Una requisa sorpresa en la cárcel de Tulcán, provincia del Carchi, permitió detectar una gran variedad de artículos prohibidos.
La acción fue realizada por elementos de las Fuerzas Armadas.
El registro incluyó patios y celdas, y en especial posibles sitios donde los presos escondían sus productos, tanto en paredes como en parte del techo.
La inspección permitió descubrir una larga lista de artículos:
1.000 dosis de cocaína; un kilo de marihuana y cocaína; 40 celulares; 130 accesorios para los teléfonos; 11 armas cortopunzantes y 2 routers, con los cuales los presos podían acceder a internet de forma clandestina.
Los oficiales se mostraron indignados por esta situación, ya que realizan requisas, decomisan armas, droga y celulares, y a los pocos días los internos tienen de nuevo todo.