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Ecuador: diciembre 8, 2024

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Ecuador, diciembre 08, 2024
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Ecuador, diciembre 08, 2024

La inflación se moderó en noviembre en Estados Unidos, pero se resiste a bajar del 3%

El País .- Los precios subieron a un ritmo interanual del 3,1% pese al respiro por el abaratamiento de la gasolina La hoja de ruta se mantiene. La inflación se ha enfriado el último año y medio, pero la estabilidad de precios se resiste. Los precios subieron en Estados Unidos un 3,1% en los últimos 12 meses, según el dato de inflación de noviembre publicado este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales, una décima menos que el mes anterior. La inflación subyacente, que excluye la energía y la compra de alimentos, está aún en el 4%. Las cifras se publican el mismo día en que el comité de política monetaria de la Reserva Federal empieza una reunión de dos días sobre los tipos de interés. Se espera que los mantenga en el 5,25%-5,5%, que es su nivel más alto desde marzo de 2001. Los precios de la energía han caído un 5,4% en el último año, gracias sobre todo al abaratamiento de la gasolina, del 9,8%. La subida de la comida se ha moderado también, sobre todo la de los alimentos para el consumo en el hogar, que se han encarecido un 1,7% en los últimos 12 meses, mientras que el precio de comer fuera de casa sube a una tasa del 5,3%. En octubre, la subida mensual de los precios fue del 0,1%. El índice de la vivienda siguió subiendo en noviembre, compensando el descenso del índice de la gasolina. El índice de energía cayó un 2,3% durante el mes, gracias al descenso del 6,0% en la gasolina. La inflación subyacente subió un 0,3% mensual en noviembre y se sitúa en el citado 4%, una cifra que duplica el objetivo de estabilidad de precios, del 2%. La inflación lleva sin situarse por debajo del 3% en Estados Unidos desde marzo de 2021. La recuperación de la demanda tras la pandemia, con una política fiscal y monetaria expansiva, y los problemas de oferta, con los atascos en la cadena de suministros y las dificultades para recuperar el ritmo de actividad, hicieron subir los precios. La situación se agravó con la guerra de Ucrania, que encareció el petróleo, los alimentos y otras materias primas. La inflación marcó un máximo del 9,1% en junio de 2022, la más alta en cuatro décadas, lo que ha hecho calar entre los estadounidenses la idea de que la economía va mal, a pesar de la fuerte creación de empleo, la resistencia del crecimiento y las multimillonarias inversiones atraídas. Desde ese máximo de mediados de 2022, la inflación estuvo bajando 12 meses de forma ininterrumpida hasta el 3,0% de junio pasado. El repunte de la gasolina hizo que los precios acelerasen de nuevo su marcha en agosto y septiembre, para frenar de nuevo al 3,2% en octubre. El tramo final hasta el objetivo del 2% es el que se muestra más complicado para los responsables de la política monetaria, que llevan más de un año tratando de lograr el ansiado aterrizaje suave de la economía: controlar los precios sin meter a la economía en una recesión en toda regla. La Reserva Federal no ha vuelto a subir los tipos desde julio, pero ha conseguido mantener al mercado en tensión con sus reiteradas advertencias de que está dispuesto a subir los tipos si la inflación no cede hasta el objetivo del 2%. Aunque es posible que Powell reitere este miércoles ese mensaje, el mercado empieza a creer que va un poco de farol. Mantener abierta esa opción le permite esquivar la pregunta sobre las bajadas, pero es en eso en lo que está centrado el mercado. Este miércoles, además de la decisión sobre tipos (hay práctica unanimidad en que no los moverá), la Reserva Federal publicará las estimaciones de los miembros de su comité de política monetaria sobre dónde se situará el precio del dinero a finales de 2024, 2025 y 2026. Los inversores están centrados en ver qué ritmo de rebaja de tipos anticipa el banco central, aunque se trata de una mera previsión que no los compromete a nada. De hecho, con frecuencia se equivocan al pronosticar lo que van a hacer.

