Derechos de mujeres afganas serán respetados, prometieron los Talibanes; existe desconfianza y temor
Poco a poco, comienza a emerger el nuevo Emirato Islámico de Afganistán nacido de la fulgurante victoria talibán. Por ahora los talibanes insisten en llamar a la calma a la población y a la comunidad internacional y anuncian una “amnistía” y la formación inminente de un “gobierno islámico inclusivo”. Pero la realidad incontestable de que el nuevo régimen volverá a asentarse sobre las formas más rigoristas del islam tiene ya su reflejo en la vida cotidiana de los afganos. En rueda de prensa celebrada ayer en Kabul, la primera desde la entrada triunfal de los talibanes en la capital, el portavoz del movimiento Zabihullah Mujahid anunciaba una “amnistía” para los miembros de la administración del anterior régimen, así como para empleados y colaboradores locales de las embajadas extranjeras. Asimismo, el nuevo mando fundamentalista animaba a las mujeres, a las que se les asegura que sus derechos serán respetados “en el marco del islam”, a apoyar al nuevo régimen. El portavoz del grupo integrista islámico remarcó que la población femenina podrá trabajar y escolarizarse. De acuerdo con lo anunciado el martes, la prensa privada seguirá siendo “libre e independiente” en Afganistán, aunque, precisó, “no deberá actuar contra los valores nacionales”. Igualmente, la nueva autoridad talibán trató ayer de convencer a la comunidad internacional de que Afganistán no se convertirá en un santuario del terrorismo global. “Le aseguramos a nuestros vecinos que no vamos a permitir que nuestro territorio se use contra ningún otro país o individuo”, expresó el citado portavoz talibán con objeto de el portavoz talibán. “No queremos ningún enemigo ni interno ni externo”, zanjó. Mientras tanto, China, Rusia e Irán mantienen ya líneas diplomáticas abiertas con el nuevo régimen. Con información de La Razón