Una operación permitió decomisar 130 tacos de dinamita, que estaban dentro de una unidad de la Policía en San Roque, en pleno centro de Quito.
El material explosivo, que estaba dentro de una bolsa, fue dejado en el lugar, presumiblemente con el objetivo de perpetrar un atentado terrorista.
Con la ayuda de perros entrenados, se confirmó que la bolsa blanca abandonada en las gradas de acceso, contenía dinamita.
Felizmente, los agentes lograron hallar los tacos, y los neutralizaron de forma oportuna.
Se calcula que, de haber estallado, el daño habría alcanzado un kilómetro a la redonda.
A raíz de este descubrimiento, la Policía realiza estrictos controles vehiculares, peatonales y de las cargas que llegan hasta el mercado, uno de los mayores centros de abasto de la capital.
Las autoridades recomiendan a la población alertar sobre paquetes abandonados, no acercarse a ellos, y permitir que los especialistas realicen su labor.