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Milei azuza la tensión cambiaria en Argentina: el peso “no vale ni excremento”

El País .- El candidato ultra a la presidencia llama a no renovar los plazos fijos. En el mercado paralelo un dólar se cambia a más de mil pesos. En tiempos de crisis económica e incertidumbre electoral los argentinos se refugian aún más que de costumbre en el dólar. La divisa verde es la moneda tradicional de ahorro en un país que, a diferencia de sus vecinos, no ha logrado domar una inflación que este año es de tres dígitos. Pero el aumento reciente de la tensión cambiaria se ha visto azuzado además por el favorito en la carrera presidencial, el candidato ultra Javier Milei. El lunes, Milei desalentó la renovación de plazos fijos en pesos y el uso de cualquier instrumento de ahorro en la moneda nacional de Argentina, que él considera que no tiene ningún valor y que promete reemplazar por el dólar si llega a la Casa Rosada. Sus declaraciones desataron numerosas críticas en una jornada en la que el peso marcó un nuevo récord negativo en el mercado paralelo, el único que opera sin restricciones, al cambiarse a 945 unidades por dólar. En las primeras operaciones de este martes, la divisa estadounidense cruzó la frontera de los mil pesos, un nuevo récord. “El peso es la moneda que emite el político argentino y por ende no puede valer ni excremento, porque esa basura no sirve ni para abono”, dijo Milei en una entrevista con Radio Mitre. La semana pasada ya había lanzado otra declaración incendiaria: “Cuanto más alto esté el precio del dólar, más fácil es dolarizar”. Los mensajes de Milei suman nerviosismo a una población con los bolsillos cada día más vacíos: el ritmo de aumento de los precios ha sido del 124,4% en los últimos doce meses, cinco puntos más que el promedio de alza salarial. El ministro de Economía y candidato a presidente por el peronismo gobernante, Sergio Massa, criticó con dureza a Milei, al que acusó de echar leña al fuego con fines electorales. “Poner en riesgo los ahorros de la gente por un voto no vale. Hay gente que le costó toda la vida”, declaró Massa. La conservadora Patricia Bullrich, postulante por la alianza opositora Juntos por el Cambio, también había denunciado la estrategia del economista ultraliberal. “No vale todo para defender la dolarización”, escribió Bullrich en las redes sociales. “Con su propuesta te destruye el bolsillo y te encarece los precios. Todo para justificar su dolarización. Es conocida la teoría: cuanto peor, mejor. En el medio, 46 millones de argentinos que están cada día más pobres”, agregó. Este martes, Bullrich repartió culpas: “Entre el pirómano de Massa que nos está llevando a la hiperinflación, y la irresponsabilidad de Milei, que fomenta la corrida cambiaria, están los argentinos angustiados por el presente y el futuro”. El fantasma del ‘corralito’ El titular de la cartera económica acusó también a Milei de poner en riesgo el sistema financiero y recordó las heridas traumáticas que dejó la crisis de 2001-2002, cuando se estableció un corralito que impidió que las familias retirasen sus ahorros de los bancos. El PIB per cápita se desplomó y la pobreza superó el 60%. La situación es muy distinta a la de esa crisis por los cambios de regulación impuestos desde entonces. Los bancos sólo pueden prestar divisas a los sectores que las generan y su liquidez en moneda extranjera es hoy superior al 80%. Aún así, las entidades financieras han salido a defender su solidez económica para intentar evitar que los ahorristas entren en pánico. Para este martes, solicitaron al Banco Central el envío de casi 125 millones de dólares físicos, el monto más alto para un sólo día en lo que va de 2023, según los datos del Mercado Abierto Electrónico. El objetivo es garantizar que todos los clientes que se presenten a retirar los dólares que tienen en sus cuentas puedan hacerlo sin problemas. El Gobierno argentino unificó este martes algunos de los tipos de cambio que coexisten entre la cotización libre y la oficial, fija en 365 pesos por dólar, para intentar reducir la demanda de divisas. Así, los conocidos como ‘dólar tarjeta’, ‘dólar solidario’ y ‘dólar Qatar’ pasaron a valer 731 pesos, más del doble que la cotización oficial pero aún por debajo de las demás. Las últimas medidas oficiales no han logrado aportar demasiada calma y todas las miradas estaban atentas a la apertura del mercado cambiario ante el riesgo de que continuase la caída libre del peso en el mercado paralelo. A diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, los medios de comunicación de Argentina informan a diario del valor del peso respecto al dólar. La incertidumbre se mantendrá al menos hasta que se conozcan los resultados de las elecciones generales del 22 de octubre. Las encuestas dan como vencedor a Milei pero sin apoyo suficiente para evitar una segunda vuelta el próximo 19 de octubre.

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