Indignado. Así se siente Fernando Rosero González, abogado de las dos estudiantes secundarias que fueron ultrajadas por compañeros de colegio en Punta Cana, República Dominicana, durante un paseo por el fin de clases.
Invitado en nuestro programa “Cosas que Pasan”, Rosero explicó que el delito ocurrió hace más de 3 meses, a fines de noviembre del año pasado, cuando un grupo de alumnos del Colegio Internacional SEK, de Guayaquil, organizaron un viaje con algunos padres de familia, para celebrar su inminente graduación como bachilleres.
El grupo llegó a un conocido hotel de Punta Cana. Todo transcurría sin contratiempos, hasta que cierta noche 3 de los estudiantes varones invitaron a una de sus compañeras al restaurante, le brindaron un trago de tequila con escopolamina, y cuando perdió el conocimiento la llevaron a su habitación, donde uno de ellos la violó.
Posteriormente, otro de los muchachos irrumpió en el cuarto de una segunda compañera, para cometer el mismo delito.
Solo al volver del viaje, pocos días después, las afectadas revelaron lo sucedido a sus padres, quienes, a su vez, contrataron a Rosero.
Tras presentar la respectiva denuncia, señaló el jurista, se realizó el examen ginecológico de la primera víctima, que confirmó la violación. Fue entonces que optaron por viajar de nuevo a República Dominicana, donde recibieron ayuda de las autoridades para recabar pruebas, incluyendo videos de seguridad del resort donde ocurrió el delito.
Lamentablemente, de vuelta en Ecuador, la Fiscalía maneja el caso con lentitud. Ni siquiera ha logrado presionar a los menores para que entreguen pruebas de ADN, que permita cotejarlas con los restos biológicos hallados en una de las menores afectadas.
Dos de los chicos acusados ya escaparon del país, con la ayuda de sus padres, lo cual complica la situación.
Rosero denunció además la falta de apoyo del Colegio Internacional SEK. Sus autoridades dijeron públicamente que habían ofrecido ayuda sicológica a las víctimas, lo cual fue mentira.
El jurista afirmó que presionará las veces que sea necesaria, para que el execrable acto no quede impune.
Entrevista completa:
