La Policía Nacional procedió a la destrucción de las 21,5 toneladas de cocaína, decomisadas en caletas subterráneas situadas en una zona rural del cantón Vinces, provincia de Los Ríos.
De acuerdo a los cálculos, el alcaloide tenía un valor cercano a los 1.000 millones de dólares, en el mercado negro internacional.
Bajo una fuerte protección, el lote de droga fue embarcado en un tráiler y llevado a Quito, donde se efectuó la destrucción.
En un proceso que tardó cerca de 11 horas, la cocaína fue primero pesada, a fin de confirmar que correspondía al lote decomisado, y sometida al proceso de encapsulamiento.
Este sistema cumple con todos los protocolos ambientales, y asegura un 100% de efectividad en la “inertización” de las sustancias ilícitas. Es decir, se vuelve inofensiva para la salud de las personas y para el medio ambiente.
Todo este proceso se realizó en presencia de las autoridades judiciales, con custodia de permanente de la Policía y en estricta reserva.
Dentro de este caso solo hay hasta ahora una persona detenida.