Moscú vivió una jornada de terror, a consecuencia de un atentado terrorista en un teatro de conciertos.
El balance inicial señala al menos 40 muertos y 100 heridos.
El atentado se produjo en una sala de conciertos de un centro comercial, donde 3 sujetos encapuchados irrumpieron, y dispararon a todo el que encontraban en su camino.
Los autores del ataque no han sido identificados, y posiblemente escaparon en medio de la multitud.
Después de la balacera se produjo una explosión en el edificio, posiblemente provocada por los terroristas. Casi todo el tejado fue envuelto en llamas, que se extendieron al resto del edificio.
El Ayuntamiento de Moscú suspendió todas las actividades masivas previstas el fin de semana. En tanto, los aeropuertos de la capital han extremado las medidas de seguridad.
Se conoce que antes del ataque, se produjeron enfrentamientos armados entre el ejército ruso y terroristas del Estado Islámico en la República de Ingushetia, en el sur del país.
Moscú no sufría un acto terrorista de esta gravedad desde que en 2011, un atentado con bomba dejara 37 muertos y 172 heridos en el aeropuerto internacional Domodédovo.
Las Embajadas occidentales en Rusia habían advertido hace dos semanas sobre posibles atentados terroristas en este país, avisos que el presidente ruso, Vladímir Putin, consideró “un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.
