La Escuela de Postgrado de La Universidad de Especialidades Espíritu Santo, de Guayaquil, plantea ante al país un interesante proyecto. Se llama “fomentemos la cultura de la legalidad”.
Pablo Alarcón, reconocido jurista y docente de la UEES, explicó que el objetivo de esta iniciativa es cambiar los malos hábitos de la población, que llevan reiterativamente al incumplimiento de las normas, y establecer un respeto innato a las mismas.
Esta evolución, dijo, apunta a fomentar el respeto las leyes, pero no por temor a sanciones, sino de forma voluntaria. En suma, erradicar la “viveza criolla”.
El jurista recordó que el país, a lo largo de su historia republicana, ha tenido 20 constituciones, fruto de sus cambios políticos y sociales. Pero más allá de su contenido, acuerdos o desacuerdos, lo más importante es que los ciudadanos aprendan a respetar la ley, incluso si no les gusta.
La propuesta ha tenido buena acogida en los ministerios de Gobierno, Cultura y Educación, pero Alarcón estimó que también requiere el apoyo de los medios de comunicación, la academia, la clase empresarial y todo el país en general, de tal modo que elogiar a quien actúa de forma correcta, se vuelva algo cotidiano.
El catedrático aclaró que no se trata de respetar una norma en particular, sino a la ley en su conjunto, y por ende al prójimo.
