PortadaHomeRadioCentro

Ecuador: enero 19, 2025

Ecuador Continental:

Ecuador Insular:

Ecuador, enero 19, 2025
Ecuador Continental: 23:37
Ecuador Insular: 23:37

Ecuador, enero 19, 2025

WeWork se declara en bancarrota al no poder hacer frente a sus deudas de 18.600 millones de dólares

El País .- La compañía de alquiler de oficinas compartidas llegó a estar valorada en más de 47.000 millones de dólares WeWork, la empresa creada por el visionario Adam Neumann que parecía lista para revolucionar el mercado de las oficinas, se ha declarado en bancarrota. Su modelo dirigido a emprendedores y empresas emergentes hizo popular el coworking, pero nunca terminó de cuajar como negocio. Lo que revolucionó la forma de trabajar fue la pandemia. La generalización del teletrabajo ha golpeado al mercado de oficinas, pero más aún a los espacios compartidos. Muchos de los de WeWork están prácticamente vacíos e incluso cerrados. Tras perder más del 99% del valor en Bolsa y ser incapaz de hacer frente a sus obligaciones financieras, la compañía que llegó a valer 47.000 millones de dólares se ha declarado este lunes en bancarrota. Los documentos concursales cifran las deudas totales de la empresa en 18.656 millones de dólares (unos 17.400 millones de euros) a 30 de junio pasado. La empresa ha anunciado la medida en un comunicado en el que señala que ha firmado un acuerdo de apoyo a la reestructuración de la compañía con titulares de aproximadamente el 92% de sus pagarés garantizados para reducir drásticamente la deuda. Habrá un canje de deuda por acciones. Al tiempo, WeWork racionalizará su cartera de arrendamientos de oficinas: “WeWork solicita la posibilidad de rescindir los contratos de arrendamiento de determinados locales, que en su mayoría no están operativos y todos los afectados han sido avisados con antelación”, dice el comunicado. La declaración de bancarrota facilita romper esos contratos. Mientras, trata de mantener la continuidad del negocio. “Se espera que las operaciones globales continúen como de costumbre”, asegura la empresa. La decisión de iniciar un proceso concursal afecta a las operaciones en Estados Unidos y Canadá, pero no al resto de los países, al menos por el momento. El grupo tiene espacios de alquiler en 660 inmuebles en 37 países. Según la documentación presentada ante un juzgado de Nueva Jersey, el número de acreedores supera los 100.000. El principal de todos ellos es US Bank Trust, con algo más de 180 millones de dólares. El auge de WeWork fue espectacular y su caída, estrepitosa. Fue fundada en 2010 por el israelí Adam Neumann y el estadounidense Miguel McKelvey, que abrieron su primer espacio de oficinas en el SoHo neoyorquino en abril de 2011. Desde ahí se lanzó a crecer, abriendo espacios de oficinas compartidas primero en Estados Unidos y luego en todo el mundo, sin preocuparse por las pérdidas multimillonarias que sufría. Captaba fondos en diferentes rondas de financiación que iban elevando el valor de la compañía haciendo pasar por compañía tecnológica lo que en realidad era una versión resultona, pero nada rentable, del negocio inmobiliario. Sumó como accionista de referencia al grupo japonés Softbank, que inyectó más de 10.000 millones de