Japón enfrenta una de sus caídas más significativas en exportaciones automotrices hacia Estados Unidos, mientras aún no logra concretar un acuerdo bilateral que alivie las tensiones comerciales sobre los aranceles.
Según datos oficiales, Tokio registró un déficit comercial de 4.400 millones de dólares en el último mes, siendo este el segundo mes consecutivo con saldo negativo. El descenso en las exportaciones de vehículos —uno de los pilares del comercio japonés— ha tenido un impacto directo en esta cifra.
Las importaciones, por su parte, aumentaron impulsadas por los costos de energía y materias primas, mientras las ventas de autos a EE.UU. bajaron drásticamente por la incertidumbre arancelaria y una menor demanda en el mercado norteamericano.
Las negociaciones entre ambos países se han prolongado, sin señales claras de resolución. Analistas advierten que, si no se alcanza un acuerdo pronto, la industria automotriz japonesa podría enfrentar una desaceleración más profunda, afectando empleo e inversión en sectores clave.
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