El Gobierno Nacional aprobó hace pocas semanas, la importación de 95.000 toneladas de maíz. Cantidad suficiente para cubrir la demanda actual. Sin embargo, el ministro de Agricultura, Danilo Palacios, no descartó un posible desabastecimiento, que se sentiría después de mediados de diciembre. Es decir, dentro de pocos días. LEER TAMBIÉN: Productores de maíz piden nueva conformación del Consejo Consultivo LEER TAMBIÉN: Ecuador importará maíz para suplir la demanda de los industriales En diálogo con “Punto de Orden”, Palacios explicó que, luego de realizar una auditoría de campo, que tomó en cuenta las áreas sembradas, se llegó a la conclusión que era necesario importar maíz, a fin de atender las necesidades del país. Pero las condiciones de la producción, golpeadas por la sequía, hacen prever una leve escasez, que aspira superar en pocas semanas. Producto de esta situación, el precio del quintal, que estaba en menos de 19 dólares, pasó a 22 dólares. Ayuda a los campesinos En otro ámbito, el ministro destacó el éxito del programa denominado “Unidades Móviles Agroproductivas”. El mismo consiste en el canje de vehículos viejos a gasolina, por camionetas nuevas a diésel, destinadas a los campesinos. Hasta ahora se han entregado 200 vehículos, y hasta abril del próximo año se llegará a la meta final, que es de 1.000 camionetas. Gracias a esta iniciativa, los agricultores abaratan y optimizan costos de transporte. Estragos de la sequía Palacios reconoció que la sequía que vive el país, la peor en muchos años, ha golpeado nuestra producción agrícola, así como las ventas internas. Algo que se nota mayormente en productos como la carne y los lácteos. Debido a los apagones, muchas tiendas y tercenas redujeron sus compras, por temor a que se dañen. Pero el ministro dejó en claro que esta situación, no afectará la seguridad alimentaria del país. Y como prueba mencionó que en todos los mercados, de cualquier ciudad, no existe escasez de víveres. Lo que sí se ha registrado es una leve ola especulativa, que el Gobierno Nacional aspira detener cuando la situación se normalice.