El abogado de Nelson Serrano, que está en el corredor de la muerte de EE.UU., denuncia amenazas en la cárcel contra el ecuatoriano
El Universo .– Óscar Vela indicó que su cliente ha sido presuntamente amenazado de muerte dentro de la Institución Correccional de la Unión. La defensa del ecuatoriano Nelson Serrano, el preso más longevo de los corredores de la muerte de Estados Unidos, denunció este jueves que su cliente ha sido presuntamente amenazado de muerte dentro de la Institución Correccional de la Unión, anteriormente conocida como la prisión estatal de Florida. El abogado Óscar Vela afirmó que Serrano, de 84 años, le contó a su hijo que fue trasladado sin motivo de celda, de una adaptada para personas en silla de ruedas a una celda común, donde los compañeros le señalaron presuntamente que ese cambio es por que alguien quiere matarlo. “Pedimos a las autoridades ecuatorianas tomar medidas urgentes”, advirtió el letrado, que recientemente anunció que presentaría ante la Justicia trece pruebas para que su cliente sea declarado inocente de un cuádruple asesinato a tiros en Florida de George Gonsalves, Diane Russo Patisso, George Patisso y Doso. Entre ellas figuran testimonios que acreditaban, por ejemplo, que hubo otras personas en la escena del crimen, la existencia de una tercera arma y pruebas de ADN hechas a un guante de látex encontrado en el lugar del suceso. Los conocidos como crímenes de Bartow ocurrieron en 1997, en una empresa de la que Serrano era socio, y por los que fue condenado en 2006 a cuatro penas de muerte pese a que, según Vela, se demostró en el proceso que se encontraba en Atlanta en ese momento. Entre los fallecidos está uno de los socios y dos hijos de otro socio, y por eso se señaló desde el primer momento como sospechoso a Serrano, que era el tercer socio de la empresa, en la que habían tenido problemas por la desaparición de dinero, que llevó al ecuatoriano a entablar un juicio civil. Según Vela, Serrano -que usa silla de ruedas por problemas en la cadera- está perdiendo la visión, lo que sería un grave problema también a nivel anímico, pues la lectura de libros le ha permitido soportar un encierro de más de dos décadas.