La posibilidad de que el presidente Daniel Noboa encargue el poder, mientras compite en busca de una reelección, agita el panorama político nacional, especialmente en la Asamblea Nacional.
Aunque no de forma directa, el correísmo pretende que la vicepresidenta Verónica Abad, actualmente en Israel por orden del jefe de Estado, asuma la Presidencia. Y dentro de esa ecuación, circula el rumor de que, ya con la banda en su pecho, podría emitir un indulto para el expresidente Correa, prófugo de la justicia y sentenciado a 8 años de cárcel, por su participación en el Caso Odebrecht y el Caso Sobornos.
La exaspirante presidencial de la Revolución Ciudadana, Luisa González, señaló en una entrevista a un diario, que Correa no quiere un indulto, sino ser declarado inocente de los cargos. Un indulto sería reconocer que cometió un delito y que es perdonado, según explicó.
Por su parte, el bloque legislativo correísta, a través de la parlamentaria Rosa Belén Mayorga, planteará este jueves un proyecto, para exhortar al presidente Daniel Noboa a encargar el poder Ejecutivo a Verónica Abad.
Los 70 votos necesarios para aprobarlo dependerían de algún acuerdo adicional. Actualmente la RC mantiene un entendimiento con el movimiento CONSTRUYE, pero necesitaría el apoyo del Partido Social Cristiano.
Y aunque en voz alta dicen que la vicepresidenta “no los representa”, no les molestaría hacerle esta jugarreta al presidente Noboa.
Sin embargo, el PSC ya descartó cualquier posible arreglo, y que no se prestará a exhortos.
Su legislador, Vicente Taiano, reconoce que hay un conflicto entre Noboa y Abad, pero es un tema que no puede ser elevado a ninguna función del Estado.
Además, dijo, la Asamblea tiene que respetar la Constitución y pronunciarse en temas de su competencia.
Por su parte, el gobierno resta importancia a las intentonas del correísmo y de CONSTRUYE, y pidió un pronunciamiento del procurador, Juan Carlos Larrea, que es vinculante y de obligatorio cumplimiento.
Este pronunciamiento preocupa a la oposición, pues podría dejar fuera de toda opción a Abad, y al eventual indulto para Correa. De ahí que las amenazas van ahora contra Larrea.
ADN, el movimiento oficialista, recordó que la vicepresidenta ha manejado una agenda distinta a la del gobierno, con intereses muy particulares.
