Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, continúa detenido en la cárcel “La Roca”, la de máxima seguridad del país.
La defensa de Barreiro, implicado en tráfico de influencias y cobro de “diezmos” en la Vicepresidencia, a cambio de mantener a funcionarios en sus puestos, había solicitado que se fije caución, lo cual finalmente fue aceptado. El monto quedó establecido en 20.000 dólares, que fueron depositados en la cuenta respectiva del Consejo de la Judicatura.
El acusado debe presentarse periódicamente ante las autoridades judiciales, y no puede abandonar el país.
Sin embargo, la orden de libertad está entrampada. El denunciante, Rommel Pérez Chicaiza, habría contratado como abogado al primo de la jueza, por lo cual pidió que sea separada de la causa.
El defensor de Pérez es David Roberto Meza Angos, familiar directo de la jueza, Myriam Beatriz Angos Villareal. Incluso alega que tienen un conflicto, por diferendos en herencias.
Castro Angos se excusó de seguir la causa, y por tanto, no ha podido firmar la boleta de excarcelación de Barreiro, quien sigue en “La Roca”.
La jueza trasladó el caso a otro juez, Vicente Fernando Hidalgo Maldonado, quien rechazó la pretensión y ordenó que le devuelvan el expediente a su origen. Su argumento es que Meza Angos nunca debió aceptar su participación en el caso, como defensor del denunciante, al saber que su primera estaba a cargo. Además, pide abrirle un expediente disciplinario al jurista.
Hasta que se resuelva la situación, Barreiro sigue esperando que se firme su liberación.
