La consulta popular sobre el campo ITT, en el Parque Yasuní, se basó en una pregunta capciosa y trucada.
Así se pronunció el ex gerente de Petroecuador y experto petrolero, Ítalo Cedeño, en diálogo con “Punto de Orden”.
Para Cedeño, basta leer la pregunta para darse cuenta que su aparente respuesta es inejecutable. Se refiere a la parte que dice: “dejar el crudo bajo el subsuelo”.
El experto recordó que, técnicamente, bajo el subsuelo hay un manto de roca. Es decir, el petróleo jamás está ahí, sino “bajo” el suelo.
En su opinión, ningún técnico sería capaz de sostener el resultado de la consulta. Debieron plantear directamente que se referían al crudo explotado en el Yasuní, pero no mencionar la parte de “bajo el subsuelo”.
Este simple argumento sería suficiente para declarar inejecutable el pronunciamiento popular, dijo.
Corrupción en Petroecuador
Cedeño reconoció que la corrupción es el principal problema de Petroecuador. Y más aún con las condiciones políticas y de “compadrazgo” que rodean la designación de ciertas autoridades.
Bastaría, agregó, que la Contraloría realice un análisis en la empresa, para establecer la forma en que se llega a cargos directivos.
A su criterio, la solución es transformar la institución a sociedad anónima, mediante la fusión definitiva de Petroecuador y Petroamazonas. Un proceso que trae muchos problemas, debido a la falta de homologación de prácticamente todo.
Para el experto, la presencia de capital privado mejoraría la independencia y autonomía de la empresa.
Mejorar producción
Cedeño afirmó que es posible aumentar la producción de crudo, pero solo mediante el uso adecuado de tecnología. Basta recordar que las reservas ecuatorianas todavía son bastas.
Esa mejora, dijo, no solo consistiría en la extracción, sino en la distribución. Y en este último punto, es necesario optimizar el costo de transporte, incluso a costa de dejar fuera a Flopec, que aunque gana dinero, no representa el mejor negocio para el Estado.
En el mercado hay mejores buques y a menor precio, explicó.