Costos de contratación, pensiones alimenticias, multas de tránsito se incrementan de la mano del nuevo salario de $ 450
Cámara de Comercio de Guayaquil calcula que el costo por un trabajador que gana el básico es de $ 6.990,14 al año y en 2023 será de $ 7.405,56. El incremento del salario básico unificado, además de entregar mayor liquidez a los trabajadores, también repercute en el alza de los costos de producción, pensiones alimenticias, multas de tránsito, entre otros. Esto porque este tipo de pagos se calculan con base en un porcentaje o número de salarios básicos unificados (SBU) o las remuneraciones básicas unificadas (RBU). Diego Fernando Cueva, experto en temas económicos y financieros y catedrático de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), explica que los efectos del nuevo salario en el ámbito empresarial tienen que ver en primera instancia con tener que cubrir una mayor carga salarial para sus colaboradores. También se incrementan los aportes al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), los décimos. El Comité Empresarial Ecuatoriano rechaza el incremento de $ 25 al salario básico. Aseguraron que “esta medida impacta negativamente en la creación de empleo”. Los empresarios explicaron que con el nuevo salario para el 2023 se eleva el costo mínimo de contratar un trabajador. Esto considerando los aportes de ley al IESS, un aporte al IECE, otro al Consejo Nacional de Capacitación y Formación (CNCF), los décimos y los fondos de reserva. De acuerdo con el cálculo de la Cámara de Comercio de Guayaquil, mientras en 2022 el costo en un año por un trabajador que gana el básico era de $ 6.990,14 y en 2023 será de $ 7.405,56. Para Cueva, el problema de los incrementos es que el empresario ve como una salida, al no poder cubrir los mayores gastos, optimizar el recurso humano. Entre tanto, recuerda que las multas de tránsito se calculan con respecto a un número fijo de sueldos básicos, al subir el salario también sube el monto de incremento. En el ámbito de estas multas que constan en la Ley Nacional de Tránsito, todas van al alza. Por ejemplo, quienes cometan infracciones de transporte de primera clase tienen una multa de cuatro remuneraciones básicas unificadas del trabajador. Esto, hasta el 2022 habría sido $ 1.700, mientras para el 2023 será de $ 1.800. Las infracciones de segunda clase que equivalen a seis remuneraciones básicas unificadas del trabajador suben de $ 2.550 en 2022 a $ 2.700 en 2023. Igual comportamiento registrarán las multas por infracciones de tercera clase, que serán sancionadas con multa de ocho remuneraciones. Mientras en 2022 equivalían a $ 3.400 ahora en 2023 serán $ 3.600. Otro tipo de multas como la de los peajes también se incrementan. Por ejemplo, la multa por no pagar el peaje en la autopista General Rumiñahui asciende a 15 % del SBU. En 2022 estaba en $ 63,75 y subirá a $ 67,5 en 2023. Las pensiones alimenticias también registran incremento por el alza del salario. Es que la pensión alimenticia se calcula con respecto al ingreso que tiene el trabajador y de acuerdo con las cargas familiares. Por ejemplo, para quienes ganan 1 salario básico o 1,25 salarios básicos se les aplica un pago de 28,12 % del ingreso en caso de tener un hijo de 0 a 2 años. Con el salario básico de $ 425, el pago mensual es de $ 119,51, pero con el incremento llegará a $ 126,54. Postura empresarial Para el Comité Empresarial Ecuatoriano la subida del salario básico beneficia a cerca de 215.000 personas, según cifras a octubre del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), pero resulta contraproducente porque existen 5,7 millones de personas que carecen de un empleo o que sus ingresos no llegan al SBU. En la coyuntura actual, un incremento desmedido del salario solo complica la generación de empleos de calidad para los más necesitados y puede también elevar el costo de vida de los ciudadanos al verse reflejado en la cadena de valor. “Aumentar el salario básico unificado no aumenta el empleo adecuado”, se pronunció en un comunicado. El gremio asegura que la productividad aún se encuentra por debajo de los niveles prepandemia, por lo que no es momento oportuno para aumentar el sueldo básico. Y desde el sector productivo consideran que esa decisión “es un error técnico y que las medidas para dar flexibilidad a la contratación se vuelven más urgentes que nunca”. “En lugar de encarecer la contratación debemos de centrar nuestros esfuerzos en facilitar la creación de empleo adecuado”, sostiene el Comité. Fuente: El Universo