El alcalde electo de Guayaquil, Aquiles Álvarez, prometió hacer realidad sus promesas de campaña.
El futuro dignatario advirtió que practicará una “alcaldía de territorio”, y que con otras autoridades hará un pacto para sacar adelante a Guayaquil.
Entrevistado en nuestro espacio “Cosas que pasan”, Álvarez afirmó que la seguridad de la urbe será una de sus prioridades. Es por ello que desde ya mantiene diálogos con el nuevo gobernador del Guayas, Francesco Tabacchi, y lo mismo hará con el presidente Guillermo Lasso.
En este ámbito, explicó que la Policía Metropolitana, que se llamará desde mayo “Policía Ciudadana”, aumentará a 5.000 elementos, y se convertirá en un aporte fundamental de la Policía Nacional, especialmente en la prevención de delitos en espacios públicos.
También precisó que se respetará el trabajo de los comerciantes informales, siempre que ellos respeten también la limpieza y el orden de los espacios asignados.
Nuevo aeropuerto no será prioridad
En otro ámbito, Álvarez indicó que el nuevo aeropuerto no será una de sus prioridades. Por ello, junto a su equipo legal, estudiará la forma en que se maneja el fideicomiso creado por la Fundación Aeroportuaria, y junto al Concejo Cantonal, decidirá en qué se invertirá ese dinero.
Asimismo, anticipó que revisará “con lupa” el contrato firmado para las tarjetas inteligentes de la Metrovía, pues no permitirá que el Municipio quede atado con acuerdos, que duren 20 o 30 años, y peor aún cuando no han sido socializados.
Por otra parte, indicó que gracias a la buena relación que mantiene con los alcaldes de Durán y Samborondón, implementarán un proyecto de transporte fluvial, que beneficie a los 3 cantones.
ATM a revisión
Punto importante de su futura gestión, será reorganizar la Agencia de Tránsito Municipal (ATM), a la que calificó como “caja chica del municipio”.
Álvarez advirtió que la entidad debe cambiar, pues se ha dedicado a “meter mano” al bolsillo de los guayaquileños, con multas dudosas, con el único fin de obtener dinero.
Parte de ello, dijo, será eliminar radares de velocidad en ciertas avenidas, donde solo tienen el objetivo de detectar la menor infracción.
Asimismo, revisará el tema de los parquímetros, pues quiere establecer “quién es el dueño de este negocio”, que también recibe muchas críticas de los usuarios.
