No basta con incrementar las penas para ciertos delitos. También se requiere una reforma estructural en el sistema carcelario.
Así se pronunció el destacado penalista, Nino Cassanello, en diálogo con “Punto de Orden”.
El jurista precisó que, al menos hasta ahora, la Asamblea Nacional parece respetar los proyectos originales enviados por el Ejecutivo, que corresponden a lo aprobado durante la Consulta Popular del 21 de abril pasado. Y en especial los que establecen condenas más largas para determinados delitos, como terrorismo y delincuencia organizada.
Sin embargo, advirtió que servirá de poco una mayor sentencia, si las bandas criminales mantienen el control de las prisiones, y si persisten en ingresar artículos prohibidos, como teléfonos celulares, armas y droga.
Cassanello señaló que es fundamental modernizar el mantenimiento de las cárceles, y más aún si determinados reclusos permanecerán periodos mucho más largos.
Caso contrario, dijo, habrá el peligro de nuevos motines y masacres.
A su criterio, el gobierno debe cumplir su promesa de “segmentar” las cárceles, de modo los presos más peligrosos permanezcan aislados, y no se junten con los detenidos por infracciones leves.
El penalista recordó que hay una gran diferencia entre sentencia en firme y medida cautelar. Y por tanto, no es conveniente juntar a presos de peligrosidad con deudores por pensiones alimenticias, por ejemplo.
En cuanto a la Ley de Extinción de Dominio, estimó que debe manejarse con mayor celeridad. Y una forma es realizar permanentes cruces de información con la Policía y el Servicio de Rentas Internas.
Cassanello aclaró que al crimen organizado hay que golpearlo en el bolsillo.