Hospital de Cuenca demandado por intercambio de dos bebés
Los bebés fueron entregados a las madres equivocadas en 1999, en el Hospital Vicente Corral Moscoso, de Cuenca. Una familia espera la reparación integral por los daños causados. Nacieron con tan solo 20 minutos de diferencia, la madrugada del 23 de febrero de 1999, en el hospital Vicente Corral Moscoso de Cuenca. Pero por negligencia del personal que tenía turno ese día, los bebés Cristian y Paúl fueron entregados a las familias equivocadas. Los jóvenes conocieron a sus madres biológicas recién 22 años después. El breve encuentro entre Cristian, Paúl y sus madres biológicas ocurrió el 22 de junio de 2021 y, desde entonces, ambos jóvenes intentan recuperar la normalidad en sus vidas. No es fácil enterarse a los 22 años de edad que son parte de un hogar por un error hospitalario. El dolor de un hijo Sara, a quien Paul llamó toda su vida madre, viven en Pasaje, provincia de El Oro. “Nuestra relación no ha cambiado a pesar de esta noticia. Siempre ha habido mucho afecto y seguimos así”, dice Paúl, en una entrevista telefónica con PRIMICIAS. Paúl casi no tiene contacto con Magdalena, su madre biológica, quien vive en Cuenca. “Desde hace cuatro meses no he hablado con la señora. Quizá a ella no le interesa”, agrega. A Paúl le cuesta hablar de esto. Preferiría que esa verdad nunca hubiera salido a la luz. Su madre de crianza, Sara, dice a PRIMICIAS que está muy golpeado. “La situación de él es dura, pues tampoco hay una buena relación entre ellos”, detalla Sara. Ella tampoco se ve mucho con Cristian, su hijo biológico, y aunque tiene poco contacto con él, considera que tiene tres hijos: dos a los que crió y Cristian. “Con él tengo una relación buena, por así decirlo. A veces conversamos”, relata Sara. Cómo se descubrió el caso Magdalena descubrió la verdad en 2015, cuando su exesposo impugnó la paternidad en medio de un juicio de alimentos. Las pruebas de ADN ordenadas como parte del proceso revelaron que Paúl no era hijo biológico de ninguno de los dos. Al conocer los resultados, Magdalena inició una acción legal contra el hospital Vicente Corral Moscoso para localizar a su hijo biológico. La búsqueda estuvo a cargo de la Policía y de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased). La Policía revisó los registros del día del nacimiento y descubrió que en el Vicente Corral Moscoso hubo 12 partos en esa fecha. Las unidades de inteligencia ubicaron a las familias y les practicaron pruebas de ADN hasta encontrar a Paul, el hijo biológico de Magdalena. La ropita del bebé En el otro lado de esta historia, un día de 2020 que prefiere no recordar, Sara recibió una llamada en la que le dijeron que Paúl no era su hijo. Sara se asustó y pensó que intentaban estafarla e incluso cambió el número de teléfono. Se negaba a creer lo que los investigadores le decían. Pero al recordar el parto, un detalle le dio pistas de que eso que tanto la espantaba podía ser era verdad. La madrugada del 23 de febrero de 1999, cuando la enfermera llevó al bebé, su esposo se percató de que no tenía puesta la misma ropita que ellos llevaron en la pañalera. El padre incluso le reclamó a la enfermera que ese no era su hijo. La enfermera le respondió, agresiva, “¿Qué quiere, un hijo suco (rubio), de ojos verdes?”, según la declaración de Sara ante la Fiscalía. Hace 23 años, ella pensó que su esposo decía algo descabellado “porque siempre había querido tener una hija mujer” y pensó que era su forma de negarlo. Ella nunca dudó de que el niño que tenía entre sus brazos era su hijo. En busca de reparación En diciembre de 2021, Sara y su familia interpusieron una acción de protección ante la Unidad Judicial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la provincia de Azuay. El objetivo era que se declare la vulneración de tres derechos constitucionales: 44, 45 y 66, explica Diego Ordóñez, el abogado que lleva el caso. El artículo 44 se refiere al derecho al desarrollo integral, al proceso de crecimiento y maduración en su entorno familiar de los niños. Mientras que el artículo 45 habla del derecho a la integridad física, identidad, nombre y ciudadanía, a la educación y cultura; a la seguridad social, a tener una familia, disfrutarla y de tener una convivencia familiar. Y el artículo 66 garantiza el derecho a la identidad personal y colectiva. La acción de protección busca una reparación integral por el daño material e inmaterial, que se aplica cuando hay vulneración de derechos. La defensa pidió como parte de la reparación integral que el Juzgado ordene disculpas públicas, la garantía de no repetición de los hechos para que otras familias no pasen por lo mismo, la atención psicológica y una reparación económica. La audiencia para resolver la acción de protección se desarrolló el 14 de octubre de 2022. La jueza la aceptó y declaró que el Hospital Regional Vicente Corral Moscoso violó los derechos constitucionales antes mencionados y ordenó las siguientes medidas de reparación: Atención psicológica para Paúl y su núcleo familiar. Capacitación del personal del área de maternidad del Hospital Vicente Corral Moscoso en el manejo y tratamiento de protocolos. Una capacitación sobre Derechos de la Niñez y Adolescencia. No habrá disculpas públicas Pero la jueza no dio paso a las disculpas públicas, porque considera que pueden ocasionar una vulneración para las víctimas y desconfianza ciudadana. También dispuso remitir el expediente al Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo, para que se proceda a la determinación de la reparación económica. Los demandados, es decir, el Hospital Regional y la Coordinación zonal 6 de Salud, interpusieron un recurso de apelación, que fue aceptado por la jueza. De manera que el caso está a la espera de una sentencia en segunda instancia. Las instituciones públicas alegan que no se ha podido demostrar
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