El llamado a juicio a los presuntos responsables del asesinato de Fernando Villavicencio, genera reacciones y también algunos cuestionamientos en los familiares de la víctima.
El crimen ocurrió el 9 de agosto del año pasado en Quito, a la salida de un acto proselitista.
Verónica Sarauz, viuda del fallecido candidato presidencial, señaló tener sentimientos encontrados. En parte satisfecha por la imputación de 5 de los 6 sospechosos, pero a la vez consciente de que nada de eso devolverá la vida a Villavicencio.
A su criterio, Carlos Angulo, alias “Invisible”, líder de una facción de la banda “Los Lobos”, y presunto organizador del asesinato, es solo un intermediario, a quien contrataron para el efecto dentro de la Cárcel de Latacunga, donde estaba en esa época.
Si bien las investigaciones establecieron quiénes fueron los autores materiales y los cómplices, no se ha determinado por qué los primeros perecieron de forma tan misteriosa. El primero, casi de inmediato y en el propio lugar del crimen; y los otros 7 casi dos meses después, ahorcados en sus celdas. De este suceso no hay pistas todavía.
Sarauz señaló que la investigación debe ir más allá, y determinar la omisión y negligencia de la Policía Nacional en la protección de su esposo, que el día de su muerte circulaba en un carro no blindado, y sin el respectivo chaleco antibalas.
Pese al tiempo transcurrido, la institución no brinda respuestas satisfactorias a los graves errores cometidos en la custodia.
De ahí que remarcó que fue un crimen político, y por tanto cometido por políticos.
También denunció que hubo muchos intentos de “robarse” información del caso, con abogados extraños investigando y pidiendo datos sin tener motivos para ello.
Pese a todo, Sarauz dijo confirmar en que pronto se establecerán quiénes fueron los verdaderos autores intelectuales, pues reiteró que “Invisible” fue apenas un intermediario.
A continuación la entrevista completa: