Dotado de nuevos abogados, Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, presentó una apelación a la prisión preventiva que cumple en “La Roca”, la cárcel de máxima seguridad del país. Barreiro está acusado de tráfico de influencias, y de cobrar “diezmos” a los empleados de la Vicepresidencia, a cambio de conseguir que sigan en funciones. Finalmente lo detuvieron en Cuenca, dentro del llamado “Caso Nene”. Su nueva defensa planteó el recurso de apelación al auto de prisión preventiva, el mismo que fue calificado por la Unidad Judicial de Garantías Penales. Por tanto, será sorteado para que un tribunal lo analice. Sus abogados también pidieron una copia del audio de la audiencia, en la cual le formularon cargos, el pasado jueves 21 de marzo. La Fiscalía estableció que el 8 de diciembre pasado, un ciudadano, identificado como Romel P, se reunió con Barreiro y otra persona en un hotel de Quito. Ahí le ofrecieron el puesto de coordinador general en el servicio público, por el cual recibiría un sueldo de 3.200 dólares mensuales. A cambio, tendría que entregar cada mes 2.000 dólares al hijo de la vicepresidenta, pero esa cantidad bajó a 1.700. Como medida de presión, le exigieron firmar una letra de cambio por 30.600 dólares, por el dinero que daría en un año. Barreiro negó haber realizado ese chantaje.