PortadaHomeRadioCentro

Ecuador: octubre 8, 2024

Ecuador Continental:

Ecuador Insular:

Ecuador, octubre 08, 2024
Ecuador Continental: 11:08
Ecuador Insular: 11:08

El Gobierno de Boric busca sacar adelante la reforma de las pensiones con un nuevo frente a frente con la derecha chilena

El País .- La oposición, que en un primer momento le ha cerrado la puerta a las indicaciones de la Administración de izquierdas, se abre al diálogo. Chile lleva más de 15 años sin acordar una solución a las bajas jubilaciones Terminado el debate constitucional en Chile, la Administración de izquierdas de Gabriel Boric ha retomado la discusión de la reforma de pensiones, la que dejó en pausa a mediados de octubre para no contaminar el proyecto con la campaña del a favor y el en contra, que finalmente triunfó por 55% contra un 44%. Era lo que buscaba el oficialismo. El jueves 21 de diciembre, a cuatro días de rechazada la propuesta de Constitución, el Gobierno arremetió con un conjunto de indicaciones a su proyecto estrella. Estas apuntan a uno de los contenidos donde han existido mayores diferencias con la oposición: el destino del 6% de cotización adicional con cargo al empleador que elevará el porcentaje de ahorro previsional por trabajador hasta 16% de su salario. La nueva propuesta del Ejecutivo apuesta a destinar tres puntos porcentuales a un seguro social, otros dos a las cuentas de capitalización individual de cada trabajador y 1% a fortalecer el empleo y la formalidad laboral de las mujeres. Desde el Gobierno apuntaban a que el cambio (en septiembre apostaban a que un 4% fuera a un fondo solidario y 2% a cuentas individuales) ablandaría a la oposición. Pero, lejos de acercar posiciones, las indicaciones se han encontrado con el muro de las derechas. “Encuentro insólito, lamentable e indignante es que el Gobierno pretenda, a propósito del resultado de ayer (plebiscito del 17 de diciembre), impulsar o darles oxígeno a malas reformas”, fueron las palabras de Pablo Macaya, presidente de la UDI, un partido de la derecha tradicional, al enterarse de la propuesta del Ejecutivo. La reforma al sistema previsional chileno, que busca mejorar las bajas pensiones que reciben las personas en edad de jubilar, es un debate que ya lleva más de una década sin lograr una solución. Las inflexibles posturas de lado y lado del espectro político han inhibido un acuerdo en torno a una de las principales preocupaciones de los chilenos. Con el paso de los días, sin embargo, las posturas se han ido acercando. Este martes, desde la UDI y Renovación Nacional (RN), otro partido de la derecha tradicional, han dado señales al Ejecutivo para abrirse al diálogo. La apertura es interpretada como un cambio de estrategia de parte de la oposición frente a la constatación de que la ciudadanía está castigando la falta de acuerdos. Pero también como una forma de diferenciarse del Partido Republicano, de posiciones más extremas, el principal derrotado tras el rechazo de la propuesta constitucional redactada con mayoría de consejeros de esta fuerza política. “Quedó en evidencia post plebiscito para todo el mundo que hoy día los extremos están fuera de la política chilena, no podemos seguir extremando posiciones, hay que