dólares en WeWork en una de las inversiones más ruinosas de su historia. La compañía alcanzó su máximo de valoración en enero de 2019, con 47.000 millones de dólares, y se dispuso entonces a salir a Bolsa. Cuando el verano de ese año registró el folleto con la información detallada de la empresa, no pasó el escrutinio del mercado. Ni sus cuentas, ni su modelo de negocio ni sus perspectivas de futuro avalaban la valoración que había ido logrando. A eso se unía el heterodoxo estilo de dirección de Neumann, amante de los excesos, que instaló en su oficina una piscina y una sauna y cuyas fiestas eran legendarias. Además, tenía operaciones vinculadas con la compañía en las que él salía beneficiado al alquilar a la empresa inmuebles que compraba. La salida a Bolsa se canceló. Softbank decidió rescatar a la empresa y despedir a Neumann, que recibió una compensación multimillonaria por su salida, pero ni con eso fue capaz de enderezar el rumbo de la empresa. Para colmo, la pandemia y el confinamiento cambiaron por completo los esquemas de trabajo. Con la generalización del teletrabajo, muchas oficinas ya no volvieron a ocuparse al pasar la crisis sanitaria. WeWork tuvo pérdidas de 3.129 millones de dólares en 2020; de 4.439 millones en 2021 y de 2.034 millones en 2022, según sus informes anuales. Esos 9.600 millones de dólares en tres años (unos 9.100 millones al tipo de cambio actual) superan lo que la compañía ha ingresado en esos mismos ejercicios. En el primer semestre de este año, había logrado reducir los números rojos hasta 613 millones de dólares, un 39% menos que en el mismo periodo de 2022, pero las deudas superan al valor de los activos y la compañía ha consumido la caja disponible a un ritmo insostenible. A 30 de junio, tiene un patrimonio negativo de 3.718 millones de dólares, según su último informe trimestral. Está en quiebra técnica y el negocio sigue sin funcionar. La empresa, que fue suspendida de cotización este lunes, tenía ya solo un valor de 45 millones de dólares, la milésima parte que en su momento de gloria. Pese a sus desastrosos resultados, la compañía logró salir al mercado por la puerta de atrás, mediante la fusión con una Spac, una sociedad creada específicamente para acometer una operación corporativa. En agosto ya reconoció que había una “duda sustancial” sobre su viabilidad. Luego, fue incapaz de cumplir el pasado 2 de octubre con el pago de los intereses de una serie de emisiones de deuda. Empezó conversaciones para vender activos, renegociar contratos de arrendamiento y tratar de sanear su balance. La semana pasada, la compañía comunicó a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos, la SEC, que vencido el periodo de gracia de 30 días, las negociaciones seguían su curso y que había pactado una nueva moratoria adicional de siete días, un tiempo que le ha servido para preparar su declaración de bancarrota. El despedido Neumann no se ha resistido a lanzar un comunicado culpando a sus sucesores del fracaso: “Como cofundador de WeWork que pasó una década construyendo el negocio con un increíble equipo de personas impulsadas por la misión, la declaración de bancarrota de la compañía es decepcionante. Ha sido un reto para mí observar

