La Cancillería aclaró que la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, viajó desde Israel a Turquía por su propia voluntad, y no bajo amenazas o presiones del Gobierno Nacional.
Según el comunicado oficial, la segunda mandataria pidió su traslado, debido a que en suelo israelí, donde cumplía funciones de embajadora por la paz, su vida y las de sus hijos corrían peligro, a consecuencia de los ataques terroristas del grupo islamista Hamas.
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Es decir, la propia Abad solicitó ser enviada a otro país, donde pueda continuar su labor, pero sin riesgos para su integridad. El viaje se efectuó ya, como lo registró la propia dignataria en sus redes sociales. Los hijos de la vicepresidenta, en cambio, regresaron al país.
Según la segunda mandataria, su traslado a Turquía fue “para silenciarla”, debido a las próximas elecciones presidenciales.
Sin embargo, la Cancillería explicó que, a través de comunicaciones formales, Abad pidió su traslado, tomando en cuenta que el conflicto entre Israel y Hamas se ha intensificado.
Con este antecedente, el presidente Daniel Noboa firmó un decreto el 8 de agosto, autorizando el traslado a Turquía.
Ese país fue seleccionado por estar cerca de Israel, no requerir visa y ofrecer seguridad a los extranjeros. Solo Abad y su familia fueron trasladados, ya que el resto del cuerpo diplomático decidió permanecer en sus puestos.
