Los candidatos presidenciales finalistas tendrán que realizar un duro trabajo, si pretenden en la segunda vuelta mantener su votación, primero, e incrementarla.
Así lo advirtió el consultor político, Carlos Ferrín, en diálogo con “Punto de Orden”.
Ferrín explicó que, de acuerdo a las más recientes encuestas, Daniel Noboa, aspirante de la alianza ADN, lleva una ventaja de aproximadamente 10 puntos a la postulante de la Revolución Ciudadana, Luisa González.
Esta diferencia, dijo, es el resultado de la división del electorado, entre entre “correísmo” y “anticorreísmo”. Este último sector se muestra ahora más numeroso que el primero.
Sin embargo, Ferrín recordó que en toda elección, cada candidato tiene “votos duros” y “votos blandos”. Los “duros” difícilmente migrarán, mientras que los “blandos” pueden ir a otro candidato.
Al referirse a “votos duros”, los señala como aquellos que ya están definidos, y que no cambiarán bajo ninguna circunstancia.
En su opinión, Noboa cometió un error al anunciar posibles ministros de su gabinete, en el caso de ganar el balotaje. Asimismo, anticipó demasiado ciertas propuestas, que los votantes no terminan de entender.
Por su parte, González hace lo correcto, pues busca reuniones con sectores importantes de la sociedad, algo que considera mucho más valioso que dedicar su tiempo a las tarimas.
Además, el correísmo ya se dio cuenta, aunque algo tarde, que es un error atacar a Lavinia Valbonesi, esposa del candidato de ADN.
También considera un error afirmar que “Noboa es Lasso” y “Noboa es Moreno”. Más bien lo hace, acotó, “para tener a las ovejas dentro del redil”. Es decir, para puntualizar ideas propias.
Ferrín estimó que el resultado final de la segunda vuelta, dependerá de quien cometa menos errores, y quien logre implantar en los ecuatorianos propuestas simples y efectivas.
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