El colesterol es una elevación de los niveles de colesterol en la sangre por encima del rango de valores que se considera “ideal” u “óptimo”.
Existe un exceso en la sangre y se produce una sustancia que circula en la sangre y es una grasa natural que se almacena en el organismo, que es importante para el correcto funcionamiento.
La obesidad y una dieta no saludable, con comidas procesadas y ricas en azúcares, producen el colesterol LDL. Cuando se elevan los valores, se depositan en las paredes de las arterias formando así las placas de ateroma.
Expertos de Harvard, ayudan a disminuir el colesterol LDL y mencionan a las frutas como las manzanas, las uvas, las fresas y los críticos como vegetales ricos en pectina, un tipo de fibra soluble. Las frutas son aliadas para controlar el colesterol en la sangre, al igual que las verduras.
Además la vitamina C, aunque beneficiosa para la salud, podría interferir con medicamentos como las estatinas y la niacina, por lo que es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de tomar suplementos, especialmente si se está en tratamiento médico.
La pectina, una fibra soluble presente en los cítricos, ayuda a reducir los niveles de LDL (colesterol malo) al convertirse en un gel que atrapa las grasas en los intestinos y evita su absorción completa. Un estudio de The Lancet sugiere que consumir al menos 25 gramos de fibra diaria puede disminuir el colesterol, el peso, la presión arterial y el azúcar en sangre.
Frutas como el pomelo (toronja) roja y el limón tienen efectos positivos sobre la salud cardiovascular. Consumir pomelo puede reducir el colesterol en personas con enfermedades cardíacas, mientras que el limón, gracias a la naringenina, previene la acumulación de placa en las arterias.
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