buscar acuerdos. Los dos plebiscitos demostraron que los extremos fracasaron y que llegó la hora de la moderación”, dijo al diario La Tercera el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum. Mientras, Juan Antonio Coloma (UDI), presidente del Senado, planteó que “no solo ahora, sino que siempre, en el ámbito público hay que entender el momento en el que el país necesita buenos entendimientos, lo que no es lo mismo que cualquier acuerdo”. Pocas luces para avanzar Desde la mirada de los expertos, sin embargo, la jugada del Gobierno de lanzar indicaciones sin tener acuerdos comprometidos ni negociaciones en curso, es arriesgada y da pocas garantías de un avance real de la reforma de pensiones. Alejandro Micco, exsubsecretario de Hacienda del segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018), no es optimista. “Veo que lo que se ingresó ahora [al Parlamento], salvo que lo hayan hecho solo para echar a andar la discusión de nuevo, son indicaciones al agua. No entiendo mucho la forma de negociar del Gobierno, esto de lanzarlo sin tener los votos es raro”, plantea. El economista agrega que la nueva propuesta “tal como está planteada, no da muchas luces de tener posibilidades de avanzar”. “Si la gran mayoría del 6% no se va a cuentas individuales va a ser muy difícil que esto avance por las posiciones de la derecha y también de algunas personas de centro. La parte que va al fondo solidario tiene que ser algo bastante más acotada”, explica. Micco también es crítico de que el Ejecutivo haya incluido un 1% para financiar sala cuna universal y así fortalecer una mayor participación de la mujer en el mercado laboral formal. “Haber metido este tema del cuidado infantil, que es una buena política, pero que enreda el tema previsional, no tiene mucha razón de ser”, dice. Coincide el académico Julio Riutort de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien señala que destinar ese 1% a sala cuna es “confundir herramientas para el problema”. “Si hay problemas de integración de la mujer al trabajo es inapropiado resolverlo de manera indirecta encareciendo el costo del ahorro para los trabajadores formales”, dice. Una mujer pensionada acude a una olla comunal en La Pintana, en enero de 2022.CRISTIAN SOTO QUIROZ Respecto del 2% a cuenta individual y 3% a seguro social, Riutort plantea que “hay una especie de no actualización del diagnóstico”. El académico considera que la Pensión Garantizada Universal (PGU) incorporada al final del Gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022) y financiada con impuestos generales, provocó un cambio sustancial en la pensiones de las personas con menores rentas y ahorros y que hoy el foco debería ser otro. “El proyecto del Gobierno tiene una proporción donde una mayoría relativa cotiza regularmente y donde muchas personas no cotizan. Cuando insistimos en que el problema de las personas con baja cotización se resuelve con que los que cotizan pongan un extra para compensar a los primeros, estamos generando un desincentivo al trabajo formal”, dice. Para María José Zaldívar, exministra del Trabajo del segundo Gobierno de Sebastián Piñera (2018-2022), lo más preocupante de las indicaciones del Ejecutivo es que no se hace cargo de

