En Suiza, el suicidio asistido es una opción cada vez es más aceptado en el país. Anualmente 1000 personas recurren a estas organizaciones de acompañamiento, es decir, el acompañante apoya a las personas que quieren morir y les proporcionan una droga letal que les garantiza quitarse la vida.
La cápsula Sarco, creada por el activista proeutanasia Philip Nitschke, permite a las personas elegir morir al liberar nitrógeno, lo que provoca una pérdida rápida de conocimiento y muerte en aproximadamente cinco minutos. La organización The Last Resort promueve su uso, argumentando que es un proceso humano y cobrando solo 20 euros por el costo del nitrógeno.
Consecuencias del empleo de Sarco
Este lunes, la asociación The Last Resort, que defiende el uso del dispositivo, anuncia un comunicado sobre que el 23 de septiembre a las 16:01 horas muere una mujer estadounidense de 64 años por asfixia de nitrógeno en el cantón de Schaffhausen. El fiscal ha iniciado un proceso penal por incitación y asistencia al suicidio, y la cápsula ha sido confiscada junto con el traslado del cuerpo a la morgue. La mujer había padecido problemas de salud graves debido a una inmunodeficiencia.
Se enfrenta a problemas legales en Suiza, donde algunos cantones han advertido sobre posibles acciones penales. La ministra de Salud suiza, Elisabeth Baume-Schneider, declaró que la cápsula no cumple con los estándares de seguridad y no puede ser comercializada, además de que su uso no es compatible con la legislación sobre productos químicos.
Te puede interesar: