La NASA tiene dificultades para abrir el contenedor de muestras tomadas del asteroide Bennu
Infobae .- El equipo de técnicos y científicos de la misión OSIRIS-REx no pudo destrabar la cápsula principal del material del asteroide, de unos 4500 millones de años. Qué impide la aplicación de otros mecanismos para acceder al contenido sin contaminar del cuerpo celeste. Pasó más de un mes desde que las primeras muestras de asteroides obtenidas por la NASA en el espacio profundo cayeron en paracaídas en el desierto de Utah. La nave espacial Osiris-REX (abreviatura de Origins-Spectral Interpretation-Resource Identification-Security-Regolith Explorer) soltó, el 24 de septiembre, la cápsula de muestras a 100.000 kilómetros de distancia de la Tierra con hasta 250 gramos de muestra tomadas del asteroide Bennu, en una misión espacial de 7 años de duración. Apenas se necesitaron 4 horas para que contenedor con este material llegara a la Tierra desde el espacio. Tras tocar suelo terrestre en una remota extensión de terreno militar, esta cápsula enseguida fue puesta a resguardo en un laboratorio improvisado en el lugar. 24 horas más tarde, su destino fue el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas. En este mes que pasó, la NASA solo pudo abrir la tapa de la cápsula espacial, pero no el contenedor principal de las muestras. Y mientras esta adversidad aún mantiene en vilo a los expertos, su “nave nodriza” ya se encuentra en camino a buscar a otro asteroide. El proceso de recolección de la muestra traída por la misión OSIRIS-REx de la NASA del asteroide Bennu avanza más lento de lo previsto porque hay más material del previsto (NASA/Keegan Barber/Handout via ) Inicialmente, el equipo OSIRIS-REx pudo recoger 70,3 gramos de rocas y polvo al abrir la cápsula, ya que se encontraba desperdigado alrededor del cabezal del muestreador, llamado mecanismo de adquisición de muestras Touch-and-Go, o TAGSAM. Pero al querer abrir este cabezal, donde se halla el contenedor principal de la nave y la mayor cantidad de material, el equipo de técnicos no pudo hacerlo. Descubrieron que dos de los 35 sujetadores no se podían quitar con las herramientas que disponían para OSIRIS-REx. “Es insólito lo que está pasando, pero real. El contenedor principal es muy posible que haya sufrido algún impacto, un poco más fuerte de lo esperado, cuando OSIRIS REx recogió la muestra en la superficie del asteroide Bennu”, explicó a Infobae Diego Córdova, historiador argentino e investigador de las misiones espaciales. Al tiempo que resaltó que la elección del mecanismo Touch&Go fue “porque, justamente, de un toque se recolectaban las muestras”. “El asteroide Bennu tiene prácticamente una fracción de gravedad y no era posible posar la sonda espacial su superficie. Por lo tanto, cuando el contenedor tocó la superficie aspiró el material y se cerró, incorporando los gramos de muestra que querían obtener, que por sí fueron más de lo que se esperaba, y superó las expectativas de la cantidad de muestras recopiladas”, señaló el especialista. Los miembros del equipo de conservación de la NASA junto con los especialistas en recuperación de Lockheed Martin observan después de retirar con éxito la tapa del recipiente de retorno de muestras (NASA/ROBERT MARKOWITZ) Una publicación reciente en el blog de la NASA informó que el equipo está trabajando para desarrollar nuevos enfoques para extraer el material garantizando al mismo tiempo la seguridad y preservación de la muestra. “La misión OSIRIS-REx enfatiza el trabajo de curación para mantener el estado prístino de la muestra. Todos los procedimientos se realizan en una caja de guantes especializada bajo flujo de nitrógeno para preservar su integridad científica”, dejó en claro la NASA. La muestra procesada hasta ahora incluye las rocas y el polvo encontrados en el exterior del cabezal del muestreador, así como una porción de la muestra a granel del interior del cabezal, pero no del propio contenedor. “Las muestras son de tamaño muy irregular, las porciones parecen piedras muy pequeñas, incluso reducidas a polvo. En un primer momento se dijo que la tapa del contenedor no se había cerrado bien y es evidente que con esta cantidad de muestra adicional que vino quedó completamente apretada esta cantidad en el contenedor”, dijo el autor del libro Huellas en la Luna y añadió: “Ahora bien, es tanta la muestra que vino que hubo un excedente por fuera de esa primera tapa. Esto ya entró en análisis y se estableció que tiene una gran cantidad de agua y de carbono”. Para evitar la contaminación de las muestras, desde la NASA indicaron que cualquier procedimiento debe ser consistente con los estándares de la sala limpia Las próximas semanas serán claves, según especificó la agencia espacial estadounidense, ya que el equipo técnico buscará desarrollar y poner en práctica un nuevo procedimiento para eliminar la muestra de asteroide restante del cabezal del muestreador TAGSAM mientras procesa simultáneamente el material que se recolectó esta semana. “Recordemos que el contenedor principal está sellado con 35 tornillos, y hay dos de ellos que no los pueden destrabar. Están muy apretados, posiblemente pudo haber sido por un impacto u otro factor. Recorremos que la OSIRIS-REx hizo un viaje muy largo y estuvo sometida a las inclemencias del vacío espacial, las temperaturas de 273 bajo cero, la radiación”, remarcó Córdova. Asimismo, el especialista resaltó que “no se puede utilizar cualquier herramienta ni cualquier destornillador que sea ajeno a la estructura del armado de la sonda espacial” para obtener estas muestras. Sino que “tienen que ser las herramientas específicas con las cuales se armó la sonda espacial para poder destrabar estos tornillos, aunque aún no están pudiendo. Entonces, ahora están estableciendo un protocolo para utilizar herramientas que estén fuera de la especificación de la sonda y utilizarlas”, explicó el especialista. El polvo y material del asteroide se esparció por dentro de toda la cápsula, lo que permitió obtener más muestras de las pensadas (NASA) “¿Por qué tan estricto esto de las herramientas específicas y no específicas? Porque no quieren romper parte del contenedor y con eso contaminar las muestras. Una vez que establezcan un nuevo protocolo para utilizar herramientas que no están en la lista de especificaciones de OSIRIS-REx, lo van a poder destrabar”, aseguró el especialista y escritor. Y concluyó: “Una vez que abran y accedan a la