Las predicciones climáticas ya están a la mano. Son alentadoras para la región central y amazónica del país, pero no para la franja costera.
Franklin Ormaza, un oceanógrafo con larga experiencia, anticipó que la región andina y el sector oriental ya empiezan a sentir la llegada de las lluvias, lo cual es una excelente noticia ante la crisis eléctrica.
Lluvias abundantes
Es decir, muy pronto las condiciones meteorológicas se normalizarán en ambos puntos del país.
- LEER TAMBIÉN: Apagones están vigentes, pero hay esperanzas de una mejoría climática
- LEER TAMBIÉN: Escasez de huevos por cambios climáticos en Ecuador
Producto de estos aguaceros, la represa Mazar mejora paulatinamente su cota, y aumenta la operación de la central Coca Codo Sinclair, que no cuenta con represa propia.
En cambio, explicó que la costa vivirá todo este año los efectos del fenómeno de “La Niña”, con vientos del sur más secos, y ausencia de lluvias.
Ormaza precisó que Guayaquil, por ejemplo, debería tener a estas alturas del año un nivel de precipitación de 1.000 milímetros, pero apenas llega a 665 milímetros.
Según sus predicciones, el estiaje continuará todo el 2023, incluyendo el sur de Manabí, Santa Elena, El Oro y parte de Loja.
Océanos mandan
El motivo de esta diferencia, acotó, es que la zona costera es influenciada por las condiciones del Océano Pacífico, mientras que en la región Andina y la Amazonía, predominan los efectos del Océano Atlántico.
De ahí la importancia de combatir uno de los mayores problemas que sufre el litoral ecuatoriano: la deforestación.
Ormaza advirtió que la tala del bosque seco, en la Vía a Salinas, está causando enormes daños a toda la zona.