Expertos y empresarios exhortan a la Asamblea Nacional, a aprobar lo más pronto posible el Tratado de Libre Comercio firmado con China, que por ley debe tener el visto bueno parlamentario.
Para Juan Carlos Cassinelli, ex ministro de Comercio Exterior, el acuerdo es una gran oportunidad de negocios para Ecuador, ya que significa obtener un mercado de más de 1.500 millones de personas, con una gama de productos que tendrán aranceles cada vez menores.
Cassinelli señaló entre los artículos exportables los tradicionales, como camarón, pitajaya, rosas y banano, y muchos otros no tradicionales, que se irán abriendo campo poco a poco.
Otra ventaja sería el ingreso de ítems de gran consumo en Ecuador, con impuestos mucho menores. Por ejemplo los vehículos chinos, que actualmente pagan entre el 30 y 35%, monto que irá bajando progresivamente cada año.
El ex ministro precisó que, gracias al TLC, Ecuador tiene la opción de crear nuevas industrias, que pueden atraer inversión extranjera y, por ende, generar empleos.
Cassinelli lamentó que ciertas críticas no tomen se basen en suposiciones. En ese marco recordó que el convenio no contiene capítulos de inversiones, servicios y obras públicas. Es decir, nuestro país no tiene obligación alguna de contratar a empresas chinas, a cambio de los beneficios arancelarios.
Además, hay temas sensibles que no fueron incluidos. Entre ellos mencionó cuadernos, cerámica blanda, tableros de madera, línea blanca, textiles de algodón, calzado escolar, neumáticos, autopartes, radiadores, entre otros, que se irán desgravando en un proceso de 15 años.
En total, acotó, hay 828 subpartidas que seguirán protegidas por un tiempo, como una forma de mantener a la industria nacional.
Tampoco es cierto, subrayó el ex ministro, que Ecuador se convertirá en el “vertedero de la basura china”, como señalan algunos sectores, ya que la Constitución lo prohíbe expresamente.
Nada de eso consta en el TLC, indicó.