WeWork se declara en bancarrota al no poder hacer frente a sus deudas de 18.600 millones de dólares Leer más »

Los grandes bancos de Estados Unidos mejoran sus beneficios por la subida de los tipos de interés

El País .- JPMorgan, Bank of America, Wells Fargo, Citi, Morgan Stanley y Goldman Sachs ganan un 20% más en el tercer trimestre del año Las cuentas salen en Wall Street. Tras las turbulencias financieras de la primera mitad del año, los grandes bancos de Estados Unidos han cerrado un tercer trimestre de beneficios récord gracias a la subida de los tipos de interés y a que la temida recesión nunca termina de llegar. Las grandes entidades han logrado cobrar más por sus créditos sin tener que elevar apenas la remuneración de los depósitos. Al tiempo, han tenido que hacer menos provisiones de las que se esperaban. Incluso el negocio de banca de inversión empieza a respirar tras la hecatombe del año pasado gracias al aumento de salidas a Bolsa, colocaciones y operaciones corporativas. JPMorgan, Bank of America, Wells Fargo, Citi, Morgan Stanley y Goldman Sachs han logrado un beneficio agregado de 34.024 millones de dólares (unos 32.180 millones de euros al tipo de cambio actual) en el tercer trimestre de 2023, un 17% más que en el mismo periodo del año anterior. JP Morgan ha logrado resultados récord para un tercer trimestre y para el acumulado de los primeros nueve meses del año. Wells Fargo roza su récord del tercer trimestre, aunque el resultado de nueve meses está lejos de sus mejores ejercicios. Bank of America ha tenido su mejor resultado de los tres Medea de verano desde 2010. En cambio, Citi aún no se ha recuperado de la caída de beneficios del año pasado. Goldman Sachs vuelve a sufrir un descenso de sus ganancias, sobre todo por su exposición al sector inmobiliario, al igual que Morgan Stanley, al que pasa factura aún la banca de inversión. El gran triunfador del contexto actual es JP Morgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos, que amplía su ventaja frente al resto por tamaño y beneficios. El banco que dirige Jamie Dimon ganó 13.151 millones en el tercer trimestre, un 35% más que en el mismo periodo del año pasado, según comunicó el viernes pasado. JP Morgan salió reforzado de la sacudida del sector financiero provocada por la caída de Silicon Valley Bank, a la que siguieron otras entidades medianas. Los depositantes buscaron la seguridad de los grandes bancos, lo que sirvió para contener el coste de su pasivo. Además, JP Morgan acabó rescatando First Republic en muy buenas condiciones y se está beneficiando de ello. Sin su aportación, el beneficio habría crecido el 24% en el tercer trimestre. La misma subida de tipos que puso en aprieto a las entidades medianas cargadas con carteras de deuda ha servido en el caso de JP Morgan para impulsar sus ingresos hasta niveles récord. Además, la entidad ha tenido que realizar menos provisiones por créditos de las que se esperaban, lo que también ha impulsado la rentabilidad. Pese a ello, Dimon se mostró prudente en la conferencia con analistas: “Nos enfrentamos a tantas incertidumbres que solo podemos ser muy cautos”, dijo, alertando de que es el “momento más peligroso que ha visto el mundo en décadas”. Además del entorno macroeconómico y geopolítico, Dimon ha advertido sobre el endurecimiento regulatorio y las exigencias de más capital que prepara la Reserva Federal en cumplimiento de las normas internacionales de solvencia (Basilea III). Bank of America, el segundo mayor banco, también ha logrado ganar cuota a costa de otras entidades más débiles. “Hemos añadido clientes y cuentas en todas las líneas de negocio. Y lo hemos hecho en una economía saneada, pero en desaceleración, en la que el gasto de los consumidores estadounidenses sigue siendo superior al del año pasado, pero continúa ralentizándose”, ha señalado en la nota de resultados el presidente y consejero delegado de la entidad, Brian Moynihan. La entidad logró un beneficio neto consolidado atribuible de 7.270 millones de dólares, un 11% más que en el mismo periodo de 2022 y la mayor cifra de un tercer trimestre desde 2010. La subida de los tipos de interés fue el motor de los ingresos. Sin embargo, en el caso de Bank of America esa subida de tipos tiene una contrapartida que le ha penalizado en Bolsa. La entidad acumula fuertes pérdidas en la cartera de bonos mantenidos hasta su vencimiento. Son pérdidas que no se reconocen en los beneficios porque el banco tiene previsto mantener los bonos hasta su amortización, pero implican un elevado coste de oportunidad. Esas minusvalías latentes aumentaron a 131.000 millones de dólares en el tercer trimestre, frente a los 116.000 millones del mismo periodo del año anterior. Han sido pérdidas de ese tipo las que han metido en problemas a entidades con balances más débiles que el de Bank of America. Cambio de líder hipotecario El mayor aumento relativo del beneficio del tercer trimestre se lo ha apuntado Wells Fargo, que ganó 5.767 millones de dólares, un 61% más que en el mismo periodo del año pasado. De las grandes entidades, es el banco que más se beneficia de la subida de los tipos de interés, que impulsaron su margen de intereses un 8%, a 13.105 millones de dólares, y los ingresos totales un 7%, hasta 20.857 millones de dólares. A eso se unió una menor necesidad de provisiones, con lo que se redujo el coste del crédito del banco con sede en San Francisco. Eso sí, tras un largo reinado como el mayor banco hipotecario estadounidense, Wells Fargo se ha visto superado por JP Morgan en gestión crediticia a terceros, volumen de emisión y préstamos hipotecarios de cartera, en parte gracias a la adquisición de First Republic. Wells Fargo llegó a emitir uno de cada tres préstamos hipotecarios en Estados Unidos, pero tiene una limitación de tamaño impuesta por la Reserva Federal y ha ido apostando por otros segmentos. Por su parte, Citi mejoró su resultado un 2%, hasta 3.546 millones de dólares en el tercer trimestre, gracias a un fuerte crecimiento de los ingresos, impulsados por las subidas de tipos de interés y por la negociación de títulos de renta fija y divisas. Superó con mucho las previsiones

Los grandes bancos de Estados Unidos mejoran sus beneficios por la subida de los tipos de interés Leer más »

Vuelven los temores bancarios en EEUU: la acción de First Republic Bank se derrumba 20% por salidas de depósitos

