Francisco Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, y detenido por presunto tráfico de influencias, respondió lo esperado: “todo es político”.
Barreiro fue arrestado la mañana de este jueves en Cuenca, durante un operativo realizado por la Policía Nacional y la Fiscalía en su residencia y en las oficinas, como parte del llamado “Caso Nene”.
Las investigaciones establecen que, amparado en su relación con la vicepresidenta, se dedicaba al tráfico de influencias, y a la vez pedía “diezmos” a los empleados, a cambio de mantenerlos en funciones.
Al salir de sus oficinas, escoltado por agentes policiales, Barreiro afirmó que “todo es político”, y dejó en claro que ha dado todas las facilidades a los investigadores.
Sobre este caso, el Ministerio del Interior y la Policía se pronunciaron en sus redes sociales. “Este Gobierno, a través de la Secretaría Pública Anticorrupción, está firmemente comprometido con la prevención y erradicación del delito, y apoya la persecución de todo acto de corrupción…” dice el comunicado.
El objetivo es mostrar “cero tolerancia” a la corrupción, venga de donde venga.