría perder sus extremidades e incluso la vida. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) registró 377 víctimas de artefactos explosivos durante el primer semestre de 2022, en Colombia. Eso representa un aumento del 43% respecto al mismo período de 2021. La cifra incluye a las víctimas de distintos explosivos, como minas antipersonales y los artefactos de detonación controlada. La presencia de minas antipersonales es un problema que Colombia enfrenta desde hace años. Personal militar consultado por este Diario sabe que en años anteriores estos grupos irregulares usaban diferentes tipos de explosivos, que provenían especialmente desde Perú. Sin embargo, este año, se ha identificado un nuevo fenómeno delictivo. Los grupos irregulares de Colombia han conformado una red de colaboradores en Ecuador para proveerse directamente de esas trampas explosivas con anfo. El pasado 16 de octubre, soldados encontraron 500 gramos de ese explosivo y dos cápsulas ordinarias en Esmeraldas. Este hallazgo ocurrió durante una operación de vigilancia, en el sector de Mataje Viejo. Forma de operar El oficial del Ejército ecuatoriano, Diego Hernández, aseguró que grupos delictivos se encargan de elaborar esas trampas explosivas en Ecuador y posteriormente las trasladas a Colombia, a través de las trochas o pasos clandestinos. Inteligencia militar trabaja para identificar los sitios donde las bandas ensamblan esas minas. Lo que se sabe hasta ahora es que los sospechosos almacenan estos materiales explosivos y luego los arman de forma clandestina. El anfo es una mezcla de combustible y nitrato de amonio. Se coloca todo en un envase y para desencadenar su poder explosivo se usa una cápsula detonante. Después, trasladan estas trampas explosivas, en vehículos, hacia la frontera norte. Según Hernández, la red de colaboradores de los grupos armados de Colombia deja estas trampas en el límite político internacional. Posteriormente, otros colaboradores retiran los artefactos por el lado colombiano y los entregan a los grupos ilegales “Generalmente los grupos irregulares de Colombia conforman una red de colaboradores en Ecuador. Inteligencia militar los está rastreando. Pero lo que se conoce es que son personas que viven cerca de la frontera norte y son reclutados por estos grupos irregulares para abastecerse logísticamente con armas, municiones, explosivos”, señaló Hernández. El pasado 11 de septiembre, militares ejecutaron operaciones en la parroquia General Farfán, en Sucumbíos. Durante esa intervención, los soldados hallaron 600 minas antipersonales en sacos de yute y fundas plásticas. El material explosivo se encontraba en un hueco hecho en la tierra. A ley Según el Código Orgánico Integral Penal (artículo 362), la persona que desarrolle, produzca, fabrique, emplee, adquiera, distribuya, almacene, transporte, transite, importe o exporte armas de fuego, sus piezas, municiones y explosivos, sin autorización, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años. Quien patrocine, financie, administre, organice o dirija actividades destinadas a la producción o distribución ilícita de armas, municiones o explosivos, será sancionada con cárcel de siete a 10 años. Fuente: El Comercio