La tan promocionada reunión de los grupos de izquierda, con miras a formar una alianza para las elecciones del 2025, no tuvo éxito.
Luego de 30 días de diálogos y debates, lo único que hubo fue mucha retórica y numerosos llamados a la unidad. Pero en la práctica no se concretó pacto alguno.
El único acuerdo permitirá elaborar un plan de gobierno, que recoja todas las expectativas presentadas en el encuentro.
Por tanto, tal como se preveía, cada partido y movimiento correrá con sus propios aspirantes presidenciales. De ese modo, se descarta una posible alianza en torno a una candidatura común.
El encuentro tuvo problemas desde el principio, ya que Unidad Popular y otras agrupaciones de extrema izquierda, se negaron a cualquier tipo de acuerdo con la Revolución Ciudadana, debido a sus señalamientos de corrupción.
Dentro de Pachakutik también hubo desacuerdos, pues por un lado hubo críticas contra el correísmo, mientras por otro, se mantiene un entendimiento a nivel parlamentario.
En la reunión participaron Revolución Ciudadana, Renovación Total (RETO), Pachakutik (PK), Centro Democrático (CD) y el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE).
Las delegaciones trataron de establecer un acuerdo de 8 puntos, sobre un plan de gobierno para quien sea que llegue al poder.
La iniciativa incluía estrategias para la paz y seguridad; desarrollo productivo y reactivación económica; acuerdo para la vida digna y protección social; estrategia de desarrollo rural y soberanía alimentaria; estrategia para la transición ecológica hacia un país posextractivista; sociedad cultural de la información y protección a migrantes; restaurar la política exterior; y lucha contra la corrupción y evasión tributaria.
