Tal como estaba previsto, Carlos Rabascall fue presentado como precandidato presidencial por la Izquierda Democrática (ID), para las elecciones del 2025.
Rabascall dejó de lado la tienda correísta, con la cual fue aspirante a la Vicepresidencia en el 2021, y la de Centro Democrático, que lo había presentado por postulante presidencial.
El sábado pasado, en un significativo acto, se afilió al partido naranja. Con entusiasmo señaló que la ID “es ahora su casa y que ahí se queda”.
El primer paso será participar en las elecciones primarias, que tendrán lugar en agosto, y que son obligatorias y vinculantes. En ellas se establecerá si su nombre será el elegido, para los comicios del próximo año.
Pero no toda la vieja guardia del partido lo acepta. Enrique Chávez, vicepresidente de la ID; el parlamentario andino, Paúl Desamblanc; y varios líderes regionales, recordaron el pasado correísta de Rabascall. Suficiente para no considerarlo apto para representarlos.
El mensaje fue claro: la ID siempre ha combatido a las mafias políticas, que han secuestrado al país en los últimos años, y por ello no concibe aceptar siquiera la afiliación de una persona, que representó a grupos señalados y sentenciados por actos de corrupción.
En especial cuestionan la cercanía de Rabascall con el expresidente Rafael Correa.
El ahora precandidato reconoció que hay discrepancias, pero aspira a que sean superadas pronto.
