La ‘Shadow unit’, el brazo clandestino de Hamas que retiene secuestrados a más de 200 rehenes de Israel
ABC .- No participan en las operaciones de combate ni en los propios secuestros. Sólo les custodian para que la cúpula se pueda centrar en negociar la liberación de prisioneros palestinos Su origen se remonta a 2016 y está liderada por el cerebro de la ofensiva sorpresa del pasado día 7 de octubre, Mohammed Al-Deif. La opinión internacional continúa en vilo por los más de 200 rehenes secuestrados por Hamás, según el Ejército israelí, tras la ofensiva sorpresa del pasado 7 de octubre. Entre ellos, hay personas de hasta 22 nacionalidades -israelíes, ciudadanos con doble nacionalidad y extranjeros, incluido un español-, decenas de menores y ancianos. Una cifra que no es definitiva, ya que el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu aún investiga el paradero de entre 100 y 200 civiles y/o militares, de quienes se desconoce si han sido capturados por la milicia islamista o si se trata de fallecidos sin identificar. Pero, ¿quién los mantiene cautivos más de dos semanas después? Todo apunta a que estarián siendo supervisados por un brazo clandestino de la organización palestina: la ‘Shadow unit’ (Unidad Sombra, en español). Poco ha trascendido de esta unidad, que depende directamente del brazo militar de Hamás. Lo que sí se sabe es que está liderada por el jefe de este aparato y comandante de las brigadas Brigadas de Ezzeldin al-Qassam, Mohammed Al-Deif. Más conocido como ‘el invitado’, este gazatí es considerado el cerebro que ideó la incursión armada desde la Franja de Gaza. Lo que es seguro, explica la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD) en uno de sus informes, es que la participación del grupo en la supervisión de los rehenes «complicará» los esfuerzos de las autoridades israelíes para asegurar su liberación. Su origen se remonta a 2006. Pero no fue hasta una década después que la propia organización palestina reveló a través de un vídeo la existencia dentro de su aparato militar de una unidad secreta especializada en la custodia de sus rehenes. Descrita como «unidad de tareas especiales», fue creada en respuesta al asesinato de dos soldados israelíes y el secuestro de un tercero, Gilad Shalit, a manos de las ya mencionadas brigadas Brigadas de Ezzeldin al-Qassam, los Comités de Resistencia Popular y el llamado ‘Ejército del Islam’ en un puesto fronterizo en la frontera con Gaza el 25 de junio de 2006. Este último fue liberado en 2011 a cambio de 1.027 prisioneros palestinos. También fueron los responsables del secuestro de Avira Mengitsu y Hisham Al Sayed, dos ciudadanos isrelíes que entraron en la Franja en 2014 y 2015 respectivamente y que, a fecha de hoy, continúan en cautiverio. Hamás afirma que ambos son soldados, mientras que Jerusalén defiende que se trata de civiles y que incluso podrían padecer enfermedades mentales. Desde entonces, nadie ha sabido nada de esta unidad secreta hasta que el portavoz de las Brigadas Al-Qassam, Abu Ubaida, anunció a finales de julio de 2022 que uno de sus miembros había sido herido y otros tres, asesinados como resultado de un ataque aéreo israelí apenas un año antes. En 2008, según varios medios de comunicación árabes, entre ellos Al Jazeera, el grupo sufrió cinco importantes bajas como consecuencia de los ataques aéreos de las FDI. Involucrados en el secuestro de Shalit, fueron considerados «héroes» de la unidad, a saber: Sami al-Hamayda, Abdullah Labad, Khaled Abu Bakra, Muhammad Rashid Daoud y Abdul Rahman Mubasher. Por lo demás, es tal el secretismo que les rodea que se desconoce cuántos componentes integran la ‘Shadow unit’, los cuales son seleccionados con sumo cuidado por parte de las brigadas que les somete a una serie de pruebas previas y a entrenamientos especiales. Expertos no tienen claro que la unidad disponga de los recursos suficientes para gestionar el cautiverio de más de 200 rehenes: «No esperaban tantos» ¿A qué se dedican realmente? «Venerados» por Hamás, no participan en las operaciones de combate ni en los propios secuestros, sino que se centran exclusivamente en mantener retenidos a los rehenes para que el aparato militar pueda centrarse en negociar la liberación de prisioneros palestinos, los cuales consideran su «prioridad» y garantizar así el éxito de los intercambios. Su trabajo no acabará hasta conseguir «aligerar las cárceles de prisioneros de la ocupación israelí», tal y como declaran las Brigadas Al-Qassam. Según las mismas, la ‘Shadow unit’ tiene como propósito «tratar a los prisioneros enemigos con dignidad y respecto de acuerdo con las disposiciones del Islam, así como brindarles pleno cuidado, tanto material como moral». Carteles con imágenes de los rehenes israelíes y extranjeros capturados por Hamás, en las calles de Tel Aviv EFE La ‘Shadow unit’ resume sus principios de la siguiente manera: una profunda afiliación a la causa palestina y al proyecto de resistencia; un deseo de sacrificio y redención; un nivel alto de inteligencia y saber actuar en momentos de crisis; capacidad de detencción de riesgos; y compromiso con el secretismo que rodea a la organización. Según la propia unidad, detrás de esa cortina de secretismo, sus mártires (como así les llaman) «viven vidas normales, camuflados entre la gente normal» a la par que «infligen sucesivas derrotas a las fuerzas de seguridad sionistas». No obstante, tras esta última agresión armada de Hamás, existe una creciente preocupación sobre si la unidad dispone o no de recursos suficientes para gestionar la cautividad de los más de 200 rehenes. Lo que está claro es que «no esperaban tantos», ha dicho el expero de la FDD Joe Truzman en declaraciones a ‘Fox news’. «Si ya tuvieron problemas para cuidar a un hombre…», dice en referencia al secuestro del soldado Shalit, «no estoy seguro de que tengan capacidad de cuidad ahora a todos los rehenes».