Estamos en una guerra sangrienta contra el hampa. Fue la advertencia que lanzó en “Punto de Orden” la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, al evaluar las acciones que realiza el régimen de Daniel Noboa para combatir al crimen. Palencia repasó el llamado “Plan Fénix”, y los escenarios en los cuales se está trabajando. Dijo que son muchos y variados, y a pesar de las dificultades económicas, tiene plena confianza de que darán resultados más temprano que tarde. Según la ministra, la iniciativa se basa en 3 ejes: prevención, en coordinación con los ministerios de Educación, Cultura y Deportes; contención y reacción. Y todos ellos se ejecutan de forma simultánea. Respaldo jurídico La premier puntualizó que los operativos no son tan sencillos de planificar. Y en el caso de los militares, no basta con ordenarles que “salgan a las calles”. Primero, anotó, hay que elaborar un plan, y determinar cuáles son las zonas donde operarán, generalmente en coordinación con la Policía Nacional. Al tratar este punto, dejó en claro que el gobierno respaldará a los agentes que participen en las acciones, para evitar que sean procesados penalmente en caso de llegar al uso legítimo de la fuerza. Un equipo jurídico se encargará de vigilar caso por caso. Palencia reconoció que gran parte del problema delictivo, es provocado por la pobreza y el desempleo. De ahí la necesidad de combatir estos males, para lo cual ya se dio el primer paso, con la ley urgente de reactivación, aprobada hace pocos días en la Asamblea Nacional. “Plan Fénix” ya está en marcha La premier explicó que el llamado “Plan Fénix” ya está en marcha. Por lo pronto abarca 18 “zonas calientes” del país, consideradas de mayor peligrosidad, donde operan “bloques de seguridad” compuestos por miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Estas “zonas calientes” corresponden a las provincias de Guayas, Los Ríos, Esmeraldas y Manabí. Gracias a estos controles, dijo, ya hay algunos resultados interesantes. Por ejemplo, en Machala y Durán han bajado las tasas de homicidios. En el caso de Guayaquil, se acordó con el alcalde, Aquiles Álvarez, un trabajo coordinado, destinado a rescatar poco a poco zonas específicas. La ministra, en ese ámbito, destacó la receptividad y apertura que ha encontrado. Controles económicos Además de los operativos, Palencia explicó que el gobierno realiza controles en el ámbito económico, pues a la delincuencia hay que atacarla desde todos los frentes posibles. Es por ello que el gobierno refuerza las acciones del Servicio de Rentas Internas, la UAFE y las aduanas. Deportación de delincuentes extranjeros Otro de los puntos del “Plan Fénix”, es la posible deportación de delincuentes extranjeros presos en Ecuador, para lo cual se está hablando con gobiernos amigos. Para ello son necesarios algunos requisitos: que el recluso haya cumplido más de la mitad de su condena; que no tenga más procesos pendientes; que carezca de familia ecuatoriana; y en especial, que su país de origen sea informado de los delitos cometidos. Palencia recordó que en el país hay una población carcelaria de 30.000 personas, de las cuales el 10% son extranjeros. Nuevas prisiones En cuanto a las prometidas futuras prisiones de máxima seguridad, la ministra insistió en que serán una realidad. En enero, dijo, se llegarán a acuerdos con contratistas extranjeros, especialistas en el tema. Hay interesados mexicanos, estadounidenses y salvadoreños. Hasta tanto, el régimen de Daniel Noboa busca los terrenos adecuados para estas obras, y además analiza planes de financiamiento. La consulta es necesaria Finalmente, defendió la consulta popular que plantea el presidente Daniel Noboa, para los primeros meses del 2024. Personalmente, se mostró partidaria de incluir una pregunta sobre la deportación de ecuatorianos implicados en delitos graves. Sin embargo, el Ejecutivo será quien tome la decisión final. Asimismo, de forma particular es contraria a otorgar un eventual salvoconducto al ex vicepresidente Jorge Glas, para que pueda salir del país rumbo a México, en caso de recibir asilo. Palencia afirmó que Glas no es un perseguido político, sino una persona sentenciada por delincuencia común. También dejó en claro que el gobierno, cuando pactó con la Revolución Ciudadana, dejó en claro que jamás permitirá la impunidad. La entrevista completa, a continuación: