La reciente reforma legal, aprobada por la Asamblea Nacional, y que defiende el derecho de los trabajadores de no ser “acosados” por sus patronos fuera del horario laboral, genera polémica.
El objetivo esgrimido es garantizar que los empleados, puedan disfrutar de momentos de tranquilidad en sus hogares, con sus familias, sin ser presionados por sus jefes fuera las horas de oficina.
Para el reconocido jurista Modesto Gerardo Apolo, se puede resumir así: el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
Consultado por Carlos Vera, en nuestro programa “Del Día a la Noche”, Apolo advirtió que la propuesta tiene elementos complicados. Por ejemplo, basta que ocurra una sola vez el llamado al empleado, fuera de la jornada, para que se considere “acoso”, cuando la definición de dicha palabra señala que es un problema reiterativo.
En muchos ámbitos productivos, por ejemplo el financiero, es normal que los ejecutivos sean contactados en las noches o fines de semana, y no por ello puede considerarse “acoso”, apuntó.
Además, el analista recordó que ese “acoso” no solo es de patrono a trabajador. También puede ocurrir entre trabajadores, y debería cubrir, además, en sentido inverso: de empleado a patrono.
Apolo advirtió que es un tema político, y que el objetivo de sus impulsores es ganar votos, halagando las exigencias de los sindicatos.
En su opinión, la evolución tecnológica, la globalización y la evolución cibernética, exige que todo trabajo sea eficiente y oportuno. Por tanto, no quedará más remedio que los futuros contratos laborales, incluyan una cláusula que autorice al patrono a llamar al trabajador fuera de la jornada.
