El denominado “Caso Metástasis” está en su penúltimo capítulo, que concluiría esta semana.
Se trata de los alegatos de los abogados de los 21 acusados, que tratan a toda costa de crear un concepto de inocencia.
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“Metástasis” estableció la existencia de una red de corrupción, compuesta por jueces, funcionarios, policías y políticos, que favorecían a cabecillas de organizaciones criminales.
La red trabajaba en estrecha asociación con el fallecido narcotraficante, Leandro Norero.
Terán, uno de los cabecillas
Uno de los líderes era el expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán.
De los cerca de 50 implicados iniciales, más de la mitad ya fueron exonerados, o se acogieron a acuerdos con la Fiscalía, para recibir sentencias menores a cambio de confesar sus delitos y delatar a sus cómplices.
Una vez concluidos los alegatos, los jueces dictarán la sentencia. La Fiscalía pidió entre 7 y 10 años para los acusados. La mayor condena sería para Terán, debido a los agravantes por ser en esa época funcionario judicial.
“Metástasis” cumplirá un año el próximo 14 de diciembre. Comenzó gracias a la explotación de los chats, de los teléfonos de Norero.
