Primicias .– Los atentados durante las elecciones seccionales de febrero obligaron a las autoridades a replantearse la seguridad de los candidatos, con miras a las elecciones presidenciales.
En medio de la crisis de inseguridad de Ecuador, las autoridades electorales y de seguridad quieren prevenir atentados y garantizar la seguridad de los candidatos que participarán en las elecciones extraordinarias de agosto.
El Ministerio del Interior está a cargo de la tarea desde noviembre de 2018, cuando se firmó un acuerdo ministerial para establecer la seguridad policial para los binomios presidenciales.
Pero esta es la primera vez que se hace un anuncio formal de que los candidatos contarán con resguardo de agentes y vehículos policiales.
Lo mismo sucederá con los candidatos a la Asamblea Nacional que necesiten escolta.
Una vez que los candidatos a asambleístas lo soliciten, la Policía realizará un análisis de riesgo personal, sobre las causas de las posibles amenazas, condiciones de vulnerabilidad y probables eventos no deseados, los daños y las consecuencias posibles.
El comandante general de la Policía, Fausto Salinas, agregó que cualquier evento que tenga “cierto nivel de riesgo” podrá contar con resguardo policial.
Estos eventos incluyen caravanas, concentraciones u otras actividades.
Salinas invitó a los candidatos a coordinar los dispositivos especiales de apoyo con los comandantes provinciales.
Violencia en las seccionales
Las recientes elecciones seccionales de febrero se desarrollaron en un inédito contexto de violencia.
Hubo atentados, ataques, amenazas y hasta asesinatos. Y no solo se dirigieron contra los candidatos a las dignidades locales, sino también contra sus equipos y familiares.
La mayoría de estos eventos sucedió en las provincias con más altos índices de violencia, como Manabí, Esmeraldas y Guayas.
El último asesinato sucedió la noche previa a las votaciones, cuando Omar Menéndez, candidato a la alcaldía de Puerto López, por Revolución Ciudadana, recibió 10 disparos.
Previamente, fue asesinado a tiros el candidato Julio César Farachio, quien aspiraba a ser alcalde de Salinas por la alianza Sociedad Patriótica, Mover y Unidad Popular.
Farachio fue atacado durante un recorrido de campaña, el 21 de enero de 2023.
Otros de los aspirantes a autoridades locales que sufrieron atentados fueron Javier Pincay, en Portoviejo, Frickson Erazo y Miguel Ruiz, en Esmeraldas; José Arroyo, en Pujilí; Gerardo Delgado, en Manta; Richard Firmat, en Simón Bolívar; Alba Bermeo, en Molleturo.
En enero de 2023, al menos una docena de candidatos recibió escolta policial, por el nivel de riesgo que corrían.
Y la violencia continuó incluso una vez que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró a los vencedores de las elecciones seccionales.
El alcalde de Portoviejo, Javier Pincay, inició funciones el 14 de mayo con resguardo policial.
El alcalde de Durán, Luis Chonillo, sobrevivió a un atentado al día siguiente de que asumió el cargo, el 15 de mayo.
Y el alcalde de Playas, Gabriel Balladares, denunció amenazas contra su vida, el 18 de mayo
