El Municipio de Guayaquil no aceptará las exigencias de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), que cumplió su segundo día de paralización.
Los choferes demandan un aumento en el pasaje, de 30 a 45 centavos, pues consideran que la actual cifra no es rentable. La protesta genera enormes problemas a la población, que tiene que improvisar fórmulas para llegar a sus destinos.
En diálogo con Carlos Vera, en nuestro programa “Del Día a la Noche”, el alcalde, Aquiles Álvarez, insistió que solo analizarán un posible incremento en las tarifas, si los transportistas aceptan las condiciones del Municipio, encargado del tema del tránsito en la urbe.
Cooperativas vuelven al trabajo
De las 58 cooperativas que existen en el cantón, 23 ya están laborando, pese a las amenazas y ataques de sus propios compañeros.
Álvarez lamentó que al presidente de la Fetug, Christian Sarmiento, con quien se ha reunido varias veces, solo le importe su reelección en diciembre, y no la seguridad de más de un millón de guayaquileños.
Y sí, el Municipio está dispuesto a retomar los diálogos, pero bajo sus condiciones. Entre ellas, un posible incremento de solo 10 centavos, que estaría sujeto a una mejoría drástica en el servicio que brindan.
El personero también dejó en claro que, pese a que se violó la disposición de no paralizar servicios públicos, no hay “ni palos ni presos”. Es decir, no hubo represión contra los huelguistas.
Sanciones
Sin embargo, sí habrá sanciones.
En vista que la Alcaldía tiene la competencia, en diciembre, cuando se venzan los permisos de operaciones, no se renovarán a las cooperativas que atenten contra la ciudad, y cuyas unidades estén en malas condiciones.
De los 2.600 buses que sirven a Guayaquil, deben renovarse al menos 1.000.
El posible aumento de la tarifa dependería de que acepten el sistema planteado por el Municipio, y que pondrá fin a 30 años de manejo abusivo del transporte, señaló.