Bajo un enorme operativo de seguridad, Mayra Salazar, ex directora de Comunicación de la Corte de Justicia del Guayas, y figura principal en la red de corrupción del llamado “Caso Metástasis”, reveló los vínculos del narcotráfico con jueces y operadores políticos. Salazar, quien se convirtió en testigo protegido y aceptó brindar colaboración eficaz, declaró en la Corte Nacional de Justicia. Ahí lució chaleco antibalas y un casco, a fin de proteger su integridad. En su testimonio, confirmó que el exasambleísta social cristiano, Pablo Muentes, era quien dirigía la red de corrupción en la justicia del Guayas, con influencias incluso en el Consejo de la Judicatura. Muentes, amo y señor de la CJG Muentes, anotó, manejaba a la mayoría de dicho organismo. Es decir, al entonces presidente, Wilman Terán, y los vocales Xavier Muñoz y Maribel Barreno, implicados en la organización. Ellos le otorgaban contratos a sus empresas. También precisó que durante un largo tiempo laboró en la Corte del Guayas, como asesora de comunicación, pero sin un nombramiento. Su salario, de 2.500 dólares mensuales, lo recibía en la casa del ex legislador, a cambio de su lealtad y servicios. El trabajo en la Corte le permitió aprender a manipular los sorteos de los casos, con lo cual pudo decidir a qué jueces acudían en caso de requerir sentencias favorables. Pago de deuda fue falsa Dentro de su testimonio, confirmó que los supuestos pagos que hizo Muentes al Banco del Pacífico, por una deuda que tenía, fueron falsos. Pero gracias a los contactos judiciales del exasambleísta, consiguió que la entidad fuera obligada a aceptarlos, y encima la demandó por “daños y perjuicios”. Uno de los jueces, Reynaldo Cevallos, ordenó al banco pagar una indemnización de casi 4 millones de dólares. En recompensa, fue promovido. Terrenos de Durán Como parte de sus declaraciones, la comunicadora anotó que Muentes, gracias a sus influencias judiciales, se apropió de unos extensos terrenos situados en la zona industrial de Durán, y que el Estado habría incautado a los hermanos Isaías, antiguos dueños del desaparecido Filanbanco. En esa época a Muentes siempre lo veía preocupado y cuando le preguntaba el motivo, respondía que “había varias personas a su alrededor que querían hacerle daño y meterse con sus tierras, que tanto le habían costado”, a pesar que sabía que se las había tomado con trampa. Mayra Salazar advirtió que si algo le pasa, la culpa será del ex parlamentario, quien también se encuentra detenido. Espiaba a Gallardo Sobre su relación con Fabiola Gallardo, entonces presidenta de la Corte, señaló que cierto día llegaron representantes de José Villamar, alias “Fito”, líder de la banda “Los Choneros”, que querían negociar un trato judicial con favoritismo. Para ello le pagaron 200.000 dólares a Gallardo, y como regalo adicional, una gran cadena de oro con una esmeralda inmensa. Sin embargo, Muentes no confiaba del todo en Gallardo, y por eso le encomendó seguir sus movimientos. Carolina Jaume estaba en la red Por otra parte, Mayra Salazar explicó su relación con Carolina Jaume, actriz y presentadora de televisión. En diciembre del 2022 Jaume fue detenida, y ella la ayudó para que no fuera enviada a un pabellón, durante el día que estuvo en prisión. Al salir de la cárcel la buscó y le entregó una agenda pequeña, en la cual constaban los nombres de los operadores del supuesto empresario Xavier Jordán, en realidad socio de Norero. Salazar entregó esa agenda a la Fiscalía, y ahora es parte de su cooperación en el caso Metástasis. Asimismo, indicó que Cristian Peña, abogado de la alcaldesa correísta del cantón Simón Bolívar, Fernanda Vargas, trabaja con el hijo del capo de la mafia de México, Chapo Guzmán, actualmente detenido. En otra parte de su testimonio, dijo que publicó un video que le envió Daniel Salcedo, implicado también en “Metástasis” y en grandes negociados en la venta de medicinas al Estado, para culpar a la banda “Los Lobos” de la muerte de Fernando Villavicencio. Finalmente, reconoció que sus actuaciones no fueron las correctas, y sostuvo que su vida tomó otro rumbo. “Yo le agradezco, señora fiscal, por hacer esta investigación, porque más que seguro yo habría seguido teniendo contacto con estas personas que no aportaron en nada a mi vida. Mi fin habría sido la muerte. Ojalá con el apoyo de la justicia en algo pueda enmendar los errores que he cometido”, dijo.