El Gobierno de Boric busca sacar adelante la reforma de las pensiones con un nuevo frente a frente con la derecha chilena Leer más »

El pago de pensiones se puede complicar en cinco años y reformas urgentes apuntan a ocho grandes consensos para salvar el sistema

LA HORA .- Una comisión creada por el Gobierno trabaja desde enero de 2023. De las reuniones con varios sectores ya han salido ideas para impulsar los cambios. En todas partes del mundo, el modelo de reparto con beneficio definido en la seguridad social, que es el que tenemos en Ecuador, no tiene viabilidad financiera en el futuro.   Mientras la población está cada vez más envejecida y vive más tiempo, existen menos trabajadores activos y formales (en Ecuador la informalidad supera el 61% de la fuerza laboral) que sustente el pago de las pensiones.   Fernando Mosquera, economista y miembro de la Mesa de Estudios de la Seguridad Social, ha repetido que el problema de fondo de las pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no es solo económico, técnico y actuarial, sino también político.   Esto significa que se deben tomar medidas políticamente duras para evitar un escenario que apunta a que en cinco años se podrían tener problemas para pagar jubilaciones en el país.   Por eso, desde el 10 de enero de 2023, el Gobierno de Guillermo Lasso puso en marcha una comisión especial que, hasta mayo, deberá presentar un informe técnico con recomendaciones y un anteproyecto de ley para cambiar y fortalecer el sistema.   Esta comisión está liderada por Augusto de la Torre, y tiene entre sus miembros a Andrés Hidalgo Cevallos, presidente de la Junta Directiva de Grupo Faro; Doménica Cobo, abogada en libre ejercicio; Pablo Lucio-Paredes, economista y profesor universitario; Andrea Angulo, docente e investigadora en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).   Luego de varias reuniones con empresarios, jóvenes profesionales, expertos, académicos y parte de la dirigencia sindical, se esbozan los principales acuerdos que serán la base del informe final y el anteproyecto de ley, es decir, la hoja de ruta de la reforma que se busca proponer.   Los consensos 1.- El Ejecutivo, en particular el Ministerio de Economía, debe definir y acordar con el IESS cuál es la deuda pendiente y aún no está documentada. Es más fácil hacerlo para pensiones que para salud. La meta es que se llegue a un plan de pagos que se activaría luego de que se haga la reforma. Esto debido a que, si no se arregla el sistema, los pagos irían a una especie de saco roto.   2.- Separar la gobernanza del sistema de pensiones de la gobernanza del sistema de salud. Dentro del IESS, cada uno de los fondos debe tener un cuerpo de gobierno independiente y especializado con sus propios estatutos. Son muy distintas las políticas públicas para pensiones y para salud.   3.– El sistema de jubilación patronal no le hace bien a nadie. No ayuda al empleador ni al trabajador. En casi la totalidad de los casos, las empresas despiden cuando el empleado se acerca a los 20 años de servicio. Esto provoca desempleados de 50 años o más. Se está pensando en cambiar la jubilación patronal en una especie de ahorro individual que se mantenga incluso cuando cambia de trabajo. Este ahorro individual se convertiría en uno de los pilares del nuevo sistema.   4.- Establecer un mecanismo más fiable y fácil de presupuestar con respecto al aporte estatal del 40%. Este aporte al sistema de pensiones es considerado como un subsidio en términos constitucionales y económicos. Actualmente, no existe una forma de calcular adecuadamente el aporte estatal y eso provoca que en la realidad se transfiera un porcentaje equivalente al 28% y 30%.   5.- En todos lados, y Ecuador no es la excepción, a la gente le gusta la idea de una pensión vitalicia. Pero, para que eso sea sostenible, se debe buscar un equilibrio entre el tiempo de cotización, el tiempo de beneficio (cuando es jubilado) y la tasa de reemplazo (pensión como porcentaje de los sueldos que percibía como trabajador activo). Los cambios deben operarse en esas tres variables. Uno de los puntos más álgidos de la reforma está aquí porque involucra temas como una nueva fórmula de cálculo de las pensiones; edad de jubilación, entre otros.   6.- Existe un gran problema de credibilidad del IESS frente a trabajadores jóvenes e independientes. Los abogados, contadores y dentistas, entre otros, no tienen confianza en el sistema. No quiere afiliarse porque, por un lado, tienen seguros privados y no quieren usar los servicios del IESS. Por otro lado, no saben si se podrán pagar pensiones en el futuro. Se necesitan reformas que generen incentivos para afiliarse. Entre esos está la posibilidad de que se puedan afiliar o a pensiones solamente o a salud. Además, también se pueden establecer esquemas más flexibles de afiliación.   7.- Todos los sectores apuntan a que el IESS necesita un sistema multipilar. Por un lado, se debe mantener el pilar de reparto con beneficio definido; pero hay que reformarlo. Por otro lado, se necesita un pilar que de opciones de ahorro individual e incluso ayude a mejorar las pensiones. El tercer pilar debe ser un sistema solidario para financiar la vejez de los más pobres, es decir, de la gente que nunca se va a afiliar ni va a ahorrar. Se debe cuidar a los que están en riesgo de caer en pobreza extrema en la vejez; y eso se logra integrando mejor al seguro campesino con el sistema de ayudas sociales y bonos que administra el Ministerio de Inclusión Económica y Social.   8.- El sistema de salud necesita una reforma independiente. Se debe crear otra comisión para que se piense cómo reformar ese sistema. Si no se arregla esto, las pensiones, cuando una persona se jubila, se gastan en su mayoría en pagos de salud.

El pago de pensiones se puede complicar en cinco años y reformas urgentes apuntan a ocho grandes consensos para salvar el sistema Leer más »

Scroll al inicio