Infobae .- El banco fue uno de los más golpeados tras la quiebra de Silicon Valley Bank en marzo. La tendencia a pérdida de depósitos se mantiene en todo el sistema y las acciones bancarias tienen un desempeño peor al del resto del mercado Las acciones de First Republic Bank (FRC) cayeron hasta un 20% a última hora del lunes y primeras horas del martes después de que el prestamista publicara sus primeros resultados trimestrales desde la reciente crisis bancaria. La entidad financiera con sede en San Francisco informó de que los depósitos cayeron en USD 72.000 millones el trimestre. El mes pasado, un consorcio de los mayores bancos de EE.UU. se unió para rescatar al prestamista con USD 30.000 millones de depósitos no asegurados para evitar una retirada masiva de depósitos; excluyendo estos depósitos, First Republic vio cómo salían del banco más de USD 100.000 millones en el primer trimestre. Los ingresos del trimestre ascendieron a USD 1.200 millones, un 13,4% menos que en el mismo periodo del año anterior, pero por encima de las estimaciones de 1.120 millones de dólares. El beneficio por acción del primer trimestre fue de 1,23 dólares, frente a las expectativas de Wall Street de 85 centavos. El desempeño del índice que agrupa a acciones de bancos está muy por debajo del resto del mercado. Y la acción de First Republic pierde 85% en el año. Fuente: Reuters El banco también dijo que planea recortar entre el 20% y el 25% de su plantilla en el segundo trimestre de este año, mientras que el banco está “buscando opciones estratégicas para acelerar su progreso al tiempo que refuerza su posición de capital.” “Con la estabilización de nuestra base de depósitos y la solidez de nuestra calidad crediticia y posición de capital, seguimos tomando medidas para reforzar nuestro negocio”, rezaba un comunicado de resultados conjunto de Jim Herbert, fundador y presidente ejecutivo, y Mike Roffler, CEO y presidente de First Republic. Las acciones de otros bancos regionales, PacWest Bancorp y Western Alliance Bancorp, cayeron un 2,9% y un 2,5%, respectivamente. La acción de First Republic pierde el 85% de su valor en lo que va del año y el sector bancario en general desempeña muy por debajo de los índices de mercado. “El problema para First Republic y el grupo bancario en general es lo poco que ha avanzado el banco”, dijo en una nota Mike O’Rourke, estratega jefe de mercado de JonesTrading. “Los bancos regionales tuvieron una mala actuación la semana pasada, y esto sólo recordará a los inversores que todavía hay riesgos materiales”. Marzo maldito El mes pasado, tres prominentes bancos cayeron en desgracia y sacudieron al mercado global. Silicon Valley Bank fue el más notorio, por su rol clave en el financiamiento del pujante sector tecnológico estadounidense, pero también asustaron a los inversores y depositantes el cierre de Signature Bank y el derrumbe, con posterior compra por parte de UBS, del gigante suizo Credit Suisse. Las dudas sobre la salud de los bancos en los países centrales ya no aterrorizan a los mercados, pero están lejos de haber desaparecido. Los inversores siguen de cerca novedades respecto de la estabilidad de los depósitos de bancos pequeños y medianos. Entre los grandes bancos, según datos de Reuters, las salidas de depósitos se mantienen todavía entre leves y nulas en el primer trimestre del año. En JPMorgan Chase, el total de depósitos aumentó un 2%, hasta 2,38 billones de dólares. En Bank of America los depósitos totales disminuyeron un 1%, hasta 1,91 billones, Citigroup el total de depósitos disminuyó un 3%, hasta 1,33 billones, en Wells Fargo los depósitos totales disminuyeron un 2%, hasta 1,36 billones y en Goldman Sachs Group el total de depósitos disminuyó un 3%, hasta 375.000 millones de dólares. Esta semana, incluso, se sumó un dato preocupante que llegó desde Europa cuando en un reporte de resultados inferior a lo esperado debido a la incorporación de un nuevo impuesto a los bancos de España, el gigante Santander informó también una reducción de en torno al 5% en sus depósitos.

Vuelven los temores bancarios en EEUU: la acción de First Republic Bank se derrumba 20% por salidas de depósitos Leer más »

Scroll al inicio